Inicio  /  Especiales

¿Por qué el sistema de salud de Cuba es superior al de Estados Unidos (y al de México)?

Cuba tiene un extraordinario sistema de salud (superior al de Estados Unidos y al de México).

Un sistema de salud costoso vs. uno barato (pero más eficiente)

Cuba es un país lleno de contrastes. Algunos nostálgicos de la esperanza que en su momento levantó, siguen defendiendo el gobierno socialista, especialmente en relación a los sistemas educativo y de salud. Otros, los defensores acérrimos del neoliberalismo, nos recuerdan obsesivamente las múltiples violaciones a derechos humanos, la pobreza, la desigualdad y la desaparición de opositores al régimen. Una cosa no borra la otra, sin romanticismo y sin odio, ambas posturas tienen su grado de verdad. En ese contexto se levanta el extraordinario sistema de salud en Cuba, con tantas lecciones que podríamos aprender, pero, ¿es posible a pesar del autoritarismo o gracias a él?

LA HABANA – 12 DE SEPTIEMBRE: La Dra. Omar Díaz Arncibia revisa los ojos de Josefa Martinena Pérez quien aprovecha la ‘Operación Milagro’ el 12 de septiembre de 2006 en el hospital Pando Ferrer en La Habana, Cuba. El programa es un conjunto de acciones para la atención de la salud entre Cuba y Venezuela que ofrece atención oftalmológica gratuita en hospitales cubanos para las personas que viven en América Latina y el Caribe. (Foto por Joe Raedle / Getty Images)

La ley en Cuba obliga al gobierno a brindar salud a toda la población, ninguna persona enferma debe permanecer sin atención. Este rasgo ha impulsado uno de los sistemas de salud más eficientes del mundo, al punto de que en Cuba se dice, con bastante razón:

“vivimos como pobres, pero morimos como ricos”.

Ciertamente, los cubanos suelen morir por enfermedades más relacionadas con el Primer Mundo, como cáncer y ataques al corazón, a pesar de que, sin lugar a dudas, es un país pobre. ¿Cómo lo logran?

El gasto en salud que hace el gobierno cubano está muy por debajo de otros sistemas de la zona, como el de Estados Unidos o México. Cada año, Cuba gasta $431 dólares estadounidenses por persona en salud, mientras que los Estados Unidos gasta $8,553. México, por su parte, es uno de los países miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) que menos gasta en el sector, y sin embargo es más del doble que en Cuba, $1,048 dólares al año por persona.

Las cifras son muy diferentes, pero también lo es quien pone ese dinero. En la isla, todo lo absorbe el gobierno, en nuestro país es una co-inversión entre empleadores y el gobierno (con la primacía en este último) y con la participación de los bolsillos de los ciudadanos, mientras que Estados Unidos es mayoritariamente el sector privado, con poca intervención gubernamental. Esto, por sí mismo, explica las diferencias, cuando la salud es un negocio, se procura que se gaste cada vez más. Así se explica cómo en Estados Unidos se gasta veinte veces más que en Cuba, y sin embargo, en la isla la esperanza de vida es más alta que en el país del norte.

LA HABANA – 4 DE DICIEMBRE: La Dra. Regla Valdes imparte clases en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, el 4 de diciembre de 2006 en La Habana, Cuba. Los estudiantes aprenden en el campus de LASMS durante los primeros dos años y luego van a una de las 22 escuelas de medicina de Cuba, que están conectadas a hospitales y policías. El modelo de entrenamiento médico cubano combina teoría y práctica y está orientado hacia la atención primaria, la medicina comunitaria y las prácticas. LASMS tiene más de 8,000 estudiantes matriculados en 24 países de América Latina, el Caribe, África y los Estados Unidos. (Foto por Joe Raedle / Getty Images)

No hay lugar a dudas de que Cuba es un país pobre, entonces, ¿cómo le hace para cubrir el gasto en salud al 100%? A ningún cubano que entre a un hospital o a una clínica en Cuba se le va a cobrar un solo peso, no importa cuál sea su padecimiento. ¿Cuál es su secreto? Es muy simple, y al mismo tiempo genial: “prevención”. Si no tienes dinero para cubrir todas las enfermedades de tu sociedad, entonces mejor procuras que no se enfermen. El tema se aborda con mucha seriedad.

Básicamente, existen muchísimos doctores en Cuba, pues parte de la inversión va a la formación de calidad de gran cantidad de médicos. Luego, existen clínicas barriales que cuentan con una doctora o doctor y un enfermero o enfermera. Una clínica, por decir, en la Habana Vieja, atiende a más o menos unas 1,200 personas. Pero la clínica no es más que una cede, porque la médico no se queda esperando ahí a que lleguen los pacientes; por el contrario, existe un sistema muy estricto de visitas.

Imagina que un doctor llega a visitarte a ti y a tu familia, en tu casa. Le hace un chequeo a cada uno de los miembros y les hace preguntas detalladas sobre su trabajo, el ejercicio que hace y el ambiente en el que vive (lo cual es fácil, porque están en tu casa). A cada persona le asigna un nivel de riesgo. Si fumas o bebes demasiado, si tienes un trabajo en el que permaneces sentada o no haces ejercicio; entonces serás clasificado como de alto riesgo, y te visitarán más seguido para monitorear tu salud; en cambio, si tienes una buena salud, te visitarán menos, pero aun así no dejarán de visitarte. El sistema ha tenido un éxito arrollador, y es el responsable de que los niveles de salud en la isla sean tan extraordinarios.

LA HABANA – 12 DE SEPTIEMBRE: Los médicos ayudan a un paciente después de una cirugía ocular realizada por médicos que participan en la ‘Operación Milagro’ el 12 de septiembre de 2006 en el hospital Pando Ferrer en La Habana, Cuba. (Foto por Joe Raedle / Getty Images)

El enfoque de prevención hace que el gasto en salud sea menor. Por supuesto, funciona porque se pone especial atención en la formación de médicos, la cual ha ido desarrollándose por más de treinta años. En México, en cambio, contamos con personal médico insuficiente y un sistema fragmentado y difícil. En los últimos quince años el tema de cobertura ha avanzado notablemente, gracias al Seguro Popular, y la atención a mejorado producto de un proyecto de desarrollo institucional, pero las instalaciones y la atención siguen siendo percibidas negativamente.

¿El autoritarismo se relaciona con la salud?

Un elemento clave para que el sistema funcione en Cuba es que es obligatorio. Es decir, no puedes elegir no ser visitado por una doctora. Tampoco puedes negarte a que vacunen a tus hijos. De ahí que los rangos de muerte infantil en Cuba son menores que en el distrito de Boston, en el que se encuentra el prestigioso hospital Harvard’s Brigham. En otras palabras, mientras que en Estados Unidos algunos padres de familia dicen que las vacunas causan autismo (en serio), en Cuba no tienen opción de no vacunar.

Una enfermera muestra datos médicos a un preso en Combinado del Este, una prisión para hombres en La Habana, el 31 de marzo de 2004 en La Habana, Cuba. (Foto por Jorge Rey / Getty Images)

Esto reactiva el viejo debate entre intrusión del gobierno en la sociedad. ¿Hasta dónde? Un gobierno con demasiada intromisión deriva en autoritarismo, como en Cuba; pero un gobierno demasiado laxo, como lo quiere el neoliberalismo, deriva en corrupción y desigualdad. En medio de ambas opciones existe una enorme cantidad de posibilidades, y cada una merece una cuidadosa discusión. En el caso del sector salud, la intromisión implica beneficios para todos, especialmente a mediano y largo plazo (¿a quién no le gustaría morir como rico en lugar de como pobre?). Las asociaciones de padres de familia en contra de las vacunas dicen que son ellos quienes deberían decidir sobre la salud de sus hijos, no el gobierno, pero, ¿un padre de familia siempre sabe qué es mejor para sus hijos? Puede querer lo mejor para ellos, pero también puede ser ignorante.

Vale la pena abordar el tema del derecho a la salud y la obligatoriedad. Evidentemente el objetivo sería tener un sistema de salud que funcione, sin el autoritarismo de Cuba. Nadie dice que el gobierno mexicano o el estadounidense deben ser autoritarios en salud, pero quizá sí deberían entrometerse más. Finalmente, reglas demasiado laxas hacen del tema un negocio, y provocan un gasto mayúsculo en el país del norte y resultados insuficientes. En México ni se gasta lo suficiente ni se gasta bien. Tenemos un sistema bastante más accesible para los usuarios que el de Estados Unidos, pero aún estamos lejos de los números en salud de los cubanos. Bajo la luz de otros sistemas de salud, ¿qué camino deberíamos seguir?

Más especiales