Inicio  /  Especiales

Usain Bolt, el ‘relámpago’ eterno que iluminará los Juegos Olímpicos y el deporte mundial

Usain Bolt es leyenda de los Juegos Olímpicos y del deporte, por lo que te dejamos su historia y sus medallas conseguidas

Uno de los símbolos más representativos -sino es que el que más emblemático- de los Juegos Olímpicos es el pebetero. Su fuego representa una luz para el mundo y para la propia justa; sin embargo, desde 2008, en la historia del deporte brilla una luz que será eterna, sin importar el tiempo transcurrido o el lugar donde se le vea, la del “relámpago” de Jamaica: Usain Bolt. 

Te recomendamos: Nadia Comaneci: El doloroso costo del 10 perfecto

Hablar de Usain Bolt es hacerlo de una leyenda viva del deporte y del olimpismo. Su relevancia ha traspasado fronteras y su figura es reconocida en prácticamente cualquier región del mundo, pero… ¿quéhace tan especial a Bolt? 

La importancia de Usain no radica solo en su velocidad. La leyenda de Bolt se ha erigido gracias a una mezcla de diversos factores, mismos que involucran su vida personal, los retos superados, su poderío físico y, por supuesto, los récords registrados nunca antes vistos por el ser humano. 

El inicio de la carrera de Usain Bolt

Usain Bolt es un apasionado del deporte, por eso es leyenda del mismo, y eso quedó claro desde muy joven, cuando en su natal Jamaica (una isla en el Caribe) no pensaba en otra cosa, así lo ha reconocido él mismo. 

Sin embargo el interés de Bolt por el deporte no nació y se desarrolló puramente en el atletismo. Durante su juventud, Usain era un fiel seguidor del críquet, del basquetbol y del futbol e incluso se escapaba de sus entrenamientos para poder jugar estos deportes, pero al final, como se dice, el tiempo pone a cada quien en su sitio, y el del jamaiquino era en la pista, donde estaba destinado a la grandeza. 

Apoyado de figuras del atletismo de su país natal, como Asafa Powell y Don Quarrie, Bolt entendió de mejor manera que lo suyo era correr, más rápido que todos, y era ahí donde debía centrarse más allá de su interés o gusto por otros deportes y actividades, aunque eso no evitó que en ocasiones protagonizara momentos infantiles, como esconderse detrás de un autobús, antes de final de 200 metros planos, durante el Campeonato Juvenil de Debrecen (2001), lo cual hacía pensar que el joven Bolt no se tomaba con toda seriedad el atletismo. 

Conscientes del gran potencial de Usain, pero también de su falta de disciplina en aquella época, Bolt se estableció en Kingston, capital de Jamaica, por decisión de sus entrenadores, y a partir de ahí la historia comenzó a cambiar. 

En 2002, con 15 años de edad, el jamaicano atrajo la mirada a nivel internacional al ganar los 200 metros planos en el Campeonato Mundial Juvenil (repitió en 2003), lo que le permitió convertirse en el medallista de oro junior más joven de la historia, y a partir de ahí, parece centrarse plenamente en el atletismo. 

Usain Bolt, un cuerpo diseñado para NO correr

Las hazañas deportivas de Bolt se pueden suponer debido a su anatomía, pero en realidad el atleta tuvo que sobreponerse a ella y adaptarla para conseguir todo su éxito.

Aún siendo un adolescente, al corredor se le diagnosticó con escoliosis, una curvatura anormal de la columna vertebral que provoca que su pierna derecha sea media pulgada (1.27 centímetros) más corta que la izquierda, lo cual atrajo problemas como lesiones y una pisada desigual. 

Durante su carrera, Bolt tuvo que lidiar con el problema de la escoliosis, por lo que, a través de masajes y entrenamiento su equipo, pudo sortear las dificultades.

Por su parte, la estatura del “Relámpago Bolt” también significó un problema. Su 1.95 metros de altura y una zancada larga podrían parecer una ventaja, pero lo cierto es que en pruebas de explosividad esto perjudica, ya que lo vuelve más pesado. En comparación, el biotipo ideal de un velocista se encuentra entre el 1.80 y 1.85 metros de estatura. 

Para solucionar este ‘inconveniente’, el jamaiquino apostó por la potencia por medio de la adquisición de mayor tejido blanco en sus músculos, lo cual le permite contraerlos con mayor rapidez y producir energía con menos cantidad de oxígeno. 

Considerando esto, se entiende que el inicio de las carreras de Usain fuera lento, ya que le costaba arrancar, pero, una vez que adquiría potencia, no había quién se le pudiera comparar. 

Bolt: la leyenda (casi) infalible

Usain Bolt maravilló al mundo y forjó su leyenda durante los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016, volviéndose (casi) imbatible en estas ediciones, lo cual ayudó a realzar su imagen de siempre ganador en estas justas veraniegas. Pero no siempre fue así. 

Antes de volverse una estrella mundial que se llevaba todos los reflectores, Usain pasó un trago amargo en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. 

Su éxito como juvenil al ganar los 200 metros planos en los Campeonatos Mundiales de 2002 y 2003 provocaron que en Atenas, en la mítica ciudad del olimpismo, las expectativas sobre él fueran grandes y falló. 

Con 17 años, un joven Bolt no quería participar en los Juegos Olímpicos pero lo convencieron de ello y el resultado fue desastrozo. En los 200 metros, su prueba reina y a la que su cuerpo se adapta mejor, apenas en las primeras rondas, un pinchazo en su pierna le obligó a cruzar la meta en quinto puesto, esfumándose cualquier esperanza de un resultado histórico. 

“Atenas fue una experiencia horrible para mí”, reconocería Usain, quien además tuvo que soportar la crítica de la prensa de su país, misma que incluso llegó a llamarle “blando y cobarde”. 

Para 2007, el “Relámpago Bolt” comenzó a dar muestras de lo que lograría unos años después. En el Mundial de Osaka, Japón, se quedó con la medalla de plata en los 200 metros planos y en los relevos 4×100. 

A partir de este momento, la leyenda y gloria de Usain Bolt inició, ganando prácticamente todo en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales; incluso, hasta el 2017, el único que pudo derrotar a Bolt en este tipo de eventos fue el propio Usain (salida en falso en los 100 metros en el Mundial de Daegu) y una prueba positiva de dopaje de uno de sus compañeros en Beijing 2008 (confirmada hasta 2017). 

Respecto a la medalla perdida, que le impidió retirarse con el llamado ‘triple-triple’ (tres medallas de oro en las competencias de 100, 200 y 4×100 en tres Juegos Olímpicos distintos), Bolt aseguró lo siguiente

“En lo que concierne a medallas de oro individuales, he hecho mi parte, he ganado tres veces. Si pierdo todas mis medallas de oro en relevos, pues hice lo que tenía que hacer con mis metas personales y, para mí, eso es lo que cuenta”, demostrando que estaba satisfecho con su historia en los Juegos Olímpicos. 

En total, Usain Bolt se retiró con 8 medallas de oro en los Juegos Olímpicos: dos en Beijing, tres en Londres y tres en Río.

Además, en Campeonatos Mundiales, obtuvo 11 medallas de oro: tres en Berlín, dos en Daegu (fue descalificado por salida nula en los 100 metros), tres en Moscú y tres en Pekín.

Y para dimensionar (aún más) la historia de Bolt falta recordar que: 

  • Tiene el récord mundial en los 100 metros planos con 9.58 segundos (Campeonato Mundial de Berlín 2009) 
  • Tiene el récord mundial en los 200 metros planos con 19.19 segundos (Campeonato Mundial de Berlín 2009) 
  • Nadie había ganado dos veces los 200 metros planos en Olímpicos, Bolt lo hizo en tres ocasiones
  • Nadie había ganado los 100 metros planos en Olímpicos en tres ocasiones, él lo hizo

Curiosamente el retiro de Usain Bolt no fue por todo lo alto, como él y los fanáticos hubieran querido, en cuanto a sus resultados en competencia. 

En el Mundial de 2017, Usain desistió de competir en los 200 metros planos y se centró en los 100 y relevos 4×100. En la primera competencia culminó tercero y en la segunda un calambre en el muslo izquierdo le hizo caer sobre la pista, por lo que cruzó la meta rengueando y sin un tiempo válido. 

Sí, el gran Usain acabó su carrera en el atletismo de la forma más alejada a lo que él significó para la disciplina y el deporte en general. Ironías de la vida. 

***

Gracias a los 9.58 segundos registrados en Berlín 2009 en la prueba de 100 metros planos, Usain Bolt es reconocido como el hombre más rápido del planeta, sin embargo la ciencia ha establecido que el ser humano podrá llegar a recorrer esa distancia en 9.48 segundos, 17 centésimas menos que lo hecho por Bolt, pero hasta que ese momento no llegue, el jamaiquino seguirá siendo el “relámpago” que ilumine el deporte mundial.

Con información de ESPN, TUDN, AS y CNN

Más especiales