La ardua investigación de un grupo de científicos de Reino Unido arrojó un importante dato que debe considerarse en torno a la salud de los bebés recién nacidos y las mujeres que entran a labor de parto; se trata de la práctica del nacimiento por cesárea.
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Según este estudio, aquellas madres que dan a luz a través de esta intervención médica exponen, sin quererlo, a sus hijos a recibir un gran número de bacterias peligrosas para su organismo.
La información se presentó en la revista especializada Nature, y en ella se explica que cuando un bebé recorre el canal del parto, recibe en su cuerpo millones de bacterias heredadas por su madre, las cuales generan que se desarrolle su sistema inmune aprendiendo a distinguir los tipos de microbios.
Sin embargo, cuando el nacimiento se da por cesárea, el microbioma cambia por completo, y pone a los recién nacidos en un potente riesgo de desarrollar enfermedades como asma, alergias y obesidad.
Estos microbios son oportunistas, aunque no tienen por qué causar una infección, si existe ese riesgo si el sistema inmune del bebé está debilitado o si acaban en el órgano equivocado [como el torrente sanguíneo]”.
Menciona Nigel Field, investigador del University College de Londres.
El estudio
Se analizaron 596 bebés y 175 madres. En ellos, los resultados mostraron una mejor salud en los niños de parto natural que entre los hijos nacidos bajo esta intervención quirúrgica.
Según la Organización Mundial de la Salud, el número de cesáreas aumenta año con año en todo el mundo, manteniendo un aumento entre el 10% y 15% anualmente, siendo en Europa y América donde más se practica. En México, 45% de los embarazos se presentan bajo esta línea.
Como lo advierte María Carmen Collado, investigadora del consejo de Investigación Europeo:
Es muy difícil de probar una relación causal entre desequilibrios en el microbioma del bebé y los problemas de salud, pues hay muchos factores en juego: la cesárea, los antibióticos, el ambiente en el que vive el niño en su primer año, si recibe leche materna, muy beneficiosa para fortalecer su microbioma, si se cría en un entorno excesivamente esterilizado, lo que puede ser negativo, o entre hermanos y mascotas, lo que parece más beneficioso”.
Debido a que según las investigaciones la composición del microbioma se equilibra durante el primer año de vida, faltaría profundizar esta relación a largo plazo para determinar el nivel de afectación a la salud de los menores.
Por ahora, resta recomendar a las madres estar al pendiente de las enfermedades y alteraciones que sus hijos tienen durante sus primeros años, y no subestimar las atenciones médicas.
