Ha sido descrito como “un milagro”, una bebé nacida de 340 gramos, con manos del tamaño de monedas, pasó seis meses en el hospital y ahora se encuentra en casa.
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Medios de todo el mundo consideran a Isabella Evans “una pequeña guerrera”. Su madre, Kym Brown, tras complicaciones a las 24 semanas de embarazo, la dio a luz vía cesárea.
Brown se embarazó en diciembre de 2018, fue diagnosticada con preeclampsia, una complicación caracterizada por presión arterial alta y daños en órganos como hígado y riñones, puede ser mortal tanto para la madre como para el bebé.
A las 21 semanas de embarazo, los estudios médicos demostraron que Isabella dejó de crecer, su frecuencia cardiaca comenzó a disminuir. La cesárea para tratar a la niña era urgente.
Isabella es la bebé prematura más pequeña de Gran Bretaña en los últimos 15 años, pesaba 340 gramos, casi lo mismo que pesaban las latas de refresco de antaño.
Los doctores le daban solo 5% de probabilidad de supervivencia. Fue puesta en una incubadora para que lograra respirar.
“Estábamos preparados para lo peor, así que cuando recibimos la llamada para decirnos que la operación salió bien, estábamos en shock”, declaró la madre.
Ahora, tras múltiples cuidados y procedimientos quirúrgicos, la pequeña Isabella se encuentra en casa, en compañía de sus padres.
“Ella gatea, empieza a ponerse de pie, y tiene un gran apetito. Su favorito es el sandwich de queso y aguacate. Ella está tan feliz y tiene una sonrisa para todos los que conocen. Es increíble lo que ha logrado”, dijo la orgullosa madre.
