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Historia de la parodia: De lo sublime a lo ridículo

De Grecia hasta nuestros días, el arte de la parodia ha sido usado para diferentes propósitos a lo largo de la historia

Todos hemos escuchado, visto o leído una parodia alguna vez. Este género ha trascendido su formato original para ser representado en el cine y la televisión. Puede ser una poderosa arma crítica, que también sirve para expresar admiración. ¿Cuál es su origen y su historia?

De Grecia para el mundo

El filósofo griego, Aristóteles, afirmó que Hegemón de Tasos inventó la parodia como la conocemos hoy en día. Hegemón cambiaba ligeramente la redacción de poemas famosos para exagerar su significado y hacerlos tontos y entretenidos.

Un ejemplo sobreviviente de su obra es Batrachomiomaquia (Batalla de las ranas y los ratones, atribuida erróneamente a Homero), una composición que reproduce el estilo épico de la Ilíada pero sustituye a los aqueos y troyanos por ranas y ratones.

Hegemón de Tasos inventó la parodia, de acuerdo con Aristóteles | Foto: Wikimedia Commons

Algunos otros parodistas de la historia incluyen al satírico asirio Luciano de Samosata, quien parodió La Odisea e indica “con un diario de viaje simulado que satirizó a Homero y otros autores clásicos”. Aristófanes parodió los estilos dramáticos de Esquilo y Eurípides en su obra Ranas.

Este incentivo para proporcionar “imitaciones” como contrapunto a los originales continuó en los dramaturgos griegos posteriores que crearon obras satíricas además de dramas serios.

En la antigua Grecia, los rapsodas —recitadores o pregoneros— cantaban las primeras parodias al mismo tiempo que las primeras grandes epopeyas de la literatura occidental.

El filósofo y teórico literario ruso Mikhail Bakhtin explica que las parodias están latentes en el original. En otras palabras, las parodias son como las sombras de lo que parodian. No solo se puede parodiar cualquier cosa, sino que tan pronto como alguien crea arte, cualquier tipo de arte, la parodia ya existe en teoría porque se deriva del estilo del original.

En la literatura medieval y moderna

En el siglo XIV, El cuento de Sir Thopas de Geoffrey Chaucer, que forma parte de Los cuentos de Canterbury es una parodia de los romances, al igual que el primer cuento de la colección, El cuento del caballero.

“El Quijote” de Cervantes es una parodia a las novelas de caballería | Foto: Wikimedia Commons

Durante la misma época, El rizo robado de Alexander Pope parodiaba las epopeyas como la Eneida. En el siglo XVII, Miguel de Cervantes parodió el estilo de las novelas de caballería españolas en Don Quijote de la Mancha.

En el siglo XVIII, Shamela de Henry Fielding parodiaba Pamela de Samuel Richardson, una novela epistolar sobre una sirvienta que se resistía virtuosamente a los avances de su patrón.

A principios del siglo XIX, La Abadía de Northanger de Jane Austen parodiaba el estilo de la ficción gótica, que está llena de horror y lo sobrenatural.

El arte de la parodia fue fomentado en el siglo XX por publicaciones periódicas como Punch y The New Yorker. También el cuento de 1939 de Jorge Luis Borges, Pierre Menard, autor del Quijote, que de acuerdo con los estudiosos, concibe el ideal de lo que debe de ser la parodia.

Fue en el siglo XX en el que la parodia trascendió la literatura y el teatro, adaptándose a otros formatos, como el cine y televisión. Su función, más allá del entretenimiento, como dice Bakhtin, es ser una sombra del original para transmitir un mensaje.

Parodiando el presente

La literatura, la canción y el teatro tenían una trayectoria desarrollada de parodia mucho antes de que se inventara el cine y la televisión, por lo que no sorprende que, tan pronto como se desarrollaron tradiciones cinematográficas y televisivas, las parodias no tardaron en aparecer.

En “El Gran Dictador”, Chaplin parodia los fascistas de la década de 1930 | Foto: Charles Chaplin Film Corporation

Charles Chaplin, Buster Keaton, Cantinflas, Tin Tan, Mel Brooks y otros actores adquirieron la fama en ambas pantallas, usando la parodia para contar historias y hacer crítica social a través de los personajes que crearon.

La parodia no es necesariamente satírica y, a veces, se puede hacer con respeto y aprecio por el tema en cuestión, sin ser un ataque sarcástico o una burla. Incluso, pude ser usada para facilitar el diálogo y distender las tensiones.

Por lo anterior, las parodias pueden seguir varias estrategias diferentes, como la trivialización o la exageración. La primera consiste en tomar un tema serio y tratarlo como si fuera tonto o insignificante. Un ejemplo podría ser Austin Powers, una parodia que trivializa las serias aventuras de James Bond.

En cuanto a la exageración, la parodia toma un aspecto de la versión original y seria y la lleva al extremo. Esto lo podemos apreciar en programas tan populares como Saturday Night Live. En el caso de México, no podemos dejar de recordar La Parodia o El Privilegio de Mandar, programa que el 1 de agosto de 2022, a las 10 de la noche, regresa a las pantallas mexicanas a través de N+ Media, el canal de streaming de noticias que puedes ver exclusivamente por medio de la plataforma ViX y desde el sitio nmas.com.mx.

La parodia es importante porque nos permite criticar y cuestionar sin ser agresivos o maliciosos. Más bien, usamos la comedia. La parodia imita, enfatiza y llama la atención sobre ciertas características, personajes o puntos de la trama que son débiles, tontos, extraños o sujetos a críticas de cualquier tipo.

Mientras que la crítica seria de políticos, obras de arte, celebridades o literatura puede ser aburrida o complicada, la parodia atrae a una audiencia con sentido del humor y una visión más ligera de los temas serios. La parodia permite a los comediantes abordar problemas serios sin dejar de hacernos reír.

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