Carbohidratos beige: beneficios y peligros para controlar nuestro peso y elevar nuestra calidad de vida.
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En Kirkby, Inglaterra, hay un médico general conocido como el doctor Faisal Maassarani, que lleva años intentando hacer que la población de una de las regiones más pobres del país, luche contra la obesidad.
Por ello buscó a un grupo de chefs de una escuela local de gastronomía para prepararle a siete pacientes con sobrepeso y obesidad, así como con problemas de salud como diabetes tipo 2, colesterol alto y presión arterial alta, comidas satisfactorias, variadas y accesibles para ellos.
Debido a su falta de educación y bajos recursos económicos, muchos de los habitantes de Kirkby no tienen los medios para comer sanamente, lo que ha incrementado los niveles de obesidad entre los jóvenes y adultos.
Tras enseñarles algunos platillos sanos que podrían ayudarles a mejorar su estilo de vida, Maassarani dejó a sus pacientes por dos semanas para ver cómo evolucionaban, y luego del tiempo acordado, volvió a verlos.
Los resultados se seguimiento fueron sorprendentes: ninguno de los pacientes se sentía hambriento y los diabéticos habían mejorado su glucosa en la sangre a niveles casi imperceptibles.
Un paciente con diabetes tipo 2 pudo decir que los médicos “casi no le detectaron” señales de su enfermedad y al menos seis de los siete sujetos de estudio, perdieron 3 kilos o más.
Esto porque Maassarani pidió que se intercambiara los carbohidratos color beige por algunos de color verde ya que, los especialistas en alimentos aseguran que el color de lo que comemos también importa.
Tres tipos de carbohidratos
Estos son almidón, azúcar y fibra.
El almidón viene en el pan, la pasta, el arroz y las papas. En cantidades medidas son buenos, pero en exceso, son malos debido a que estos hidratos de carbono se convierten en glucosa que tu cuerpo aprovecha como fuente de energía, pero comes demasiados, esa glucosa acaba almacenándose como grasa.
El azúcar (carbohidrato blanco) también ayuda a tener más energía durante el día, pero esta debería ser consumida en cantidades limitadas cada día.
Wikimedia Commons
Están también los almidones resistentes como lentejas, frijoles y granos enteros no procesados, pero estos en lugar de alimentar al organismo, nutren la flora intestinal, lo que también conviene para tener un estilo de vida saludable.
Por otro lado, la fibra también es un carbohidrato que, a diferencia del beige o el blanco que deben comerse con moderación, es verde y debe consumirse de manera abundante.
A estos se le conocen como carbohidratos verdes y fueron pieza clave para mejorar el estado de salud de los pacientes del doctor Maassarani.
Imagen ilustrativa de una dieta balanceada que incluye cereales, verduras, frutas y proteína (Wikimedia Commons).
Estos mantienen al organismo satisfecho y abastecen de vitaminas y minerales al cuerpo, así como de energía. Además, son buenos para dientes y encías, así como para el intestino.
Recomendaciones
Por estas razones, los especialistas buscan bajar el consumo de panes procesados, harinas blancas, pastas, papas y arroz, e incrementar el de pan de centeno o negro, jitomates, vegetales frescos, apio y arroz de coliflor.
