“Aplanar la curva” es un término referente al coronavirus COVID-19 que ha crecido en redes sociales, aquí te contamos sus detalles.
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Debido a que el coronavirus COVID-19 se ha expandido con rapidez en todo el mundo, médicos y especialistas están buscando la forma de detener el contagio.
“Aplanar la curva“, un término más que se suma al glosario de la enfermedad, le da la vuelta al mundo y alerta a miles de personas que siguen el avance del COVID-19.
El sentido de esta acción propone ralentizar o frenar la propagación del coronavirus de tal forma que el número de casos se distribuya en el tiempo en lugar de tener un fuerte aumento al inicio de la epidemia.
Una curva plana permitirá que los sistemas de salud funcionen de manera equilibrada, impidiendo que las capacidades de clínicas y hospitales se rebasen.
Con una transmisión controlada se busca que disminuya la propagación de la infección y que se controle la pandemia a la par que se siguen las medidas preventivas recomendadas (como el lavado de manos, el trabajo a distancia, evitar las reuniones de grandes congregaciones y restringir los viajes).
¿Cuál es la importancia de “aplanar la curva” del COVID-19?
Países como Japón e Italia nos ofrecen una comparativa bastante clara sobre cómo se puede enfrentar la llegada del coronavirus de dos formas y las consecuencias que estas tienen.
Pese a que se cree que la lucha contra un brote epidémico radica en contenerlo, otra fase de suma importancia es el combatir su propagación, por lo que “retrasar y contener” el COVID-19 es una forma de ataque completa.
Si un país registra un alto número de casos de un solo momento, esto evitará que los sistemas de salud cubran a cada uno de los pacientes de forma óptima y hasta se generen malos diagnósticos, en cambio, con una curva aplanada se tendrá el tiempo preciso para un buen diagnostico y tratamiento específico.
¿Cómo se puede “aplanar la curva” del COVID-19?
En primer lugar se debe minimizar el impacto del virus mediante acciones coordinadas entre las autoridades y la población para que se apliquen bloqueos efectivos y se eviten los contagios.
Después se requerirá la contribución de todos los habitantes para que, con medidas preventivas, el indice de propagación siga bajando tal como sucedió en Japón.
En caso de que estas advertencias sean tomadas a la ligera, los riesgos de duplicar los casos del COVID-19 se irán a la alta, como sucedió en Italia, y su control será una labor aún más titánica.
Con información de la BBC
