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FAMILIA

“Los perros o yo”, amenazó a su esposa… ahora ella vive sola con sus perros

La noticia extraña de hoy sucedió en el Reino Unido. Una pareja que llevaba 25 años de casados decidió separarse porque la esposa, Liz Haslam, se negó a escoger a su esposo en el ultimatum que le dio: “los perros o yo”.

La mujer de 49 años tiene más de 15 perros bajo su cuidado en una casa de dos dormitorios. Desde hace años, Liz se dedica, a través de su asociación caritativa Bedsforbullies, a salvar bull terriers gravemente heridos o maltratados.

En este santuario, Liz cuida y protege a terriers que fueron maltratados (ha acogido, incluso, a perros heridos de bala), para darles una nueva oportunidad. Una vez que los perros están en condiciones óptimas de salud, busca reubicarlos a otros hogares cariñosos y responsables.

Se trata de una trabajo agotador que le consumía la mayor parte del día:

“Es un trabajo muy demandante: no puedes simplemente tomarte unas vacaciones. Hay días en los que no descanso sino hasta las 11:30 de la noche. Y no puedo simplemente darme la vuelta y decir que ya no quiero hacerlo más: es mi responsabilidad, yo acogí a estos perros, no puedo nada más parar. Los acogí para cuidarlos y he salvado a perros de todo el mundo con heridas graves, baleados incluso.”

Con estos argumentos, se entiende que la esposa decidiera cuidar de sus perros en vez de seguir con su marido. A pesar de eso, la noticia es bastante impresionante: la pareja llevaba casada más de 25 años y tienen un hijo de 22 años.

“Mi hijo ya está grande y se puede cuidar solo. Mi pasión por los perros es demasiado grande y mi esposo sabía esto cuando nos casamos. En realidad, no sé qué es lo que esperaba. Me dijo que se iba a ir, que ya había encontrado otro lugar donde quedarse, empacó sus maletas y se fue.”

Desde entonces, la pareja no ha vuelto a hablar. Pero Liz tiene, por ahora, problemas más grandes que atender… su casero también quiere que se vaya de la propiedad por los problemas que causa su enorme jauría de perros y sus otras mascotas. Liz también tiene un perico y una guacamaya.

Al parecer, el amor por los animales de esta mujer fue mucho mayor que el amor por su pareja… ¿ustedes creen que hizo lo correcto?