Con normalidad, el árbitro central de un partido de futbol da de qué hablar por sus fallos o aciertos en la cancha; sin embargo, el juez de la final de la Euro 2020, Björn Kuipers, se ha llevado los reflectores incluso antes de su actuación debido al poder económico que tiene, cercano a los 15 millones de euros, generado por sus acciones lejanas a los terrenos de juego.
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Kuipers es un árbitro de origen holandés con una vasta experiencia en el futbol europeo. Dentro de su historial se encuentra el haber podido dirigir finales de la Europa League y Champions League, aunque también ha logrado amasar una fortuna debido a sus negocios fuera del futbol, pues siguió con el negocio familiar: los supermercados.
El abuelo y padre de Björn tenían una cadena de tiendas, misma que el árbitro y su esposa tomaron para que siguiera creciendo y, en 2014, el silbante decidió asociarse con Junbo, una cadena aún más grande, lo cual permitió abrir más sucursales en Países Bajos.
Kuipers, además de prepararse como árbitro, estudió gestión de instalaciones en la Universidad de Ciencias Aplicadas y también administración de empresas en la Universidad de Radboud.
“Cuando viajo a dirigir un partido y estoy en un hotel por la noche, reviso las cifras y la planificación del supermercado”, relató en su momento.
Sin embargo, el negocio de supermercados y ser árbitro no es lo único a lo que se dedica Björn, ya que también tiene su cadena de peluquerías, villas para vacacionar en Frisia, y propiedades inmobiliarias que alquila.
Gracias a todos sus negocios, además de su actividad arbitral, Björn Kuipers se estima que es de 14 millones 900 mil euros.
