Inicio  /  Especiales

Mexicana, mexicano: ¿conoces tus derechos laborales?

Solo 5 de cada 100 trabajadores saben qué es el derecho al trabajo digno (¿tú sabes?)

¿Te suena familiar esta historia? Una joven sale de la universidad, buenas notas, gran experiencia y dispuesta a trabajar. Entra a una institución que promete mucho, finalmente podrá dedicarse a hacer lo que siempre soñó. Y así ocurre, pero no gana lo suficiente como para pagar una renta en la CDMX, no tiene derecho a enfermarse porque o no está inscrita al IMSS, ni a ningún seguro, o está inscrita con un salario menor al que percibe realmente, por lo que sólo le alcanza para atenderse una tos y una tarde de diarrea no demasiado agresiva. Su aguinaldo es esporádico y normalmente muy pequeño, y sus años trabajados no importan porque tiene que firmar un nuevo contrato cada tres meses.

¿Qué tal un joven que no terminó la Prepa, pero vive cerca de una maquila? Tiene trabajo, cierto, y nada más. Labora tantas horas que no le alcanza para tener hijos, y si los tiene, no sabrán cómo se ve la cara de su padre cuando no está cansado, frustrado o deprimido. Algunos no sabrán cómo luce sobrio. Ni hablar de tiempo de esparcimiento, más allá de una hora de televisión que normalmente no se completa porque se queda dormido. Trabaja más que nadie en este país, pero gana menos que todos. Y si se queja, se va, hay muchos que ya quisieran tener ese empleo.

Tula, México. Trailero. 22 de enero de 2019 (Photo by Hector Vivas/Getty Images)

¿No crees que ocurra? Según la Organización Internacional del Trabajo, en el mundo hay cada vez menos desempleo, pero también peores condiciones laborales. La situación es mucho peor si eres mujer, y todavía más horrible si eres migrante (imagínate si eres las dos cosas). Aún así, existen países en donde trabajar tiene un sentido importante, te hace sentir parte de una sociedad y te permite desarrollarte como ser humano. ¿México qué tipo de país es?

De acuerdo al Índice publicado por la Confederación Sindical Internacional (CSI), en 2018, nuestro país es definido como uno de los peores lugares para trabajar, donde los derechos laborales no están garantizados. Existe cierta legislación al respecto, pero los trabajadores en general no tienen acceso a esos derechos. Los únicos países peores que el nuestro, son los que viven ocupaciones militares, guerras civiles o dictaduras violentas.

Tenemos derechos, ¿por qué no los usamos?

Trabajadores de Maquilas de Ciudad Juarez, Mexico. (Photo by Joe Raedle/Newsmakers)

En general, es una combinación de factores. Uno de los más importantes, es que en México no conocemos cuáles son nuestros derechos. Puede ser que muchos de nosotros sepamos que tenemos derecho a aguinaldo, vacaciones, prima vacacional, finiquito y licencias de maternidad y paternidad; pero, ¿sabemos qué es el derecho al trabajo digno?

Si le creemos al Diagnóstico del Derecho al Trabajo del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), solo 5 de cada 100 trabajadores saben qué es el derecho al trabajo digno (¿tú sabes?). Básicamente, abarca el derecho a que se respete la dignidad humana del/la trabajador/a, a la no discriminación, acceso a la seguridad social, salario remunerado, capacitación y adiestramiento, instalaciones seguras e higiénicas; el derecho a formar un sindicato, hacer una huelga o celebrar un contrato colectivo. ¿Se han respetado a cabalidad todos estos derechos en tu espacio laboral? Y aun así, se supone que están garantizados por la Ley Federal del Trabajo (da clic aquí para leerlos). 

Trabajadores de Maquilas de Ciudad Juárez, México (Photo by Joe Raedle/Newsmakers)

No saber qué tenemos estos derechos abre la puerta al abuso de los patrones, pero aún hay más. Todo el sistema de empleo en México está basado en la producción de las empresas, no en el trabajador. Por ello, las conquistas laborales históricas se pierden en la burocracia, instituciones corruptas, y la violencia generalizada. Según el mismo informe de la CSI, el problema de los sindicatos corruptos sigue siendo un lastre para los trabajadores mexicanos. La fuerza priista de los sindicatos charros está en declive, pero aún así, para el 2018, los sindicatos independientes eran difíciles de registrar, mientras que los patrocinados ilegalmente por las mismas empresas no encontraban ningún problema. Llevar un juicio laboral también es difícil, la burocracia es demasiado intrincada y el costo de seguir adelante recae en el trabajador, que cuando lleva un juicio regularmente no cuenta con un ingreso.

Nuestra legislación laboral no es la peor, pero (hasta hace poco) se había venido degradando. Por ejemplo, la reforma laboral de 2012 estaba dedicada, supuestamente, a regular las outsourcings, o contrataciones externas para llevar a cabo tareas no centrales de una empresa. En general, ha sido el hacha que ha cortado lo que quedaba de defensa de nuestros derechos. Gracias a esa legislación, es más fácil que los patrones evadan impuestos, ignoren algunos de los derechos básicos de sus empleados y se precarice aún más la entrada de los jóvenes al mundo laboral.

Protesta de los ferroviarios franceses contra la reforma de la empresa pública de ferrocarriles que promueve el presidente Emmanuel Macron (Reuters)

En fin, no es un buen panorama, y debería preocuparnos mucho. El origen de los derechas laborales modernos en México es la Revolución, que no sólo fue un movimiento campesino, sino también obrero. Y aquí estamos, un siglo después, afrontando algunos de los mismos problemas que llevaron a los obreros de 1910 a unirse al conflicto armado. En cuestiones laborales, quienes saben lo que necesitan son las propias trabajadoras y trabajadores, por eso nuestros derechos no pueden quedar en manos de paternalismos de Estado. Como entonces, ahora se requiere la participación de quienes trabajan y la reconquista activa (y no violenta) de lo perdido.

Actualmente, la reforma laboral aprobada durante la actual administración garantiza a los trabajadores la libertad de afiliación en los sindicatos, pero también la elección libre de sus dirigentes sindicales a través del ejercicio del voto personal, libre, directo y secreto de los integrantes. Además, pone fin a las Juntas de Conciliación y Arbitraje.

Manifestantes asisten a una huelga nacional y protestan contra las reformas laborales del gobierno en París (Reuters)

Con esta reforma se crearán tribunales laborales como parte del Poder Judicial de la Federación y de las entidades federativas que se encargarán de dirimir los conflictos entre trabajadores y patrones.

La pregunta es: ¿es esto suficiente para echar atrás todo lo perdido en derechos laborales?

Más especiales