El gobierno de Angela Merkel quiere revivir la economía alemana al impulsar el consumo a través de un recorte del impuesto al valor agregado (IVA) para la segunda mitad del año y presenta formas de ayuda estatal para alentar a las empresas a mantener a los empleados en la nómina durante una recesión, lo que ha ayudado a estabilizar el mercado laboral.
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El panorama no es mejor para los fabricantes orientados a las exportaciones, que enfrentaban una menor demanda antes de la pandemia debido a las disputas comerciales entre Estados Unidos y China, incertidumbres relacionadas con la salida de Reino Unido de la Unión Europea y un sector automotor que lidia con un costoso cambio a vehículos eléctricos.
El gobierno espera que la economía se contraiga un 6.3% este año, lo que traería consigo su recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial.
Una recuperación lenta y dolorosa, hasta para Alemania
Los pedidos industriales de Alemania repuntaron moderadamente en mayo y una quinta parte de las empresas de la mayor economía de Europa dijo en una encuesta publicada el lunes que temía la insolvencia, lo que se suma a las expectativas de una recuperación lenta y dolorosa de la pandemia de coronavirus.
Alemania ha soportado la pandemia mejor que otros grandes países europeos, registrando menos muertes por COVID-19, y su economía se ha mostrado relativamente resistente a más de seis semanas de confinamiento gracias a generosos paquetes de estímulo y la decisión de mantener abiertas las fábricas y los sitios de construcción.
Pero datos que mostraron que los pedidos industriales crecieron un 10.4% durante el mes en que las restricciones se levantaron gradualmente -casi un tercio menos de lo previsto en una encuesta de Reuters- desvanecieron las esperanzas de un rápido retorno a la actividad comercial previa a la crisis.
La recepción de pedidos fue un 30.8% menor que en febrero, antes de que se impusieran medidas de confinamiento para frenar la propagación del coronavirus, y casi un 30% más débil que en mayo de 2019.
Los temores a una lenta recuperación se vieron agravados por una encuesta del instituto económico Ifo que muestra que el 21% de las empresas teme que la pandemia pueda obligarlas a cerrar, lo que aumenta las expectativas de que insolvencias masivas afecten a la economía en los próximos meses.
El sector de servicios es el más afectado, sostuvo Ifo. Alrededor del 85% de los agentes de viajes y operadores turísticos dijeron que enfrentan la amenaza de insolvencia, seguidos por un 76% de los hoteles y un 67% de los restaurantes.
Con información de Reuters.