Uno de los grandes atractivos con los que cuenta el estado de Veracruz son sus playas. A pesar de que muchas son bastante famosas, hay otras que no son tan conocidas pero a las que realmente vale la pena visitar.
A continuación te presentamos 8 playas veracruzanas que, alejadas del bullicio, tienen como común denominador la tranquilidad y la belleza natural.
Isla Lobos
Está conformada por un conjunto de arrecifes en el municipio de Tamiahua. Para llegar debes trasladarte a la localidad del mismo nombre, que está ubicada 53 kilómetros al norte del puerto de Tuxpan.
Ahí encontrarás a varios prestadores de servicios (checa que estén autorizados por la Capitanía de Puerto), quienes realizan recorridos hacia la isla que tardan entre una y dos horas, dependiendo de las condiciones del mar.
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Además de la tranquilidad que ofrecen sus playas de arena blanca y sus aguas transparentes, esta isla es ideal para la práctica del buceo y la pesca.
Cuenta con área para acampar y un faro. La mejor época para visitarla es entre mayo y septiembre.
Playa escondida
Se ubica a 110 kilómetros del Puerto de Veracruz. Ocho kilómetros adelante de la comunidad Ángel R. Cabada hay una desviación hacia la costa, la cual debe tomarse a pie o montando a caballo.
Su nombre no es gratuito. Se encuentra resguardada entre 2 acantilados y aunque llegar a ella no es tan sencillo, vale la pena hacerlo pues prácticamente tendrás a tu disposición una pequeña playa rodeada de un ambiente selvático.
Al no contar con opciones de alojamiento, lo mejor es pernoctar en San Andrés Tuxtla o en Catemaco.
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Antón Lizardo
Una playa sencilla, pero con todo lo necesario para que pases un momento inolvidable. Cuenta con servicios rústicos de alojamiento, locales de comida donde podrás probar lo mejor de la gastronomía local, un oleaje calmado durante todo el año y formaciones coralinas que son muy valoradas por los buzos.
Se ubica en la localidad del mismo nombre, que además es sede de la Heroica Escuela Naval Militar. Pertenece al municipio de Alvarado, y se encuentra a sólo 23 km del Puerto de Veracruz.
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Roca Partida
Es una playa de oleaje medio, rodeada por impresionantes peñascos que se formaron por el choque de la lava con el mar.
Para llegar, ve del Puerto de Veracruz hacia Los Tuxtlas, y de ahí toma el camino a Monte Pío siguiendo los letreros que te guían a la comunidad Arroyo de Lisa, en San Andrés Tuxtla.
Uno de sus atractivos es la cueva del Pirata Lorencillo, donde la leyenda dice que el pirata holandés Laurent de Graff escondía los tesoros que robaba de otros barcos. También podrás visitar el faro y la cascada de Pavo Real, que se encuentran muy cerca.
Por cierto, desde esta playa salen lanchas que pueden llevarte a Playa Escondida, mencionada anteriormente en este texto.
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Cancuncito
El 8 de septiembre de 1988, el huracán Gilberto formó un banco de arena en medio del mar abierto. Este montículo está a poca distancia de la Isla de los Sacrificios y dentro de la reserva arrecifal de Veracruz.
Cancuncito, cuyo nombre obedece a su arena fina y blanca, y al color de sus aguas, similares a las que pueden encontrarse en Cancún, es un área protegida por la Semarnat, por lo que el tiempo de visita es controlado (1 hora aproximadamente).
Gracias a la claridad del mar y a su poca profundidad, es posible ver a los peces nadar a nuestro alrededor.
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Las lanchas que te llevan a este oasis en medio del mar salen desde las playas del Puerto de Veracruz, o bien, desde el Acuario de la ciudad.
Costa Esmeralda
Es una franja con más de 50 km de playas de aguas de tono verde azulado (de ahí su nombre), que está entre Tecolutla y Nautla, y donde encontrarás hoteles de todo tipo, desde rústicos hasta 4 estrellas.
La tranquilidad de su oleaje se presta para la práctica de actividades acuáticas, como el veleo, la pesca deportiva y el esquí.
Entre las playas más recomendadas de este corredor están Ricardo Flores Magón, Playa Oriente, Casitas, La Guadalupe, La Vigueta y Monte Gordo.
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Cerca de ahí puedes visitar los manglares de Ciénaga del Fuerte, practicar kayak en los rápidos del río Filobobos o visitar las zonas arqueológicas de Tecolutla.
(Noticieros Televisa)
Barra de Sontecomapan
A 18 kilómetros de Catemaco se encuentra el poblado de Sontecomapan, de donde salen las lanchas que recorren la laguna del mismo nombre y te llevan hasta la barra.
El viaje es toda una aventura: La primera parte del recorrido en lancha es en una zona de manglares que te lleva hasta una laguna kilométrica que se encuentra rodeada por una vegetación exuberante e imponente.
Cuando finalmente llegas a la barra donde el mar y la laguna se unen, te toparás con una extensa playa donde podrás pasar varias horas rodeado de tranquilidad mientras saboreas los alimentos típicos de la región.
Las aguas de este mar se caracterizan por su oleaje manso y su poca profundidad, por lo que podrás adentrarte varios metros adentro del agua y ésta te llegará a la cintura. Sin duda se trata de uno de los tesoros mejor guardados de Veracruz.
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Chachalacas
Playa Chachalacas se ubica en el poblado del mismo nombre, a sólo cuatro horas y media de la Ciudad de México. El mar es de oleaje tranquilo y cuenta con los servicios turísticos básicos, por lo que es una excelente opción para realizar un viaje en familia.
Sin duda, su principal atractivo son sus espectaculares dunas, ubicadas en extremo norte de la playa. Su gran tamaño y extensión permite la práctica del motocross y otros deportes extremos.
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