Una costumbre muy mexicana es la peregrinación a la Basílica para ver a la Virgen de Guadalupe. Sin embargo, una abuelita decidió hacer el viaje desde más lejos: Italia.
La peregrina extranjera de 94 años de edad se llama Emma Morosini y su firme intención es llegar a la Basílica de Guadalupe en la ciudad de México.
Emma realiza este largo viaje de peregrinación para ver la Virgen de Guadalupe con un firme objetivo: pedir por los jóvenes y la paz mundial.
El viaje ha sido largo y nada fácil. La abuelita peregrina lleva actualmente más de 400 km a recorrido a pie. Solo Protección Civil del municipio de San Luis Potosí se ha acomedido, apoyándola en su paso por la región. Aunque se espera que más corporaciones se sumen a respaldar la empresa de Emma para que ella llegue con bien a su destino.
Por ejemplo, se sumó la Policía Federal a banderar el paso de la abuelita peregrina, a quien todavía le falta un largo camino por recorrer.
Sin embargo, no se debe cometer el error de pensar que Morosini es una improvisada en el tema de la peregrinación. Desde hace 23 años ha hecho peregrinaciones caminando más de 1000 kilómetros a Lourdes en Francia; Fátima de Portugal; Tierra Santa o Brasil. Y ahora lo tocó el turno a la Virgen de Guadalupe, en México.
De hecho, su última escala la hizo en el Santuario de Luján en Argentina, a 1200 kilómetros.
La razón por la que Emma decidió hacer la esta serie de peregrinaciones es por su salud. Hace 23 años su vida peligraba, y en esas condiciones inició un viaje de más de mil kilómetros.
En esas circunstancias, le prometí a la Madre de Dios que si me recuperaba tendría que ir a Lourdes, confiesa Morosini.
Su primera peregrinación fue Lourdes, en aquel entonces tenía 70 años.
Estos viajes como rutina la hacen feliz; diariamente sale a la ruta a las 6 de la mañana y camina cuatro o cinco horas. El resto del día descansa. En una bolsa lleva pan, agua y leche en polvo, los únicos alimentos con los que se mantiene.
Vía Zócalo
