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SALUD

IPN comprueba que cáscara de mango funciona como cicatrizante y antibacterial

La investigación mostró que la cáscara de mango Ataulfo posee cualidades antibacterianas, antioxidantes y antifúngicas.

El mango es una fruta deliciosa que además podría sanar heridas agudas y superficiales en humanos. Así lo explicaron los investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que hicieron el fabuloso descubrimiento.

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Lesslie Epinosa, investigadora del IPN, comprobó que la cáscara de mango, considerada basura dentro de la industria alimentaria y en nuestra vida cotidiana, no nada más no es basura, sino que tiene propiedades antibacteriales, antioxidantes y cicatrizantes que la haría eficaz en diversas curaciones.

Para obtener el extracto de mango que contiene todas las propiedades de la cáscara, de acuerdo a la explicación de Espinosa, se retiró a la cáscara y el exceso de pulpa para finalmente dejarla secar.

Después fue sometida a un proceso de maceración con un solvente de polaridad alta para extraer los compuestos fenólicos y, por último, se realizaron diversos procesos de filtración hasta obtener el extracto crudo.

Este extracto de mango tomado de la cáscara fue analizado in vitro y se probó su actividad antimicrobiana (que combate a las bacterias), antifúngica (que combate a los hongos) y antioxidante (que combate la oxidación). Los resultados permitieron que Espinosa detallara lo siguiente:

“Estas propiedades son muy importantes, ya que al proceso de cicatrización pueden afectarlo diferentes factores, como alguna infección bacteriana, por ello a partir de corroborar que el extracto tiene efecto antimicrobiano decidimos probarlo en un modelo murino (ratones cepa CD1)”.

A los roedores del experimento se les hizo una incisión para simular una herida quirúrgica y más tarde se les aplicó el extracto disuelto en gel al 10% durante dos semanas para después realizar las evaluaciones cotidianas.

“De manera natural la remodelación de una herida (la cual incluye las dos primeras capas de la piel) se realiza entre 14 y 30 días. En el modelo animal comprobamos a nivel macroscópico que a partir del día 8 o 9 la herida ya estaba cerrada, pero al realizar el estudio histológico determinamos que las dos capas estaban completamente cerradas en el día 11, por lo que concluimos que el extracto coadyuva a la cicatrización de piel en menor tiempo que el que lleva el proceso natural sin complicación de alguna infección” explicó la investigadora.

Lo que faltará por ahora es determinar la toxicidad del extracto, que en los animales dio negativo, pero que no se ha probado en humanos. Después, los investigadores continuarán con los estudios preclínicos para conocer la seguridad de este extracto en humanos. Y, finalmente, tal vez en algunos meses, podremos comprobar nosotros mismos las propiedades maravillosas de la cáscara de mango que antes considerábamos basura.

 

Con información de Excelsior