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ARTE Y CULTURA

7 datos que no sabías sobre los aluxes, los guardianes de la selva en el mundo maya

A finales del mes pasado, los aluxes fueron tendencia nacional cuando Josefa González Blanco (nombrada por el presidente electo López Obrador para dirigir la Secretaría del Medio Ambiente) dijo en una entrevista que estas entidades “son reales”.

Por sus afirmaciones, a la próxima titular de la Semarnat le llovieron burlas y memes en redes sociales. El saber popular identifica a los aluxes como unos duendes mayas que asustan a la gente supersticiosa en videos de YouTube sobre curiosidades paranormales. ¿Pero qué más se puede decir sobre los aluxes?

En seguida presentamos al lector una lista de 7 datos poco conocidos sobre estos mitológicos “guardianes de la selva”:

1. ¿Cómo es un alux?

La palabra alux significa “geniecillo del bosque” o “enano milenario”. Tan enano que no mide más que un niño indígena de 3 o 4 años de edad pero con rasgos de anciano. De acuerdo al Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana, el alux calza alpargata y porta sombrero, hace ruidos extraños cuando se siente amenazado, pero por lo general se distingue su presencia por sus carcajadas.

2. ¿Qué tan viejo es un alux?

La mitología maya sitúa a estos elfos como los primeros pobladores de la Tierra. También hay versiones que dicen que son más viejos que el Sol. Sus descendientes mortales son los enanos, por lo que la cultura maya le atribuía a estas personas una gran importancia en la jerarquía social,

3. Serán de pequeña estatura, pero no son unos debiluchos.

Los aluxes construyeron su propio templo, ubicado en la actualidad en la zona arqueológica de Yaxchilán, Chiapas, justo en la frontera con Guatemala. En sus muros puedes encontrar representaciones gráficas de estos duendes. También se infiere la presencia del alux en la Pirámide de Nohoch Mul, en Cobá.

Yaxchilán (Joaquín Bravo Contreras, CC BY-SA 3.0, https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Yaxchil%C3%A1n.jpg)

4. Son seres nocturnos. No esperes toparte con uno a plena luz del día.

Ya en la noche, supuestamente deambulan entre las milpas, particularmente en aquellos terrenos cuyos dueños les han ofrecido algún tributo como pozol o maíz. En recompensa, secuestran a una deidad de la lluvia (chakoob) para que llueve sobre la milpa y cuidan a los animales. Por eso, no es raro encontrar pequeñas figuras de barro o templos diminutos en varios sembradíos de la Península de Yucatán.

5. Como guardianes de la selva, se dedican a proteger lugares sagrados.

Es por tal motivo que cada que ocurre una tragedia inexplicable, la gente pensaba que había un alux ofendido y hay que apaciguarlo. Esto sucedió a inicios de los 90 cuando se presentaron varias dificultades y accidentes misteriosos en la construcción del puente Cancún-Nizuc. Un chamán maya explicó que una familia de aluxes estaba saboteando la construcción porque presentaba un peligro para el medio ambiente, por lo que recomendó que construyeran un pequeño templo que sirviera de casa a los aluxes justo debajo del puente. Y así lo hicieron.

6. Además de travesuras, ¿pueden provocar algún daño físico?

Se dice que son inofensivos, pero si por alguna razón se sienten insultados o cometes algún delito a sus ojos, “pueden enviarle un aire enfermante que produce escalofríos y calentura”. Así que cuidado y deja un tributo en lugares donde puede asomarse un alux, como en cenotes y grutas.

7. Y a pesar de todo esto…

¡No hay evidencia directa de que los aluxes hayan formado parte de las creencias de los mayas precolombinos! Existen versiones de que el alux fue adoptado por el pueblo maya gracias a la influencia de los piratas británicos que invadían, visitaban o se establecían en el Mar Caribe. En el folclor anglosajón también destacan las leyendas sobre hadas y duendes, por lo que es posible que los piratas hayan contagiado a los mayas con sus supersticiones.