Un tipo de criatura arácnida con cola deambuló por la tierra durante al menos 280 millones de años.
Actualmente esa especie se encuentra extinta y el único ejemplar que demuestra que existió alguna vez fue hallado recientemente en Birmania, dentro de un bloque de ámbar cretáceo.
Se trata de un ejemplar de araña con colas móviles casi el doble de largas que su cuerpo y que se encuentra en un estado de conservación envidiable que permitirá un estudio a profundidad.
Se desconoce si esta araña usaba su cola como antena (University of Kansas).
Los especialistas creen que esta araña quedó atrapada en resina de árbol hace aproximadamente 100 millones de años, en el periodo conocido como Cretácico medio.
El descubrimiento de este arácnido demuestra que los primeros miembros de la familia de los arácnidos han existido sobre la tierra desde hace 280 millones de años.
Recientemente bautizada como Chimerarachne yingi, este ejemplar de una especie nunca antes vista parece compartir muchas similitudes con las arañas modernas: tiene ocho patas, colmillos y dos pedipalpos (apéndices frontales) masculinos.
También tiene ocho patas y colmillos (University of Kansas).
Además, de manera similar al opistosoma (abdomen) de los escorpiones, esta “araña prehistórica” tiene secciones en la parte posterior del suyo.
Esta criatura también presenta una cola muy larga denominada teslon que mide alrededor de 3 milímetros, aproximadamente .5 milímetros más largo que su cuerpo.
Actualmente uno de los pocos arácnidos que presentan un extremo posterior de este largo son los escorpiones, que tienen una cola coronada por un aguijón. Según los investigadores, la cola del Chimerarachne yingi le servía para la detección de presas y amenazas.
La araña es conocida como Chimerarachne yingi (University of Kansas).
Aún no se sabe si este arácnido llegó a tener la capacidad de tejer telarañas con la cola.
Por ahora las investigaciones buscan descubrir de qué especie actual es antecesora esta que fue encontrada en ámbar. Las dos líneas de investigación principales apuntan a que se trata del ancestro prehistórico de la araña moderna conocida como Araneae o que está más emparentada con la Uraraneida, una orden ya extinta de los arácnidos que vivió hace al menos 250 millones de años
Con información de New Atlas.
