Este 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco. En México cada año mueren 43 mil personas por fumar y de ellos, cinco mil, son del tipo pasivo.
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Para José Luis Chanona el primer acercamiento con el cigarrillo fue a través de sus amigos.
Ah, sí, mis amigos ya fumaban antes de que yo empezara a fumar. Los amigos fumaban, la novia”, recordó José Luis.
Es decir, José Luis era un fumador pasivo. Luego, a los 20 años, adquirió el hábito. Actualmente recibe tratamiento médico por un tumor.
Hoy se sabe que ser fumador pasivo es tan peligroso como tener el hábito.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren seis millones de fumadores y también otras 890 mil personas por tener contacto diario con quienes fuman.
El humo del tabaco es uno de los contaminantes más tóxicos que existen. Tiene varios miles de partículas dentro de las que están cuando menos, unas 60 cancerígenas. Además de las partículas sólidas, gases, gases principalmente el monóxido de carbono. El monóxido de carbono es muy tóxico porque reduce la oxigenación de la sangre. Productos de la combustión completa, algunos de los elementos que están en el tabaco, provienen del mismo tabaco o de los fertilizantes con el que se cultiva”, explicó el doctor W. Zínser, oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología.
El tabaco provoca más de 20 padecimientos, entre ellos Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), infartos al corazón, accidentes cerebrovasculares y cáncer en órganos como pulmón, garganta o vejiga.
Estos mismos riesgos enfrentan los fumadores pasivos, incluso mujeres embarazadas.
Entre menor es la edad de la persona, mayor es el riesgo. Todas estas sustancias que producen cáncer estos gases tóxicos en una mujer embarazada por ejemplo hacen que el daño en su bebé en gestación sea enorme. Los hijos de las mujeres que están casadas con fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer en la niñez o adolescencia, son niños que tienen más problemas, porque entre menor es la edad de la persona es más inmadura desde el punto de vista biológico”, agregó el doctor Juan. W. Zínser, oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología.
En tanto, los niños pueden desarrollar infecciones de vías respiratorias y cuadros de asma, además de una mayor propensión a la adicción a la nicotina.
Pero los riesgos no terminan ahí. Se cree que abrir una ventana al fumar, salir por unos minutos o prender un cigarrillo cuando no está la familia elimina los riesgos, pero no es así.
Esto provoca el tabaquismo de tercera mano.
Sino que todas estas partículas que contiene el tabaco se queda en los textiles, en los tapetes, en las cortinas en las paredes. Se ha medido años después de que alguien fumó en algún lugar, como todavía persisten en el medio ambiente partículas del humo del tabaco y esas partículas no están ahí de manera inerte. Siguen reaccionando con el medio ambiente y causando daño”, concluyó el doctor Juan W. Zínser, oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología.
Por ello los especialistas recomiendan dejar de fumar de manera definitiva.
Con información de Juan José Alvarado
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