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CRIMEN Y SEGURIDAD

Apalean públicamente a dos personas por intentar tener sexo lésbico

Dos mujeres fueron amonestadas públicamente por intentar tener sexo lésbico al interior de un vehículo en Malasia. El castigo consistió en pegarles con un bastón seis veces en la Alta Corte de Sharia (tribunal islámico) en el estado de Terengganu.

Ésta es la primera vez que hay un castigo público por mantener relaciones sexuales con alguien del mismo sexo y es el primer apaleamiento público que ocurre. Según medios locales, más de cien personas atestiguaron el castigo para las mujeres, de 22 y 32 años respectivamente. La “falta” la cometieron en abril pasado y pagaron una multa equivalente a 800 dólares, además de ser condenadas a azotes públicos.

Diversos grupos de defensa de derechos humanos reaccionaron vehementemente en contra de estas medidas, por violar la libertad de las personas y constituir un acto de tortura pública. Además, opinan los expertos, un acto de esta naturaleza fomenta la homofobia y constituye una amenaza para la población en general y para la comunidad LGBT+ en particular.

La organización Human Rights Watch recomendó que las autoridades de Malasia descartaran el caso que han llevado contra las mujeres agraviadas, porque el azote público es una violación grave de los derechos humanos, según el derecho internacional.

La Constitución de Malasia le da al Estado el poder de castigar a su mejor juicio las violaciones a los preceptos islámicos, cometidas por musulmanes. El estado de Terengganu, como la mayoría de estados en Malasia, ha declarado ilegales las relaciones sexuales entre mujeres.

El castigo impuesto viola las obligaciones que Malasia adquirió al ratificar en 1995 la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra Mujeres (CEDAW, por sus siglas en inglés). En su ratificación de 2018, el Comité de CEDAW le solicitó a Malasia que:

Modifique todas las leyes que discriminan a las mujeres de la comunidad LBTI, incluyendo las disposiciones del Código Penal y las leyes del Islam que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo y los códigos de vestimenta exclusivos para las mujeres”

El incidente no llega aislado, el pasado 8 de agosto el ministro de asuntos religiosos de Malasia pidió que se removieran los retratos de activistas de derechos transgénero de una exhibición en el Festival Georgetown. Otro ministro avaló esa decisión con el argumento de que las personas de la comunidad LGBT+ no son buenos modelos a seguir para los niños.

Graeme Reid, representante de los derechos LGBT+ en la organización Humans Rights Watch, dijo que el nuevo gobierno de Malasia debería enfrentar la discriminación y la brutalidad y, en cambio, promover una cultura de tolerancia y equidad.