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Los oscuros y verdaderos finales de los cuentos infantiles de Hans Christian Andersen

Los verdaderos finales de los cuentos infantiles de Hans Christian Andersen son más oscuros de lo que nos hacen creer las adaptaciones cinematográficas.

Había una vez un mito que aseguraba que los cuentos de hadas habían sido diseñados para entretener y ayudar a dormir a los niños. Pero es mentira, la verdad es que las versiones originales de estos cuentos son relatos oscuros llenos de advertencias y lecciones de vida que sus escritores, entre ellos el legendario Hans Christian Andersen, deseaban comunicar a los menores de la época en que vivían.

Contrario a lo que Disney y muchos otros productores nos han vendido durante años, los cuentos antiguos no estaban hechos para conservar la inocencia de los niños ni de protegerlos de las inclemencias del mundo, de hecho, tienen la intención de romper dicha inocencia y de ayudarles a los más jóvenes a escarmentar, en cabeza ajena, posibles errores que pudieran cometer en su vida como adultos.

Algunos de los ejemplos más famosos del escritor danés entre un mar de historias cortas, son los cuentos del Patito Feo, el Soldadito de Plomo y la Sirenita.

El Patito Feo

Todos son muy hermosos, excepto uno, al que le noto algo raro. Me gustaría que pudieras hacerlo de nuevo”

El personaje principal de esta historia, un cisne bebé, nace en medio de un grupo de huevos de pato, desde el primer momento es objeto de burlas e incluso violencia de parte de sus hermanos postizos.

Los patos lo pellizcaban, las gallinas lo picoteaban y, un día, la muchacha que traía la comida a las aves le asestó un puntapié

Grabado antiguo del Patito Feo (Foto: Wiki.Commons)

El pequeño cisne es víctima de los que hoy podemos ver diariamente en las escuela: Bullying. Tanto dentro como fuera de casa, es víctima de golpes y picotazos y lo peor es que termina atribuyéndose la culpa.

¡Es porque soy tan feo!”

El final es ampliamente conocido en la cultura popular, el patito en realidad resulta ser una cría de cisne que, a partir del día en el que crece y adquiere su majestuosa figura adulta, deja atrás todos los temores y azotes a la que la vida lo tenía acostumbrado.

El patito feo es víctima de violencia y acoso a lo largo de todo el cuento (Foto: Wiki.Commons)

Un detalle poco recordado es que, muy cerca del final del cuento, cuando el patito llega volando a un arroyo, encuentra a un par de cisnes bañándose en las aguas. Tantas han sido sus desgracias, que decide suicidarse al acercarse a esas hermosas seguro de que ellas lo recibirán como todo otro animal.

Me darán de picotazos hasta matarme, por haberme atrevido, feo como soy, a aproximarme a ellas. Pero, ¡qué importa! Mejor es que ellas me maten, a sufrir los pellizcos de los patos, los picotazos de las gallinas, los golpes de la muchacha que cuida las aves y los rigores del invierno”

El cuento termina con un personaje que prefiere la muerte a seguir viviendo en un mundo lleno de odio y complejos, su felicidad final es solo obra de la casualidad.

El patito feo intenta cometer suicidio antes de seguir siendo repudiado (Ilustración: Vilhelm Pedersen)

El Soldadito de Plomo

Esta es la historia del menor de 25 soldados de juguete creados a partir de plomo. Como había sido el último en ser elaborado, el material de fabricación se había acabado por lo que quedó incompleto, estaba cojo de una pierna.

El Soldadito de plomo inicia una gran travesía con tal de volver a ver a su amor, la balerina de papel. (Ilustración: Vilhelm Pedersen)

A pesar de la falta de un miembro, el Soldadito es un ejemplo de entereza y determinación así como de amor incondicional. Desde el momento en que se abre la caja en la que está guardado, sus ojos no pueden despegarse de la elegante figura de una bailarina hecha de papel.

vestida con un vestido de clara y vaporosa muselina, con una estrecha cinta azul anudada sobre el hombro, a manera de banda, en la que lucía una brillante lentejuela tan grande como su cara”

El pequeño militar logra, contra todo, escapar de la caja para poder observar a su amada y así le contempla hasta caer la noche cuando el resto de los juguetes comienzan a moverse para realizar su propia fiesta. Es entonces que se abre la caja del duende de resorte quien lleno de celos intenta obligar al soldado a dejar de ver a la bailarina, pero el soldadito no hace caso.

Algo espeluznante en este cuento es saber que el juguete de resorte puede influir en los actos de los niños de la casa y controlarlos para que ellos realicen, sin darse cuenta, lo que el duende quiere que hagan.

Poco después, los niños ponen al soldadito en la ventana y el héroe cae hacía el jardín, en donde inicia un viaje que lo lleva a perderse entre las alcantarillas a bordo de un barco de papel que es despedazado por las turbulentas aguas de un canal.

¡Adelante, guerrero valiente!
¡Adelante, te aguarda la muerte”

El guerrero se entrega valientemente a las profundidades, con un único pesar en el corazón: no haber vuelto a ver a su amor. Sin embargo eso no es lo peor, pues una sola muerte no basta para el autor de esta historia. Momentos después de haber aceptado su destino, el soldado es devorado por un pez que después es pescado y abierto para ser destripado justo en la casa donde el soldadito había sido desempaquetado por primera vez.

La suerte parece sonreírle a nuestro protagonista pero para Andersen las cosas nunca son tan sencillas, justo cuando el soldado y su amada van a reencontrarse, el juguete de resorte convence a uno de los niños para que arroje al héroe al fuego de la chimenea.

La bailarina y el soldadito de plomo afrontan juntos el calor del fuego (Foto: Pinterest)

El soldadito enfrenta las llamas como corresponde a un militar, impasible, derritiéndose por el calor de la flama ante la mirada desesperada de su amada bailarina quien, sin poder hacer más, también se entrega al fuego para ser consumida junto con su amado.

Al final, entre las cenizas, solo son encontrados el gran corazón de plomo que el soldado guardaba dentro de sí a lo largo de su corta vida; de la bailarina solo queda la lentejuela que brilla en medio del hollín.

Así, la historia del Soldadito de plomo muestra las terribles cosas que pueden realizar las personas envidiosas, pues el duende no respeta el amor puro del soldadito y la bailarina y como pudo llegar, incluso, a destruirlos.

La Sirenita

Quizás, este sea el relato más famoso de Hans Christian Andersen gracias a la fama generada por la película animada por Disney en 1989. El personaje representa para toda una generación de ahora adultos el ideal del primer amor correspondido, desinteresado y capaz de vencer incluso a la maldad más absoluta con el poder de su cariño.

La versión de Andersen muestra a la sirena, la más joven entre seis hermanas, obsesionada con el exterior del mar, las flores que crecen en su palacio no le emocionan, los objetos que caen de las embarcaciones no le satisfacen, ella siempre, al igual que su contraparte animada, desea conocer el mundo humano.

La sirenita está enamorada de la novedad y hermosura del mundo humano (Foto: Helen Straton)

En su primer vistazo a ese mundo nuevo, se enamora perdidamente de un joven príncipe quien se encuentra celebrando su cumpleaños a bordo de un navío. La sirenita lo salva del naufragio en el que este casi pierde la vida y así ambos caen enamorados.

Con tal de estar con su amado, la sirenita acude a una bruja del mundo submarino para pedirle un par de piernas que la hagan parecer humana. La hechicera, por su parte, no es una mentirosa, no engaña a la joven, le deja muy en claro que ella desea hacerle daño y que solo por eso, le seguirá el juego para mostrarle lo estúpido que es su deseo:

Seguirás teniendo la misma gracia al moverte y ninguna bailarina danzará nunca de forma tan ligera pero cada paso que des se sentirá como si caminaras por encima de cuchillos y la sangre correrá”

La sirenita salva a su amado príncipe de un naufragio (Foto: Laura Trowbridge)

La sirena, cegada por el enamoramiento, acepta el trato maldito, y a cambio la bruja le corta la lengua dejándola muda permanentemente. La sirenita bebe la pócima que le prepara la bruja y adquiere el par de bellas piernas.

Pese al dolor, la sirenita se encuentra con su amado, sin embargo, él no la reconoce como la mujer de la que se enamoró el día de la tormenta pues esa chica tenía una hermosa voz que lo había despertado de la forma más dulce.

Ambos tienen un par de días en donde la sirena intenta enamorar al príncipe sin conseguirlo, sin embargo, ella se engaña intentando ser feliz con el estado en que la ha dejado el dolor de sus piernas y la imposibilidad de comunicarse.

Entonces llega el fatídico día en que en el palacio se escucha el canto de una mujer que pasea por la playa, el joven príncipe se convence de que esa voz es la de la muchacha de la que se enamoró tras el naufragio por lo que pide la mano de dicha desconocida de inmediato. La dueña de dicha no es la bruja disfrazada, no es una complice de la maldad de la anciana marina, es solo una mujer normal quien, al igual que la sirena, también desea conseguir el amor del heredero real.

Estatua de La Sirenita localizada en Copenhagen, Dinamarca (Foto: Associated Press)

Después de que su corazón se rompiera, la sirenita cae en una profunda depresión y recuerda la profecía que había anunciado la bruja por lo que está dispuesta a acabar con su propia vida. Es entonces que sus hermanas logran hacerle llegar un puñal mágico capaz de prevenir su oscuro futuro.

¿Ves este puñal? Es un puñal mágico que hemos obtenido de la bruja a cambio de nuestros cabellos. ¡Tómalo y, antes de que amanezca, mata al príncipe! Si lo haces, podrás volver a ser una sirenita como antes y olvidarás todas tus penas”

Sin darse cuenta, la joven sirena se encuentra en el camarote de los recién casados con el arma en las manos pero, en vez de arrebatarles la vida a los enamorados, simplemente le roba un beso al príncipe para luego arrojarse al mar en donde espera morir para convertirse en espuma.

Aunque no consigue el amor anhelado sí obtiene la gloria celestial al ser tomada por una hueste de espíritus del viento quienes le prometen ascender a cambio de hacer reír a muchos niños desafortunados.

A pesar de que el final del cuento es un clásico final romántico (un desamor, un amor incondicional y una muerte prematura), la principal lección podría ser pensar las cosas dos veces antes de abandonar todo y aceptar un suplicio por un amor a primera vista. ¿Vale la pena sacrificarlo todo por un desconocido?

Quizá estos finales puedan sonar lúgubres para muchos padres de familia pero tal vez, al combinarlos con los cuentos azucarados que ofrecen los medios actuales, se le pueda enseñar a los pequeños de hoy mensajes que los preparen para su vida futura pero que a la vez les muestre que la magia también puede existir en la vida diaria.

 

Texto: Pablo Carrillo

Ilustración@mel.zermeno

 

 

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