Pobladores de la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan, en Hidalgo, quemaron vivas a dos personas (un hombre y una mujer) porque se despertó la sospecha de que eran robachicos.
Todo comenzó cuando unas personas señalaron a la pareja por un supuesto intento de robarse a un niño de 11 años. Los que escucharon la alarma se abalanzaron sobre estas personas, los detuvieron. Luego los golpearon y los amarraron. Finalmente, les prendieron fuego. El varón falleció en el lugar y la mujer resistió hasta llegar al Hospital Regional de Tula-Tepeji, en donde murió por quemaduras graves.
La policía municipal no intervino en el momento de los hechos, pero la Procuraduría del Estado de Hidalgo (PGJEH) ya abrió una carpeta de investigación sobre el caso.
Hace unos días, hechos muy similares ocurrieron el Puebla. El miércoles 29 de agosto de 2018, un grupo de personas retuvo a dos hombres, que también fueron señalados por haber intentado robarse a un par de niños. La policía trasladó a los supuestos malhechores al Centro de Readaptación Social de Acatlán de Osorio para salvarlos de la furia colectiva, pero no fue suficiente. La turba llegó a la cárcel, rompió la puerta y sacó a los detenidos. Afuera de la prisión los golpearon, les echaron gasolina y los quemaron vivos.
De acuerdo con la Dra. Elisa Godínez, especialista en el tema, las estadísticas señalan un aumento en el número de linchamientos en México durante las décadas recientes. En su investigación doctoral, que analizó casos de linchamientos ocurridos entre 2006 y 2012, la Dra. Godínez descubrió que:
Los linchamientos en México suceden porque los gobiernos no atienden la emergencia cuando está sucediendo y por el hartazgo ante la impunidad y la falta de justicia en un contexto de permanente inseguridad y altos niveles de criminalidad” (fuente: revista Horizontal).
En el sexenio anterior, hubo un total de 134 linchamientos registrados en prensa, medios locales y comunicados oficiales de autoridades locales. El año con más incidencias fue el 2010 con 40 linchamientos, que también se trató de uno de los más violentos del sexenio, en el que hubo 25 mil 757 homicidios. En segundo lugar quedó el año 2011, con 24 linchamientos y 27 mil 213 homicidios dolosos.
Uno de los problemas que implica el fenómeno de los linchamientos es que, por su inmediatez (alguien señala a otro y la multitud ejerce “justicia” por su propia mano), no hay oportunidad de comprobar si las acusaciones son válidas o si se trata de una falsa alarma.
