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ACCIDENTES

Muere por ameba “come-cerebros” tras nadar en piscina pública

Surfista muere por ameba “come-cerebros” tras nadar en piscina pública que hacía “olas” artificiales en una localidad de Texas.

El pasado 21 de septiembre, el surfista Fabrizio Stabile, de 29 años de edad y oriundo del estado de Nueva Jersey, murió luego de haberse infectado de una extraña pero letal ameba “come-cerebros”.

Las autoridades locales sospechan que la ameba que pudo haber matado a Stabile es la conocida como “Naegleria fowleri”, misma que es muy rara, ya que en más de medio siglo, solo se han reportado 143 infecciones en Estados Unidos.

Naegleria fowleri comienza a afectar la actividad cerebral de su víctima una vez que entra a su cuerpo por la nariz. Los lugares donde más infecciones de esta ameba se han detectado, son piscinas públicas y aguas termales.

El resort dedicado al surf donde Stabile pudo haberse infectado fue cerrado por las autoridades de Texas como medida preventiva, que se levantará hasta que concluyan las investigaciones.

Por su parte, personal de los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Texas, ya investigan si en la piscina de olas donde se pudo haber infectado la víctima, hay restos de la ameba que puro haberlo matado.

Esta ameba suele encontrarse en lagos de agua dulce, ríos y aguas termales, y aunque es rara, no deja de ser peligrosa.

De acuerdo a medios locales, el 16 de septiembre Stabile cortaba el césped de su jardín cuando, de manera repentina, comenzó a sufrir un intenso dolor de cabeza que, pensó, se quitaría con irse a dormir y descansar.

Sin embargo, al día siguiente, el dolor siguió molestando a Stabile a tal grado, que le fue “imposible caminar o hilar bien sus palabras“.

Fue entonces cuando la madre del joven surfista llamó al número de Emergencias con el fin de que los paramédicos lo llevaran a un hospital cercano, donde le diagnosticaron meningitis bacteriana.

Después de varios días de que el dolor no se fuera a pesar de las medicinas que Stabile estuvo tomando, se determinó que una ameba, la Naegleria fowleri, lo estaba matando lentamente.

Debido a la tardanza de los médicos para diagnosticar la infección, los medicamentos que le prescribieron al joven surfista no surtieron efecto, por lo que murió días más tarde.

En los últimos 55 años, se han diagnosticado solo 143 infecciones por esta ameba en Estados Unidos, lo que revela lo rara que llega a ser.