La vaquita marina, Phocoena sinus, es el cetáceo más pequeño del mundo y es mexicana, pero cada vez quedan menos… ¿qué se ha hecho para evitar su extinción y cómo va su recuperación?
La vaquita marina es el único mamífero marino originario de México y es endémica del Alto Golfo de California. Según datos del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva), la especie se encuentra en estado crítico de extinción pues solo quedan cerca de 30 ejemplares.
Casi desde el momento en que la especie se registró de manera formal, fue visible que se trataba de una población escasa. Así que las labores de rescate comenzaron hace varias décadas. Desde el año 2000 Horacio de la Cueva Salcedo, que trabaja para el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), ha coordinado varias investigaciones sobre la vaquita marina.
En una entrevista publicada por el CONACYT, el académico narra algunas de las dificultades para el estudio de este animal, que es tan huidizo que es casi imposible de ver. Para hacer los conteos de población, los investigadores colocaron una serie de sensores acústicos que graban los sonidos emitidos por las vaquitas marinas. De acuerdo con el doctor de la Cueva, desde que el número de ejemplares fue menor a cien, la extinción se hizo casi inevitable: por la extensión del espacio donde nadan las vaquitas, es muy difícil que se formen parejas con capacidad de reproducirse.
¿Cuál fue la principal razón que la puso en peligro de extinción?
Figuras de vaquita marina durante una procesión en la CDMX (Twitter @prensaanimal4)
Según Cirva, del 2011 al 2016 la población había declinado un 90 % (49 % tan sólo entre 2015 y 2016). Una de las principales causas de su merma es la captura incidental en redes de enmalle empleadas para la pesca de totoaba, pez conocido como “la cocaína del mar” debido a su alto valor en el mercado negro.
El problema es que la totoaba es del mismo tamaño que la vaquita marina. Y, al igual que la vaquita, la totoaba también solo existe en México, en el Alto Golfo de California. Es por eso que si alguien se atreve a pescar totoaba es probable que termine capturando una vaquita marina. Esta es la razón por la que se prohibió la pesca de totoaba pero esto disparó los precios de la totoaba en el mercado negro.
Un buche de un kilo de totoaba hembra (ellas son más grandes que los machos) puede cotizarse en 4 mil dólares (cerca de 76 mil pesos mexicanos) aunque si llega a China, el kilo se puede cotizar hasta en los 100 mil dólares pues en ese país no solo se considera un potenciador sexual sino, también, un símbolo de estatus.
La organización ambientalista Sea Shepherd no sólo ha encontrado en el mar redes ilegales, también pescadores que han disparado contra sus drones que intentan vigilarlos y denunciarlos.
Sea Shepherd realiza opertativos conjuntos con la Marina.
Última esperanza para rescatarla
Vaquita Marina. (Twitter Earth ON /Archivo)
Si hay algún responsable de la conservación de la fauna y la flora de México, es el Estado. Al menos así está asentado en nuestras leyes federales. El apartado III del artículo 79 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (1988), señala que “la preservación de las especies endémicas, amenazadas, en peligro de extinción o sujetas a protección especial” es responsabilidad del Estado.
Esto implica que las políticas públicas que regulan actividades como la pesca, la caza o la extracción de mineral del subsuelo deben estar respaldadas por estudios científicos de las regiones afectadas. Sin embargo, el caso de la vaquita marina planteó, desde el inicio, algunas dificultades. En primer lugar, cuando se hizo el primer conteo sistemático ya era una especie escasa (567 individuos en 1997).
No obstante, en 2017 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció que haría una inversión de 3 millones de dólares.
Vaquita marina, especie en peligro de extinción. (Twitter: @Notimex)
Para preservar y proteger a la vaquita marina en el Alto Golfo de California, las autoridades realizaron, durante octubre del 2017, 40 operaciones aéreas y 100 marítimas de vigilancia para evitar el tráfico ilegal de productos y especies en peligro de extinción o sujetas a régimen de protección especial.
A través de un comunicado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), informó que la estrategia para la recuperación de la vaquita marina, implementada por el Gobierno de la República desde el 2015, permitió el aseguramiento total de 201 personas, 301 totoabas completas y 704 buches de totoaba.
El 21 de septiembre de 2017, se inició la tercera fase de eliminación de redes fantasma en la Reserva de la Biósfera del Alto Golfo de California, por lo que se usaron 12 pangas y 02 barcos.
El Programa Vaquita CPR fue integrado por 65 investigadores de 9 países que se concentraron en el puerto de San Felipe, Baja California.
El 18 de octubre de ese mismo año el equipo logró capturar el primer ejemplar, una cría de la que se logró tomar las biopsias que después fueron enviadas al Frozen Zoo. El 4 de noviembre los científicos lograron capturar otro ejemplar, una hembra adulta en edad reproductiva, también le tomaron biopsia y después fue llevada al “Nido”, un corral marino, pero la pequeña murió al siguiente día y el programa fue cancelado.
México mantiene un proyecto de conservación, protección y recuperación para rescatar a los ejemplares que quedan (Semarnat)
El Frozen Zoo de San Diego es un banco de tejidos y material genético que han sido recolectado desde 1975 y cuenta con cultivos celulares de 10 mil ejemplares que incluyen a más de mil especies al borde de la extinción.
El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano, aclaró que las acciones en preservación y rescate de la vaquita marina “no han sido un fracaso”:
“Yo creo que nos se puede hablar de un fracaso. Nos gustaría tener o acabar con la pesca ilegal de la totoaba, pero es una situación que es mucho más complicada que solamente una pesca ilegal, son situaciones que provocan organizaciones criminales internacionales que además de pescar totoaba, pero creo que la batalla la hemos dado, hoy dejamos al país con un número de cerca de 30 vaquitas, es un número que los expertos dicen que todavía se puede recuperar la especie”
Proyectos de conservación apoyados por SEMARNAT y la Armada de México han contribuido junto con Vaquita CPR a preservar esta especie endémica. Estos proyectos incluyen la prohibición de redes de enmalle y su remoción, acciones fundamentales para la supervivencia de la vaquita.
