El cáncer es la segunda causa de muerte a nivel mundial; en 2020 cobró 10 millones de vidas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los tipos más letales de cáncer son los de mama, pulmón, hígado, estómago y colon.
Este organismo internacional también indicó que aproximadamente un 30% de las incidencias de cáncer es consecuencia de la mala alimentación de las personas.
Un índice corporal elevado, falta de frutas y verduras en la dieta, poca actividad física y alto consumo de sustancias como el tabaco y el alcohol, han sido identificadas por los médicos como principales causas del desarrollo de cáncer.
Décadas de estudios también han demostrado que las enfermedades que más cáncer provocan son hepatitis B y C, así como la del papiloma humano.
Células contaminadas de cáncer de mama (Wikimedia Commons).
¿Cómo se desarrolla el cáncer en el organismo?
El cáncer se presenta en una persona una vez que un gran número de células anormales comienzan a multiplicarse, dividiéndose sin control e infiltrándose en el tejido corporal sano hasta iniciar su proceso de destrucción.
El cáncer puede extenderse por el cuerpo, lo que ha hecho que esta serie de enfermedades sean la segunda causa principal de muerte solo en Estados Unidos.
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¿Cuáles son los síntomas del cáncer?
Cada parte del cuerpo manifiesta la enfermedad de diferentes formas, pero hay síntomas generales que pueden sugerir la presencia de cáncer.
Los más comunes son fatiga, cambios en los hábitos de evacuación de los intestinos o la vejiga, tos persistente o dificultad para respirar o tragar, indigestión persistente, malestar después de comer, dolor muscular, fiebre, sangrado constante, sudoraciones nocturnas persistentes, cambios de peso, pigmentación amarilla, enrojecimiento u oscurecimiento en la piel o sangrado, o hematomas que aparecen sin causa aparente.
Células cancerígenas (Wikimedia Commons).
Factores de riesgo
La edad, por ejemplo, puede ser un factor de riesgo, ya que la mayoría de las personas con diagnóstico de cáncer tienen 65 años o más.
Sin embargo, esto no significa que solo las personas de la tercera edad pueden tener esta enfermedad.
Existen algunos estilos de vida que aumentan el riesgo de cáncer, ya que hábitos como fumar o beber demasiado, pueden incrementar las posibilidades de tener cáncer.
Se sabe que la gente que se expone demasiado al Sol o que tiene sexo sin protección, podría desarrollar cáncer.
Hay algunos tipos de cáncer que son consecuencia de un trastorno hereditario. Si esta enfermedad es frecuente en tu familia, las probabilidades de que haya mutaciones genéticas que fomenten el desarrollo de esta, son más altas.
Un trastorno de salud también puede aumentar el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, así como el entorno en el que vives.
Hay un gran número de sustancias químicas “cotidianas” que han demostrado ser, en parte, causantes de cáncer en las personas, como el asbesto, el alquitrán o el benceno.
Imagen ilustrativa del tabaquismo (Wikimedia Commons).
Tratamiento
Cada cáncer es diferente, por lo que siempre se recomendará acudir con un médico especialista que determine cuál será el tratamiento más efectivo.
Recomendamos siempre acudir a un experto y evitar tratamientos alternativos, ya que es nuestra salud la que está en juego.
No obstante el implacable avance del cáncer, las tasas de supervivencia aumentan todos los días en la mayoría de los casos, ya que los avances en la ciencia médica permiten crear tratamientos cada vez más efectivos contra la metástasis y la proliferación de esta enfermedad.
