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¿Por qué Trump no quiere el TTP?

Donald Trump anunció que no dejará entrar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) en su primer día como presidente. El Acuerdo se formó en negociaciones privadas, a puerta cerrada y sin conocimiento del público que afectaría.

El bloque económico más grande en la historia

Donald Trump anunció que no dejará entrar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) en su primer día como presidente. El Acuerdo se formó en negociaciones privadas, a puerta cerrada y sin conocimiento del público que afectaría. Es, hasta ahora, el acuerdo económico más concentrador de capital en la historia. Si Trump cumple su promesa y se niega a entrar al acuerdo, la división económica del mundo moverá sus fronteras.

¿Qué es el TPP?

El TPP es un tratado de libre comercio joven, pero representa el 40% del PIB del mundo y un tercio del comercio mundial. Es el acuerdo comercial regional más grande que se ha dado en la historia. El Acuerdo aborda 22 mesas de trabajo. Entre ellas se encuentran las mesas de agricultura, aduanas, bienes industriales, textiles, servicios, servicios financiaros, comercio y medio ambiente, propiedad intelectual, comercio y trabajo, medidas sanitarias y fitosanitarias y comercio electrónico.

Los miembros actuales son Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos dominaba la mitad de la economía y podía marcar la pauta para la economía en todo el globo que beneficiara la economía estadounidense. Durante la segunda mitad del siglo XX, otras potencias económicas comenzaron a crecer rápidamente y fuertemente, como India y China. Ese crecimiento era un obstáculo para el protagonismo económico de Estados Unidos. Así se hicieron el centro de atención, durante la administración de Obama, de un conjunto de tres acuerdos económicos, el TTP, el TTIP (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión) — un tratado comercial de Estados Unidos y Europa— y el TISA (Acuerdo en comercio de servicios) — acuerdo que liberaliza los servicios como los de banca, transporte y servicios de salud entre Estados Unidos, Europa, algunos países latinoamericanos, incluyendo a México, y otros asiáticos — .

(Photo by David McNew/Getty Images)

Las fuertes economías emergentes como lo son China, Rusia, Brasil, Sudáfrica e India están excluidos de estos acuerdos comerciales. Estos tres acuerdos alejan el sudeste asiático del comercio con China y la India, aleja Europa Occidental del comercio con Asia y aleja el comercio latinoamericano con Brasil. Todos esos bloques económicos, con estos acuerdos, se acercan a Estados Unidos. Así, el TPP marca nuevas reglas para la economía global por manejar casi la mitad de la concertación de capital en el mundo.

El TPP declara la creación de una comisión que puede decidir sobre cualquier tema concerniente al Acuerdo. Estas decisiones no están sujetas a revisiones o vetos de los congresos de los países miembros u otra instancia de gobierno o judicial. Las decisiones se toman sólo por personas que representan grandes capitales privados; los gobiernos y las personas estamos excluidos de las decisiones económicas que nos afectan directamente. Estas afectaciones se dan en materia de salud, educación, medio ambiente, privacidad, el acceso a medicamentos y muchas otras condiciones que afectan nuestra vida. Y no termina ahí, sino que por el TPP las compañías pueden demandar a los gobiernos de los países miembros y extraer recursos públicos para su disfrute privado. El TPP es un golpe contra las personas trabajadoras y contra la democracia. Ahora el poder lo tiene el más rico, no el que tiene más votos. Los acuerdos, como el TPP, hacen más ricos a los más ricos y le dan más poder a ese poder ganado a través de la concentración de capital.

No es sorpresa que Trump haya querido salir del TPP. Bernie Sanders también se opuso al TPP porque obviamente el acuerdo no funciona para el beneficio de la población mundial, sino que todo lo contrario. Este tratado de libre comercio posibilita que las empresas usen la fuerza de trabajo barata en países pobres y miles de empleos se exporten.

(Photo by Drew Angerer/Getty Images)

La diferencia, por ejemplo, entre el salario mínimo en México y en Estados Unidos es enorme. Un trabajador estadounidense gana USD $7.25 por hora (MXN $145) y un trabajador mexicano gana MXN $73 por jornada laboral o MXN $9.125 por hora. Un trabajador mexicano que gana el salario mínimo obtiene casi 16 veces menos que el trabajador estadounidense. El dueño de una empresa capitalista, obviamente, prefiere pagar 16 veces menos por la mano de obra, y si se puede empobrecer a otro país que pague menos, entonces el dueño de la empresa no dudará en mudarse a ese otro país. El TPP enriquece ricos, exporta empleos manufactureros de países ricos a países pobres e invade económicamente a países aún más pobres para bajar el precio de la fuerza de trabajo manufacturera. Para ponernos en contexto, el salario mínimo en México es apenas un centavo de dólar más alto que Sierra Leona y comienza a distanciarse paulatinamente a la baja respecto a Chad, Filipinas, Vietnam, República del Congo, China, y Papúa Nueva Guinea, país que duplica el salario mínimo mexicano.

El TPP, además de lo anterior, es el acuerdo económico más dañino respecto al acceso a los medicamentos en países pobres. Por los estrictos acuerdos de propiedad intelectual impulsadas por Estados Unidos, la producción de medicamentos genéricos puede ser frenada afectando así a millones de enfermos en países pobres que usan genéricos para subsistir de una manera un poco más digna. La seguridad médica pública también se encuentra en peligro frente a la privatización. Médicos sin Fronteras se opone totalmente al Acuerdo por estas desastrosas consecuencias.

Los gobiernos tienen la responsabilidad de asegurar que los intereses en materia de salud publica no se vean pisoteados por intereses comerciales.

Trump, el proteccionista

Trump quiere hacer un estado proteccionista en materia económica. Seguir con el TPP sería hacer competir aún más a los trabajadores estadounidenses contra los trabajadores que venden su fuerza de trabajo a un precio ínfimo en México y en el sudeste asiático, y a veces bajo condiciones ilegales y de esclavitud como en el caso de Malasia.

Con el TPP habría un aumento de importaciones y exportaciones a y de Estados Unidos a cambio de la pérdida de una buena cantidad de empleos manufactureros. Por ello Trump ha dicho que “el TPP es un desastre potencial” para Estados Unidos, para los trabajadores que se ganaron la vida en bandas de producción cuando todavía la manufactura estadounidense dominaba la producción en el mundo. El capitalismo de Trump mira hacia adentro de sus fronteras, no hacia afuera.

¿Qué sucederá con América Latina, México y… China?

(Photo by Gerardo Mora/Getty Images)

Sin el TPP, que permite el libre comercio de mercancías entre las grandes empresas del Pacífico, el tremendo aumento en importaciones y exportaciones que prometía se ve frustrado y obliga al intercambio regional. México, Perú y Chile tendrían que mirar hacia tierra latinoamericana en vez de mirar hacia el Océano. Así, podría fortalecerse la Alianza del Pacífico, de la cual Colombia también forma parte. Sin embargo, Idelfonso Guajardo en México y Mercedes Aráoz en Perú, han dicho que aunque Estados Unidos no forme parte del TPP, intentarán seguir con el acuerdo con los países asiáticos del Pacífico.

El TPP para México y otros países de América Latina prometía más importaciones a bajo precio a costa de los trabajos manufactureros. Las industrias textil — que siempre ha sido un fuerte competidor para América Latina y en especial México por su fuerza de trabajo barata — , automotriz, la producción de leche, azúcar, acero y farmacéutico son las que más están en peligro. Pero, ¿que haría México? ¿La solución para competir con Vietnam sería empobrecer más a los pobres de México para que vendan su fuerza de trabajo más barata que en el país asiático y así acaparar el trabajo manufacturero para exportar más productos baratos a países ricos?

En México, como siempre, se confía demasiado en las reformas en el ámbito de las telecomunicaciones, de la energía y de la ley del trabajo. Se dice, como siempre, que las reformas nos salvarán económicamente.

(Reuters)

China podría subsanar el vacío económico que dejará Estados Unidos y convulsionar ese bloque económico. China pretende crear un bloque más amplio con la presencia de 16 países, incluida la India, el Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP).

Si Trump cumple su promesa, este enorme acuerdo que forma un bloque económico se desmembraría y podría crear nuevas relaciones económicas entre los capitales del sudeste asiático, India, China y América Latina.

Manufactura en Dehua, China (Photo by Kevin Frayer/Getty Images)

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