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La participación política de las mujeres en México

Las mujeres han desempeñado un papel fundamental en la construcción del país. A continuación hacemos un breve recuento de su participación política.

La historia de la participación política en México es, en realidad, una historia reciente, sin embargo, conforme han pasado los años, las mujeres que juegan un papel en la vida política de los mexicanos se ha ido incrementando y al día de hoy más 40 mujeres mexicanas buscarán ocupar un gubernatura para sus estados, un hecho histórico sin precedentes. 

Desde luego, para que esto sucediera existió una larga lucha que está atravesada por diversos factores políticos, históricos y sociales, y que costaron el invaluable esfuerzo de cientos de mujeres. 

Antecedentes históricos

Rastrear la participación política de las mujeres en México no es tarea fácil, pero podemos reconocer que, antes de pasar a la política institucional y la esfera pública, las mujeres tuvieron una injerencia fundamental en los movimientos sociales que cambiaron el rumbo del país como la Revolución Mexicana, la cual es, sin duda, la parte de la Historia desde donde se construyó la idea de México-Nación. 

Tal como lo explica la investigadora Carmen Ramos Escandón:

“La participación femenina en el proceso revolucionario se dió sobre todo a nivel del cambio profundo que la guerra civil significó para las condiciones de reclusión de la mujer. Al calor de la lucha armada las mujeres participaron como correos, transportadoras de armas, enfermeras y en múltiples actividades que hubiesen sido impensables en los tiempos de paz”.

Gracias al esfuerzo de las mujeres en la lucha revolucionaria las mujeres consiguieron cambiar sus condiciones de vida frente a la ley. Así, el 29 de diciembre de 1914 se aprobó el divorcio por primera vez en el país y a partir de entonces las mujeres podían contraer matrimonio por segunda vez. Este tema, además, se discutió en el Primer el Primer Congreso Feminista que se llevó a cabo del 13 al 16 de enero de 1916 un año antes de que se promulgara la constitución de 1917. 

Eso no es todo, al congreso acudieron mujeres de clase media, en su mayoría, maestras, empleadas de oficina y amas de casa, las cuales discutieron temas como la importancia de la educación laica, la instrucción sexual y la participación política de la mujer en el país. 

En este sentido, la ley se adelantó a lo largo de la historia a las construcciones simbólicas y sociales en torno a la figura de la mujer. Es decir, si bien estos avances son importantísimos, en la esfera pública siguió predominando una construcción masculina en torno al “ser mujer”. Todavía faltaba mucho por hacer.

Hermila Galindo y el derecho al voto

Al Primer Congreso Feminista acudió Hermila Galindo invitada por el presidente Venustiano Carranza. Hermila era editora de un periódico de corte feminista llamado La Mujer Moderna y una de sus principales ideas era promover el derecho de la mujer al voto.

Para Galindo, las mujeres que tuviesen acceso al voto podrían organizarse y defender sus intereses, los de sus hijos y los de la humanidad; pues según ella y –de acuerdo a los tiempos que corrían (pues no hay que olvidar que era 1916)– únicamente a través del voto las mujeres podríann combatir la prostitución, el alcoholismo, la delincuencia y la ciminalidad de los niños y jóvenes. 

Hermila Galindo apoyo todo sus argumentos en el derechos individuales frente al poder político y aseguró que la igualdad ciudadana –es decir reconocer a las mujeres en la vida política activa del país– era un asunto de “estricta justicia”. 

Y aunque Galindo no consiguió que se incluyera el derecho al voto de las mujeres en la Constitución de 1917, sí logró que la participación de la mujer en la vida política comenzara a transformarse. 

Tal como señala Escandón:

“…la falta de derecho al voto limitó pero no canceló la presencia femenina en la vida política mexicana. Durante la década siguiente, las mujeres mexicanas tuvieron una mayor visibilidad en la vida política, económica y cultural”.

Tuvieron que pasar todavía algunas décadas para que la mujer mexicana consiguiera obtener el derecho a votar. 

Hacia 1945 el presidente Miguel Alemán promulgó el derecho de las mujeres a votar, pero sólo en elecciones municipales. Así para 1947, las primeras votantes acudían a elegir a sus gobernadores. Pero, no fue sino hasta el 17 de octubre de 1955 cuando las mujeres consiguieron votar en unas elecciones federales. 

Un salto en el tiempo

Aunque la mujer tenía derecho a votar no participaba de la palestra política de manera activa y todavía era impensable pensar en que una candidata ocupase un cargo público. 

Fue en 1979 cuando Griselda Álvarez, quien estudió en la Escuela Normal de Maestros y posteriormente cursó la carrera de Letras Españolas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, se convirtió en gobernadora del Estado de Colima. Pero este fue sólo el comienzo y una muestra de madurez política de un estado:

“Fue una feminista militante hasta su muerte; creó el Centro de Atención a la Mujer, A. C., fundó la Alianza de Mujeres de México y la Asociación Mexicana de Bienestar Social, además de ser Presidenta Honoraria Vitalicia de la Federación de Mujeres Universitarias, A. C. (FEMU)”.

Griselda Álvarez falleció en la Ciudad de México el 26 de marzo de 2009, a los 95 años de edad.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XX las mujeres comenzaron a ocupar cargos políticos, pero sin conseguir una presencia igualitaria en la Cámara de Diputados y ni hablar de las candidaturas a gobernación. De ahí que, en el año 2011 la ONU reconoció un avance fundamental en materia de Derechos Humanos por parte del gobierno mexicano relacionados con la participación política de la mujer en México. 

Ese mismo año, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emitió la sentencia la cual: 

“estipula la obligatoriedad de todos los partidos políticos de cumplir con las cuotas de género sin excepción, así como integrar fórmulas con suplencias del mismo sexo, con lo cual se evita que las mujeres sean sustituidas por varones en los puestos de representación popular. De esta manera, quedó igualmente establecida la responsabilidad del Instituto Federal Electoral y de los partidos políticos para asegurar que se cumpla con lo estipulado en dicha sentencia”.

Así, y en un somero recorrido por la participación política de las mujeres en México se consiguió por primera vez la paridad de género en la Cámara de Diputados en 2018 y, al día de hoy, gracias al inagotable esfuerzo de activistas y organizaciones, más de 40 mujeres buscarán ocupar una gubernatura en México. 

Finalmente, y a manera de recordatorio, todavía falta mucho por hacer, pues si bien la participación activa de las mujeres en la esfera política ha ido creciendo, es importante también transgredir algunos moldes políticos de estricto corte patriarcal para generar un cambio profundo en el sistema político mexicano. 

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