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SALUD

20 señales de que tienes estrés y qué hacer para aliviarlos

En algún momento de nuestras vidas, todos hemos sentido estrés por los síntomas que causa en nuestro cuerpo. Los especialistas en la salud mental indican que el primer paso para solucionar el problema es aprender a identificarlo.

Aquí enlistamos 20 síntomas de que probablemente sufres de estrés, indicados por la Clínica Mayo:

Efectos comunes en el cuerpo

  • Dolor de cabeza
  • Tensión o dolor muscular
  • Dolor en el pecho
  • Fatiga
  • Cambios en el deseo sexual
  • Malestar estomacal
  • Problemas de sueño

Efectos comunes en el estado de ánimo

  • Ansiedad
  • Agitación
  • Falta de motivación
  • Dificultad para concentrarse
  • Agobio
  • Irritabilidad o ira
  • Tristeza o depresión

Efectos comunes en el comportamiento

  • Comer en exceso o comer poco
  • Arranques de ira
  • Abuso de alcohol o de drogas
  • Consumo de tabaco
  • Retraimiento social
  • Hacer menos ejercicio

La presencia aislada de cada uno de estos síntomas puede tener por origen causas distintas al estrés, por lo que, para estar seguro, es necesario consultar a un especialista en salud mental. Otra forma de saber qué ha provocado los cambios, en nuestro cuerpo o en nuestro comportamiento, es emprender algunas actividades que alivian el estrés. Si los síntomas desaparecen, lo más seguro es que eso era lo que estaba causando el malestar.

Realizar alguna actividad física regular, ejercitar técnicas de relajación, alimentar el sentido del humor, frecuentar amigos o familiares y reservar un momento del día para algún pasatiempo son ejemplos de lo que puede hacer la diferencia en la calidad de vida.

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones amenazantes. No importa si lo que está frente a nuestros ojos es una pantera furiosa o un examen de grado, el cuerpo reaccionará produciendo las mismas sustancias. Los problemas de salud suelen aparecer cuando el ambiente estresante se extiende a lo largo de los días.

A fin de cuentas, el estrés es un proceso de interacción entre el entorno y nuestra respuesta ante él. Por eso es muy importante aprender a controlar la forma en que reaccionamos frente a diversas circunstancias. Adelantarse a la serie de problemas que podría generar un conflicto en nuestra vida puede magnificar o multiplicar la respuesta primera ante un estímulo simple. Por ejemplo: si un alumno recibe una nota baja y piensa en cómo eso podría llegar a disminuir sus probabilidades de obtener trabajo al salir de la escuela; y, de ahí, salta a que decepcionará a sus padres y no logrará cumplir sus sueños de vida, es posible que su respuesta al estímulo real (una nota baja) sea desmedida. Si a ese tipo de problema se suma una mala alimentación o hábitos sedentarios, las herramientas para responder de forma adecuada serán escasas y débiles. Por eso es importante llevar una buena dieta y acostumbrar al cuerpo a estar relajado.