Para recibir el Año Nuevo varias personas acostumbran ir a Acapulco y celebrarlo junto a la orilla del mar; sin embargo, antes del inicio del 2021, las autoridades dispersaron a 800 personas y lo impidieron debido a la pandemia del COVID-19.
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A través de un comunicado de prensa, el ayuntamiento de Acapulco señaló que “bajo estricto control sanitario, como resultado de los recorridos de inspección que realizan dependencias municipales para constatar las medidas contra el COVID-19, fueron dispersadas 800 personas que pretendían celebrar la llegada del nuevo año en las playas del puerto“.
Además de las personas dispersadas, el operativo también sirvió para cerrar bares, centros nocturnos, cantinas y taquerías, establecimientos que estaban en operaciones fuera del horario permitidos. Pese a los diversos cierres, en el comunicado se señaló que se inició un “proceso administrativo” a solo una miscelánea por vender bebidas alcohólicas en horas no permitidas.
El desalojo de las personas estuvo realizado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional, elementos de la Marina e instancias del gobierno de Acapulco, autoridades que desplegaron en un recorrido desde la playa de Caleta hasta Icacos.
Las autoridades acapulqueñas también informaron que durante la temporada vacacional de invierno, el gobierno intensificó los operativos para que los establecimientos respeten las normas impuestas en la localidad para evitar la propagación del COVID-19.
