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CIENCIA Y TECNOLOGíA

¿Por qué el altruismo no hace tan feliz a la gente? Estudio lo responde

A corto plazo puede parecer una buena decisión, pero… ¿y a largo plazo?

¿Puede el dinero comprar la felicidad? Esta pregunta ha motivado múltiples estubdios y uno de los más recientes establece que sí, al menos tomando en cuenta el comportamiento prosocial basado en una acción de altruismo. Este fue el experimento y sus resultados.

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Un grupo de investigadores, pertenecientes a la Universidad de Bonn y el Instituto sobre el Comportamiento y Desigualdad de Alemania, además de la Universidad de Harvard, pusieron a prueba la hipótesis de que el comportamiento prosocial promueve la felicidad.

A través del paradigma llamado “Salvar una vida”, desarrollado junto a la organización sin fines de lucro Operation ASHA, especializada en el tratamiento de tuberculosis, los investigadores pidieron a más de 300 estudiantes universitarios que eligieran entre dos loterías binarias con diferentes posibilidades de salvar una vida.

Las opciones de la lotería eran las siguientes: en la opción A, definida como la prosocial, la persona salvaba una vida (con una donación de 350 euros) con un 60% de probabilidad y recibía dinero (100 euros) con un 40%; en la opción B, considerada la egoísta, las probabilidades eran inversas, es decir salvaba una vida con solo un 40% de probabilidad y generaba ganancias adicionales de 100 euros con un 60% de probabilidad.

De acuerdo al estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, cerca del 60% de los estudiantes eligieron salvar vidas (lotería A), lo cual trajo consigo un sentimiento de satisfacción y felicidad.

Sin embargo, el buen sentimiento de aquellos que decidieron salvar una vida, o tomar la opción prosocial, no duró mucho. Un mes después de contactarse con los estudiantes vía correo electrónico, los niveles de felicidad habían caído incluso por debajo de aquellos que decidieron quedarse con el dinero (lotería B).

“A corto plazo, la felicidad puede estar regida por factores viscerales y por el concepto asociado al acto de dar, como la sensación de calidez y una imagen favorable de sí mismo”.

“Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, el acto prosocial en sí mismo podría ser menos destacado y prioritario, y el efecto de las emociones y los pensamientos positivos desaparece. Por el contrario, el dinero puede ser una fuente continua de felicidad si se gasta gradualmente y hay un consumo repartido en el tiempo”, fueron algunas de las conclusiones que los investigadores obtuvieron.

Al final del estudio, las personas más felices fueron aquellas que eligieron la opción de salvar vidas, pero no fueron parte de la lotería y posteriormente se les seleccionó al azar para recibir 100 euros.

“Aunque esto les impidió salvar realmente una vida, no tuvieron que sacrificar el alto pago y pudieron decirse a sí mismos que hicieron todo lo que estaba en sus manos para conseguir el resultado prosocial”, estableció la investigación.

Como consecuencia de este experimento y de las decisiones de cada uno de los participantes, se pagó un total de 40 mil 764 euros a las personas, mientras que a la organización Operation ASHA se le donaron 11 mil 300 euros, lo que resultó en un número estimado de 318 vidas.