Desde 2010, China ha producido más de 60 millones de toneladas de basura plástica por año. Hoy el gobierno local busca implementar una campaña que cambie este panorama en los próximos cinco años.
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En China viven más de 1,368 millones de personas, por lo que la cantidad de basura que estas generan alcanza niveles alarmantes que serán controlados por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma.
Mediante un anuncio hecho el fin de semana pasado, la Comisión dijo que se reducirá el uso de plásticos desechables en los envíos de comercio electrónico y comida a domicilio para 2022, por lo que en 2025 se tendrá un mejor mecanismo de producción, distribución y consumo de plásticos biodegradables.
Por ahora la administración puso en marcha un proyecto piloto que fomenta el reciclaje en grandes urbes como Shanghái, donde se generan cerca de 215 millones de toneladas de basura.
“Es una medida política muy importante, que trata de lidiar con uno de los retos medioambientales más urgentes, no solo en China , sino también a nivel global. El desproporcionado consumo de productos plásticos tiene un enorme impacto medioambiental”, mencionó el director del Instituto de Asuntos Públicos y Medioambientales en Pekín, Ma Jun.
Al igual que en México, las bolsas plásticas no biodegradables estarán prohibidas, pero hasta finales de año, esperando que para 2022 no sean empleadas en ninguna región de China.
Aquellos mercados que comercien con el extranjero tendrán hasta 2025 para eliminar los plásticos de un solo uso de sus almacenes, de la misma forma que las industrias hosteleras deberán erradicar los popotes.
Cabe destacar que esta no sería la primera vez que China planea una estrategia para combatir el plástico, pues en 2008 se prohibió el uso de bolsas ultrafinas. Ante esto Jun dijo:
“El Gobierno ha extraído lecciones valiosas del éxito de esa primera campaña: por ejemplo, que una de las claves es responsabilizar a los grandes negocios”
China también dejará de importar desechos plásticos de otros países, campo en el que era líder mundial, uniéndose así a otras naciones de la región -como Malasia y Tailandia– para hacer algo por el medio ambiente.
Por su parte, Tang Damin, activista de Greenpeace Asia señaló que:
“El comercio electrónico y los pedidos de comida a domicilio han despegado en China gracias a la utilización de plásticos de un solo uso y a una cultura general de despreocupación. Es hora de que Alibaba, JD y Meitua, grandes empresas del sector, dejen de eludir su papel en esta crisis, renuncien a los plásticos de un solo uso y pongan a la industria a buscar alternativas reutilizables”
