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CRIMEN Y SEGURIDAD

Acusan a sacerdote católico y dominatrices que tuvieron sexo sobre un altar

Luego de ser detenido, el sacerdote fue expulsado de la Iglesia Católica y el altar fue incinerado

Un exsacerdote y dos trabajadoras sexuales fueron acusados esta semana de vandalismo por tener relaciones sexuales sobre el altar de una iglesia católica en Pearl River, Luisiana.

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Los hechos ocurrieron en septiembre de 2020, cuando un transeúnte sorprendió a los involucrados en el interior del recinto religioso en pleno acto sadomasoquista y contactó a las autoridades.

Según medios locales, los detenidos fueron identificados como Mindy Dixon, de 41 años, Melissa Cheng, de 28, y Travis Clark, de 37. El señor Clark era el sacerdote de esta iglesia de San Pedro y Pablo, y también capellán de una escuela católica.

Fue el padre Clark quien se puso en contacto con las dos trabajadoras sexuales, quienes se especializan como dominatrices en actividades fetichistas tipo BDSM.

Luego de que la iglesia cerrara sus puertas al público, el sacerdote las invitó a tener sexo sobre el altar y a grabar sus acciones en video, ignorando que alguien se había percatado de lo ocurrido a través de una ventana.

Los tres sujetos fueron detenidos y acusados en un inicio de obscenidad por exhibición en un lugar público. El fiscal del distrito luego redujo el cargo a vandalismo por los daños ocasionados al inmueble.

“El Fiscal de Distrito ha elegido bien en no presentar cargos de obscenidad contra mis clientes,” dijo el abogado que representa a las dos mujeres. “En cambio, después de esperar casi seis meses, el Estado ha decidido seguir adelante con un cargo menor de ‘vandalismo institucionalizado’.”

“Es evidente que el Estado hizo todo lo posible por distorsionar los hechos de este caso para que se ajustaran a su propia narrativa.”

El abogado alegó que las acciones del sacerdote y las trabajadoras sexuales eran de carácter privado y siempre dentro de los límites de la ley. Al contrario, señaló que la privacidad de sus clientes fue el único derecho violado en este caso.

No obstante, el señor Clark fue expulsado de la iglesia un día después de su detención, mientras que el altar “contaminado” fue incinerado por las autoridades eclesiásticas.

El arzobispo Gregory Aymond acusó a Clark de ser “infiel a su vocación”, de violar “su compromiso con el celibato” y hacer usos de artículos sagrados “para hacer cosas demoníacas”. La Iglesia instaló un nuevo altar en el recinto.

Los tres detenidos se encuentran en libertad tras pagar una fianza, y en caso de ser hallados culpables, la máxima sentencia sería un multa.

Melissa Cheng, una de las mujeres acusadas, abrió una página en GoFundMe, alegando que este caso la ha tenido bajo una carga de estrés crónico, ha tenido varias pesadillas y ha detonado un trastorno psicológico que ya tenía controlado. Dijo:

“Entiendo que la gente puede estar molesta por esta situación, pero eso no hace que esta conducta sea ilegal o criminal de ninguna manera. Suplicaría a cualquiera que busque emitir un juicio que dirija su energía a otra parte.”

La dominatrix dijo que le parecía “ridículo” que su privacidad haya sido vulnerada y sea ella la que esté en problemas. “Tal vez la gente no debería fisgonear en las ventanas y luego quejarse de lo que ve, especialmente por la noche”.