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Video: Así fue la histórica Marcha del Silencio de 1968

La histórica “Marcha del Silencio”: Un 13 de septiembre de 1968, miles de mexicanos salieron a las calles a manifestarse en silencio absoluto...

Un viernes 13 de septiembre de 1968, miles de mexicanos salieron a las calles a manifestarse en silencio absoluto… fue la histórica “Marcha del Silencio”, la marcha que puso al gobierno de Díaz Ordaz entre las espada y la pared, pero ¿por qué se realizó?

La marcha fue organizada por lo integrantes del movimiento estudiantil de 1968, fue convocada por el Consejo Nacional de Huelga (CNH) como una manifestación pacifista. La marcha se realizó como protesta ante el desalojo violento de la Plaza de la Constitución (el Zócalo de la Ciudad de México) que había sido ocupado por estudiantes.

Durante ese desalojo (que se hizo el 23 de agosto de 1968) se realizaron detenciones arbitrarias, hubo actos de brutalidad policial y de otras autoridades como soldados (incluso hubo la presencia de tanques).

El silencio se pensó como una manera elocuente, aún más que “las palabras que acallaron las bayonetas” (eso decía un panfleto que se usó para difundirla) y como una alusión al silencio del presidente Gustavo Díaz Ordaz en su cuarto informe de gobierno sobre las peticiones del movimiento.

En su informe de gobierno, Díaz Ordaz declaró:

hemos sido tolerantes hasta excesos criticados, pero todo tiene un límite y no podemos permitir ya que se siga quebrantando irremisiblemente el orden jurídico como a los ojos de todo mundo ha venido sucediendo.

¿Era esta una afrenta?, ¿una amenaza? Probablemente sí.

La Marcha del Silencio. 1968. Material de Archivo. (Noticieros Televisa).

El propio gobierno de Díaz Ordaz intentó disuadir a la gente de ir a la Marcha del Silencio… pero no lo logró. Ni siquiera después de tener el apoyo de todo el Senado, ni el aplauso de los presentes en la inauguración del Palacio de los Deportes.

Según palabras de Ramón Ramírez en su libro El movimiento estudiantil de México, de nada le sirvió al gobierno que un día antes varios helicópteros sobrevolaran la ciudad dejando caer:

volantes firmados por supuestas uniones y sociedades de padres de familia de la UNAM e IPN, en los que recomendaba [a padres de familia impedir que sus hijos] participaran en la manifestación silenciosa, porque serían enfrentados con el Ejército.

La Marcha del Silencio. 1968. Material de Archivo. (Noticieros Televisa).

El silencio fue un arma nueva, una que resultó muy eficaz, pues con él y el orden con el que se llevó a cabo la marcha, le quitaron los argumentos al gobierno mexicano que acusaba al movimiento estudiantil de ser extremista, desordenado y violento. ¿Con qué cara iban a seguir repitiendo la misma información tan maliciosamente difundida? 

La marcha inició en las inmediaciones del Museo Nacional de Antropología, en el Bosque de Chapultepec. El contingente fue encabezado por un camión que traía un retrato de Emiliano Zapata y una bandera nacional.

La Marcha del Silencio. 1968. Material de Archivo. (Noticieros Televisa).

En la columna se sumaron 83 escuelas. Algunos asistentes llevaban la boca cubierta, otros, tenían una cinta en los labios en forma de cruz. No solo había estudiantes, también ciudadanas y ciudadanos que los apoyaban. Se realizó una columna humana que protegía a los participantes de la marcha… no iba a haber sorpresas por parte de infiltrados, no esta vez, los estudiantes querían estar seguros de eso.

Según un reporte de la Dirección Federal de Seguridad:

Llegaron a la Plaza de la Constitución en número de 40,000 personas, calculándose un 10% de sexo femenino, un 25 del pueblo en general, entre éstos 100 taxistas con sus familias, petroleros, ferrocarrileros, campesinos de la CCI Comunista, habitantes del poblado de Topilejo DF, comerciantes en pequeño, vendedores ambulantes, electricistas, padres de familia, etc., el resto lo formaban estudiantes de la UNAM, IPN, Nacional de maestros, Chapingo, Universidad de Puebla, Veracruz, Iberoamericana.- La marcha desde su inicio, se realizó en todos sus aspectos en un completo orden, mediante una atinada organización, amén de que por su carácter de silenciosa, se guardó entre los integrantes de la manifestación un absoluto silencio.

La Marcha del Silencio. 1968. Material de Archivo. (Noticieros Televisa).

Los muchachos llevaban los dedos y los brazos con forma de “V”, era la letra inicial de la palabra “venceremos”. Y lo hicieron, por lo menos en ese momento, porque ni policías, ni soldados, ni granaderos, ni porros, ni provocadores pudieron interferir con ella, la tercera marcha multitudinaria del movimiento del 68 (la última así de grande antes de la matanza).

Según Carlos Monsivais, en Días de Guardar, las tretas del gobierno no servían porque los estudiantes ya habían:

invadido los restaurantes, las salidas de las fábricas, los mercados, las casas, las tiendas, las aceras, los camiones, las bardas. La inmovilidad ciudadana; hacen cadenas de manos para convencer a los automovilistas, trabajan la noche entera sobre los mimeógrafos; pasan a máquina sus volantes; discuten con sus padres a la hora de la comida; empiezan a leer a Fanon y a Marcuse; pegan engomados, entablan conversaciones con los desconocidos, anhelan desmentir los infundios. Pueden ser torpes, reiterativos, enfáticos, ingenuos. Tienen en su favor una virtud básica: no dependen para su lealtad de otro argumento ajeno a la fe primera: democratizar al país

La Marcha del Silencio. 1968. Material de Archivo. (Noticieros Televisa).

Según Gustavo Castillo García en El Silencio, más elocuente que las bayonetas, los estudiantes repartieron un volante que decía:

Pueblo mexicano: puedes ver que no somos unos vándalos ni unos rebeldes sin causa, como se nos ha tachado con extraordinaria frecuencia. Puedes darte cuenta de nuestro silencio, un silencio conmovedor, un silencio que expresa nuestro sentimiento y a la vez nuestra indignación

La Marcha del Silencio. 1968. Material de Archivo. (Noticieros Televisa).

Por cierto, La Marcha del Silencio terminó sin incidentes… no así el mitin del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en donde veríamos la peor cara del gobierno de Díaz Ordaz, pues se realizaría una masacre, una matanza, en el pleno corazón de la Ciudad de México, en la capital del país y ante la mirada atónita de cientos de testigos.

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