Un famoso catador de whisky escocés se encerró en su casa por temor a perder el sentido del gusto y el olfato por el covid. Tras casi dos años de encierro, asegura que nunca ha sido más feliz.
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Blair Bowman, de 31 años, se confinó en febrero de 2020, un par de semana antes de que las cuarentenas por covid-19 se hicieran obligatorias en todo el mundo.
El catador y escritor de 31 años solía viajar por todo el mundo, pero por casi dos años, Blair y su pareja han vivido en una “burbuja” en su casa en Edimburgo, y solo salen para caminar y recoger las compras que hacen por internet.
El catador dice que nunca se ha sentido más feliz. Trabajar desde casa no afecta su labor de especialización en el abastecimiento de barriles y botellas viejas y raras.
Blair declaró a medios locales que él y su pareja han “estado en esta pequeña burbuja desde el principio y tomamos la decisión de esperar a que las cosas pasaran”. Y añadió: “Para mí, la pérdida del sentido del gusto y el olfato fue lo que me hizo decidir ser más cauteloso”.
Desde marzo de 2020 sus reuniones son a distancias o por videollamada. Para las catas, manda las muestras al cliente para poderlos orientar. También sigue asesorando proyectos de destilerías innovadoras y elabora artículos sobre whisky.
A pesar de estar confinado, Bowman ha tenido éxito en su profesión. Fue galardonado como el Comunicador del Año del Whisky Escocés, por su labor para promocionar la tradicional bebida del país más septentrional del Reino Unido.