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La historia detrás de las canciones de Armando Manzanero, el último gran compositor mexicano

Detrás de las grandes canciones de Armando Manzanero se esconden historias entrañables y dignas de ser contadas. 

Famoso por el romanticismo que le imponía a sus canciones y por su sencillez, la influencia del maestro Armando Manzanero es innegable en la historia contemporánea de la música en español.

Detrás de sus grandes canciones se esconde un relato digno de ser contado. A continuación la historia detrás de algunas de ellas.

Nunca en el mundo

Su primer contacto con el mundo de la composición se dio cuando, siendo niño, escuchó a Carlos Gardel cantando “El día que me quieras”.

“Es así como enloquezco por tener ganas de un día componer parecido a ese señor”.

Años después, con tan solo 15 años de edad, Armando escribió “Nunca en el mundo”, canción que muestra en el ritmo una clara influencia de ritmos cubanos:

Voy a apagar la luz

Fue escrita en 1959 e interpretada por el cantante chileno Lucho Gatica, de quien Manzanero era pianista. La canción se convirtió en la primera de sus composiciones en alcanzar éxito internacional.

Más tarde, esta canción sería la elegida para abrir Mi primera grabación, disco con la que Armando Manzanero debutó en el mercado en 1967.

Esta tarde vi llover

Esta canción nació en una tarde lluviosa de soledad en la que el maestro se sintió arrinconado por la soledad.

“Dicen que no hay nada peor que estar solo. Había cobrado mi quincena y unos arreglos, era el mes de octubre y en ese entonces hasta las estaciones del año tenían palabra, ahora ya no, ahora cualquier día hay terremotos, cualquier día entra la lluvia. Y me dio mucha curiosidad ver cuando la gente comenzó a correr para no mojarse porque estaba lloviendo; y yo estaba solo.

Había hablado a casa de mi mamá y me dijo ‘no cociné’, hablé a mi casa y me dijeron ‘la señora se fue con los niños’; le hablé a un gran amigo mío, compañero del trabajo y me dijeron ‘se fue con don José Alfredo Jiménez, así que no creemos que vuelva pronto’. Me metí a un restaurante a comer y cuando comencé a comer comenzó a llover. Por eso dice ‘esta tarde vi llover, vi gente correr’ porque estaba la gente corriendo, no quería mojarse ‘y no estabas tú'”

Aquí lo vemos interpretando esta canción en la edición 1991 del Festival Viña del Mar.

Somos novios

Manzanero la define como una de sus canciones más importantes, sin embargo, recuerda que a su suegra no le gustó:

“Cuando yo escribo somos novios, la abuela de mi hijo Juan Pablo le dijo a Cristina ‘que canción más cursi’. Le cayó mal a la futura suegra”.

Fue escrita en Aguascalientes, cuando enfermó de gripa y como no podía salir, se puso a componer música para no aburrirse.

“Me dijo el doctor, si usted no se encierra en el hotel, no va a poder trabajar en la noche. Y es así como estuve todo el día en el hotel, no había televisión como ahora, así que mejor tomé mi guitarra y empecé a escribir”.

Aquí tenemos esta canción, interpretada por Luis Miguel, con Armando Manzanero al piano.

Contigo aprendí

Una cantante que cocinaba muy bien los ostiones invitó a Armando Manzanero a comer. Era un día lunes y cuando terminaron Manzanero le preguntó “¿cómo es que me invitó a comer usted en lunes si se supone que las comidas siempre son en domingo?”, entonces ella le respondió:

“Los humanos le hemos puesto nombre a los días, pero en realidad para nosotros hoy fue domingo”.

Esta cita contundente lo inspiró para empezar a darle vida a la letra de esta canción en la que también se encuentra la frase “a ver la luz del otro lado de la Luna”, que también surgió durante esa misma comida:

“Le dije ‘oiga, yo siempre he comido ostiones pero en coctel’ y esa vez estaban hechos en escabeche y me dijo ‘no se olvide usted que siempre hay que buscarle el otro lado a las cosas'”.

Adoro

Fue concebida como vals peruano que surgió después de que Manzanero hizo una larga temporada en Lima. Cuando llegó a grabarlo el violinista clásico y compositor mexicano Rubén Fuentes Gassón le sugirió darle el ritmo de una balada, con lo que tendría un toque más internacional.

Nada personal

Armando Manzanero cuenta que a mediados de los noventa llegó a escuchar un comentario donde decían que él ya había dado todo lo que podía dar, y que había compositores más jóvenes y mejores, entonces le dieron a leer el libreto de una novela para hacerle el tema musical.

Decidió usar ese trabajo para demostrar que él seguía vigente y que todavía podía crear temas inolvidables.

“La persona que diga que no tiene un fracaso definitivamente está fuera de la realidad, los he tenido todos, solo que los he conseguido superar”.

Estas historias fueron extraídas del programa El Interrogatorio, realizado por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), transmitido en Foro TV en el 2018.

Aquí puedes ver esta entrevista completa, en la que además narra pasajes pocos conocidos de su vida personal y de su carrera artística:

Imagen principal: Adrián López

Armando Manzanero es uno de los grandes mexicanos de origen indígena que han puesto el nombre del país en alto (AP)

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