Las semillas de ajonjolí están presentes en muchas de nuestras cocinas. Sin embargo, no siempre tienen la atención que merecen en nuestra dieta. Hoy te diremos todos los beneficios del ajonjolí.
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No hay que fingir: una mayoría de las personas solo consume el ajonjolí cuando viene espolvoreado en el pan de las hamburguesas. Sin embargo, a pesar de tener un papel menor en nuestra dieta moderna, esta semilla tiene una gran historia, además de que cuenta con enormes cualidades que le convierten en un superalimento.
El ajonjolí o sésamo es una semilla originaria de India y África. Es uno de los cultivos más antiguos que se conocen y se le cosecha desde hace al menos 3 mil años.
El ajonjolí aporta proteína, calcio y hierro. (Fuente: Pixabay)
Desde la Antigüedad era famoso por su aceite y por la energía que aportaba. Y no es para menos: tan solo 100 gramos de esta semilla aportan más de 500 calorías.
La semillas de ajonjolí tiene una enorme cantidad de grasas saludables que ayudan a controlar el colesterol. No es casualidad que el aceite de ajonjolí sea tan apreciado en la cocina asiática.
Otro gran aporte del sésamo es la proteína: 100 gramos de esta semilla contienen más de 16 gramos de proteína. Además, el ajonjolí aporta metionina, un aminoácido esencial que no está presente en muchas legumbres. Por ello, su consumo es ideal para aquellos que practican una dieta vegana.
Igualmente, el ajonjolí es famoso por las enormes cantidades que aporta de calcio. Además, contiene hierro, zinc y vitaminas E y B.
El ajonjolí se puede espolvorear en guisos, ensaladas y pastas.
¿Cómo consumir el ajonjolí?
Una de las grandes ventajas del ajonjolí es que no suele modificar el sabor de un alimento. Por ello, se puede añadir a una gran variedad de recetas para fortalecerlas, sin alterar su sabor.
El ajonjolí se puede espolvorear en las ensaladas, las pastas, los panes y los guisos como el mole. Incluso se puede añadir en el yogur y los licuados de frutas. Su adición ayudará a saciarnos más fácilmente.
Otra forma de consumir el ajonjolí es a través de su aceite, que se distingue por su enorme sabor. Por último, si preparas hummus casero, no dudes añadir una cucharada de sésamo a la receta. Es muy frecuente que algunos hummus disponibles en el supermercado ya incluyan esta semilla.
