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SALUD

El sexo: Una adicción sumamente PELIGROSA

La adicción al sexo no está formalmente nombrada dentro del campo de los desórdenes mentales, pues a pesar de que se ha escrito y estudiado mucho sobre ella en círculos de psicología y consejería, no forma parte del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.

La adicción al sexo se describe como una necesidad compulsiva de realizar actos sexuales con el fin de lograr el tipo de “refugio o solución” que una persona con trastorno por consumo de alcohol obtiene de la bebida, por ejemplo. Es decir, se trata de un comportamiento sexual compulsivo.

Adicción al sexo, que es y sus características

Para algunas personas, la adicción al sexo puede ser peligrosa y provocar dificultades en las relaciones, pues como alguien adicto a las drogas o el alcohol, una persona con adicción al sexo puede alterar significativamente su vida y actividades para realizar actos sexuales varias veces al día y no puede controlar su comportamiento, a pesar de las consecuencias negativas.

Se cree que una persona con adicción al sexo buscará múltiples parejas sexuales, aunque esto en sí mismo no es necesariamente un signo de un trastorno. Pero también puede manifestarse como una necesidad compulsiva de masturbarse, ver pornografía o estar en situaciones sexualmente estimulantes.

Dado que el diagnóstico es controvertido, la única característica identificable es el hecho de ocultar comportamientos e incluso puede mantener en secreto la afección a cónyuges, parejas y miembros de la familia. Pueden mentir sobre sus actividades o participar en ellas en momentos y lugares en los que nadie los descubrirá.

Estos comportamientos pueden ser alguno de los siguientes:

  • pensamientos y fantasías sexuales crónicas y obsesivas
  • relaciones compulsivas con múltiples parejas, incluidos extraños
  • mentir para cubrir comportamientos
  • preocupación por tener relaciones sexuales, incluso cuando interfiere con la vida diaria
  • incapacidad para detener o controlar los comportamientos
  • ponerse a sí mismo o a otros en peligro debido al comportamiento sexual
  • sentir remordimiento o culpa después del sexo

Una persona con adicción al sexo se enfrenta a una serie de desafíos únicos, pero al mismo tiempo, en realidad no hay un diagnóstico con criterios y tratamiento basado en evidencia científica, por lo que se considera un diagnóstico controvertido.