Es poco común que un automovilista derive algún placer de llenar el tanque de gasolina: es caro, es aburrido, es tardado y a veces te toca fila. Por ello, a mucha gente se le hace costumbre manejar su vehículo con un tanque casi vacío. Aquí te contamos por qué debes renunciar a este mal hábito.
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Además de correr el riesgo de quedar varado en la carretera, permitir que el coche a menudo se encuentre con un tanque vacío podría desembocar en problemas en el funcionamiento de la bomba de combustible, entre otras partes del vehículo. Esto es lo que dicen los expertos:
1. Filtro de combustible obstruido.
Con el tiempo, el tanque de gasolina acumula suciedad, sedimentos y escombros. Por lo general, esto no es un gran problema, porque se instala en el fondo del tanque. Pero cuando te quedas sin gasolina, aumenta la probabilidad de que ese sedimento sea atraído por la bomba de combustible. Esto puede obstruir el filtro de combustible de la bomba, lo que entorpece el flujo de gasolina al motor.
2. Bomba de combustible dañada.
La bomba de combustible se encarga de enviar gasolina al motor. La bomba se encuentra al fondo del tanque de gasolina donde, por diseño, usa combustible para enfriamiento y lubricación. La mayoría de las bombas de combustible pueden durar toda la vida útil del vehículo, pero cuando el tanque de gasolina a menudo está vacío, es posible que la bomba se sobrecaliente, lo que puede provocar fallas.
3. Fallos en el motor.
Al conducir con tanque vacío, la bomba de combustible puede comenzar a tomar aire, lo que significa que el motor no obtiene constantemente la gasolina que necesita. Esto a menudo resulta en fallas de encendido del motor. El motor da la impresión de tener una pérdida de potencia o vibración. Esto no es bueno para el motor y podría derivar en problemas en el largo plazo.
