A finales de enero de 1968 se dispararon las primeras balas de la batalla más discutida y trascendental de la guerra de Vietnam.
Justo durante las celebraciones del Tet la sagrada fiesta del año nuevo vietnamita. Las fuerzas armadas del Norte de Vietnam y el vietcong como eran conocidos los milicianos comunistas quienes tenían años perdiendo terreno y sitios estratégicos de la guerra a manos del Sur apoyado por Estados Unidos, atacaron 38 de las 52 capitales provinciales de Vietnam del Sur, cinco ciudades autónomas, 72 capitales de distrito y 23 bases militares, además de tomar la embajada de Estados Unidos en Saigón, mostrando su real vulnerabilidad y acaparando con ello la atención mundial.
Durante años, el conflicto se había desarrollado en medio de combates aislados y muchos momentos de inactividad interrumpidos por algunos minutos de lucha sangrienta.
La estrategia del norte fue la fórmula del desgaste y tuvieron éxito atacando la moral estadounidense, generando una tensa espera que destrozaba los nervios de los soldados y los enfurecía provocando el consumo desmedido de drogas en las tropas.
El General Nguyen Giap lideró la guerra contra el sur y contra los americanos encabezados por el General William Westmoreland. Nguyen Giap tenía claro que siempre estaría en desventaja en combates convencionales frontales y decidió que era necesario un golpe de gracia que rompiera con la intención de Estados Unidos de continuar con la Guerra.
El plan del general norvietnamita fue lanzar la ofensiva en plenas fiesta del Tet, el año nuevo en Vietnam. El ataque tenía que ser rápido, sorpresivo y de extenso alcance.
El General William Westmoreland respondió con todo el arsenal estadounidense y en un par de semanas Estados Unidos barrió a las fuerzas comunistas.
La ofensiva del Tet duró cuatro semanas, y aunque Vietnam del norte perdió la batalla fue un punto de inflexión porque significó la primera gran derrota de Estados Unidos en la historia.
Con información de Octavio Valdez
HVI