Toby, un perrito color gris, fue encontrado cerca de un taller mecánico en Corea del Sur, solitario y muy probablemente abandonado por su anterior dueño.
Se lo llevaron a un albergue que se encontraba saturado debido a que era pleno invierno, por lo que Toby tuvo que estar la mayor parte del tiempo en una casita de perro en la parte de afuera.
Eventualmente, la organización Band For Animal rescató a Toby de ese refugio temporal, para evitar que volviera a la calle y estuviera en riesgo de ser consumido como carne en el mercado negro coreano.
Toby permaneció en la casa de seguridad de la organización y después voló a los Estados Unidos, donde se quedó con una familia adoptiva temporal.
Sin embargo, la fortuna de Toby fue que llegó a la casa de Ann Hoang, una mujer que quería adoptar a un segundo perro, pero que dudaba si podría lograr manenerlo, por lo que ella y su esposo intentarían adoptar temporalmente primero para probar.
Hoang y su esposo acordaron que, si la propuesta funcionaba, eventualmente adoptarían un segundo perro rescatado. Ese era el plan, hasta que conocieron a Toby.
Cuando llegó Toby por primera vez a su hogar temporal, estaba muy asustado e inseguro de sus nuevos compañeros. No salía de la jaula, y cuando así lo hizo, no quería sentarse o acostarse.
Toby solo miraba fijamente a todos los miembros de su nueva familia, pero ellos fueron pacientes y le dieron suficiente amor y atención. Así, Toby se enamoró de su hogar de tránsito, y más aún de su padre adoptivo.
Al principio, mi esposo estaba inseguro sobre Toby porque era muy tímido y era nuestra primera experiencia adoptando temporalmente a un perro”, dijo Ann a The Dodo. “Sin embargo, para la primera tarde que estuvo aquí, Toby se sentó junto a él y lo miró con sus ojos de cachorro, y mi esposo vió la benevolencia de Dios en su rostro. Toby se apegó a mi esposo muy rápido muy rápido a partir de ahí”.
Pronto, la personalidad de Toby comenzó a brillar y todos los miembros de la familia se sintieron cómodos con él. Cuando dos familias acordaron una cita para ver a Toby, Ann se dió cuenta que eso no sería muy fácil. En especial para su esposo.
Sólo había pasado una semana y mi esposo y Toby eran inseparables. Mi esposo es una persona muy gentil, siempre poniendo a los demás antes que a sí mismo. Nunca ha pedido nada o querido nada a cambo. Toby era la primera experiencia en la que veía como se le rompería el corazón sin él”, dijo Hoang.
Así, Ann decidió que adoptaría oficialmente a Toby para darle una sorpresa a su esposo. Una encargada para revisar el nuevo hogar del perro posó como una potencial madre adoptiva y llegó a casa de los Hoang, y le dió una carta de rescate al esposo de Ann para que la leyera.
Cuando comenzó, y se dió cuenta de lo que estaba sucediendo, se conmovió inmediatamente.
Oh Dios mío, pensé que sería muy feliz pero ni en un millón de años pensé que lloraría tanto”, dijo Ann. “Nunca lo había visto reaccionar de esta forma antes. Es muy sensible pero esto fue más de lo que yo jamás había visto”.
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