Una cazadora provocó gran indignación en redes sociales al publicar fotos en las que posa con el cuerpo de una jirafa a la que acababa de matar en Sudáfrica. “Creé empleos para 11 personas ese día”, escribió la mujer, quien además aseguró que con la cacería se salvan a las especies en peligro de extinción en aquel país.
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Merelize Van Der Merwe publicó las fotos del hecho en Facebook, y escribió que su esposo había gastado 1,500 libras (43,246 pesos aproximadamente) para llevarla de cacería a un parque donde se permite dicha actividad. Las imágenes generaron rechazo entre activistas a favor de los derechos de los animales.
Por su parte, la mujer de 32 años señala que caza desde los cinco años y que ha acabado con la vida de alrededor de 500 animales, entre ellos, leones, leopardos y elefantes. Además asegura que no siente respeto por los activistas y los llama “mafia”.
En su discusión con los activistas, Van Der Merwe aseguró que la cacería, además de fomentar el turismo, propicia la salvación de especies en peligro de extinción.
La cazadora deportiva Merelize Van Der Merwe ha estado “en el ojo del huracán” los últimos días. (Foto: Facebook)
Según la cazadora, ella y su esposo llevaban tiempo planeando el viaje. “Mi maravilloso esposo Gerhardt sabía que era mi sueño. Fui como un niño por dos semanas, contando los días. Después estuve inundada de emociones”.
La mujer justifica sus acciones asegurando que generó “empleo para 11 personas ese día” y “mucha carne para los lugareños”.
“Si se prohibiera la cacería, los animales perderían su valor y desaparecerían. La cacería contribuye a mantener especies en peligro de extinción. Las únicas personas que protegen a estos animales son los cazadores”, dice Van Der Merwe.
Reacciones a las fotografías
Mark Jones, de Born Free Foundation (Fundación Nacidos Libres), rechaza los argumentos en favor de la cacería. “No es una herramienta para la conservación, tampoco aporta fondos significativos para las comunidades locales”.
Otro testimonio, recogido por The Mirror, es el de Elisa Allen, miembro de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), dice que “alguien que asesina a otro ser vivo, le corta el corazón y lo presume encaja en la definición de sociópata“.
“Un día la cacería deportiva será considerada como un signo de un desorden psiquiátrico, como debería serlo ahora”, sentenció, Allen.
