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Fotografías y neonazis

¿Qué se volvió real con esta foto? La lucha contra la xenofobia, la resistencia, la vulnerabilidad y sobre todo, el evidente regreso de la ideología neonazi a Europa –digo regreso, aunque no estoy segura de que se haya ido realmente.

De la foto viral al problema de la ultraderecha

Algo se vuelve real al ser fotografiado” (Susan Sontag, Ante el dolor de los demás)

¿Qué se volvió real con la foto principal de este artículo? La lucha contra la xenofobia, la resistencia, la vulnerabilidad y sobre todo, el evidente regreso de la ideología neonazi a Europa –digo regreso, aunque no estoy segura de que se haya ido realmente.

Sin duda, una de las fotos más importantes de este año, fue la de Maria-Teresa “Tess” Asplund. Esta mujer desafió a 300 neonazis durante una manifestación en Borlänge, un pueblo de 50,000 habitantes en Suecia. Caminó directamente hacia ellos con el puño en alto en un gesto simbólico que dio la vuelta al mundo. Tess Asplund es una colombiana originaria de la ciudad de Cali que adoptó una pareja sueca cuando tenía 7 meses. Tiene 42 años y es una activista de los derechos de los migrantes. Ver el despliegue de pancartas y consignas neonazis en su ciudad la hizo reaccionar de tal manera.

Vi al Movimiento de la Resistencia Nórdica marchar por la calle y eso me hizo sentir muy molesta, porque están marchando para promover discursos de odio y no podía tolerar eso en el país donde crecí.

Me dio un cúmulo de emociones y la principal era el enojo. Corrí hacia ellos y levanté mi puño en el aire como Nelson Mandela. Él es mi héroe y creo que era un hombre compasivo que amaba la humanidad, y por eso levanté mi puño. Para mandarles un mensaje: creemos en la justicia, en la libertad y el amor. (Fuente: entrevista con Al Jazeera)

Suecia es un país de 10 millones de habitantes. Es reconocido mundialmente por ser uno de los países con mejor calidad de vida. La tasa de mortalidad infantil es de las más bajas del mundo, el índice de alfabetización es del 99%, tienen seguro de desempleo generoso y servicios de salud pública de altísima calidad. Estos datos son bien conocidos a nivel internacional y es por eso que recibe tantos migrantes año con año. En 2015 recibió 163,000 refugiados (incluyendo más de 35,000 menores no acompañados), de hecho, Suecia es uno de los principales destinos para refugiados y migrantes que intentan llegar a Europa. A pesar de que es un país que tiene infraestructura suficiente como para soportar este número de migrantes, hay muchos suecos preocupados por esto.

En enero de este año un centenar de jóvenes en Estocolmo amenazó con golpear a todos los inmigrantes a su paso porque acusaban de robo a los migrantes del norte de África. Los culpaban de los asaltos en lugares concurridos de la ciudad, como trenes y puentes, y si bien son crímenes frecuentes en Estocolmo, culpar a un sector de la población específico es muy peligroso. Estamos hablando de políticas que incriminan y segregan al otro, y si estos otros han incurrido en delitos, no es porque sean extranjeros. Al final, la policía frenó estos ataques, pero es evidente que estamos ante una tendencia claramente xenófoba.

(AP Photo/Alexander Zemlianichenko)

Actualmente el partido antiinmigrantes es la tercera fuerza política en Suecia (Partido de los Demócratas Suecos). Este partido no es sino la representación institucional de un sentir generalizado de la gente. Hay dos datos interesantes de los que podemos echar mano para entender el surgimiento de este partido. El primero, es que Suecia es el país europeo que más permisos de residencia concede al año. El segundo, la desigualdad y la segregación de las minorías crece año con año. Estos dos factores han sido fundamentales para entender el surgimiento de un partido antiinmigrante, porque es un partido que representa los intereses de miles de suecos. Ante la crisis, lo más sencillo parece ser culpar a las minorías, segregarlas aún más y negarles el posible bienestar del cual ya goza las mayorías.

¿Y el resto de Europa?

Los mítines neo-nazis en Suecia se han disparado en los últimos 4 años, también se han duplicado las reuniones y la propagada racista por todo el país. Los xenófobos en la mayoría de los casos trabajan de noche distribuyendo el material. Es decir, hay un sentimiento de que puede que sea una actividad no lícita o que no se verá con buenos ojos, pero eso no impide que haya despliegues racistas a plena luz del día (como el caso de la marcha neonazi citado arriba). Además, este problema no es sólo uno que aqueje a los lugares pequeños con comunidades cerradas, de hecho, entre los lugares con mayor actividad racista está Estocolmo, la propia capital sueca, encabezando la lista.

No se trata de un problema específicamente sueco. En Grecia se han fortalecido los partidos ultraconservadores, como el caso de Amanecer Dorado que no duda al usar métodos violentos en las políticas públicas antiinmigrantes. En Noruega, el Partido del Progreso (el partido ultraconservador) obtuvo sus mejores números en el 2009, cuando empezaban a llegar más migrantes que en los últimos años. En Finlandia también ha subido la ultraderecha, el partido Verdaderos Finlandeses ahora es la tercera fuerza política del país (y por favor, no desechemos el nombre, hablar de verdaderos finlandeses es una postura política claramente racista). Incluso en Finlandia existe una milicia que patrulla las calles contra “los invasores musulmanes” que se hace llamar los “Soldados de Odín”. Holanda, Austria y Bélgica también cuentan con representaciones de grupos ultraderechistas en sus parlamentos. El hecho de que estos partidos xenófobos, racistas, intolerantes con los migrantes musulmanes, hayan conseguido una importante representación en los parlamentos europeos, es un reflejo del sentir de ciertos sectores de la población.

(Minna Raitavuo/Lehtikuva via AP)

Las propuestas de asilo que han hecho los gobernantes europeos generan una enorme preocupación entre los ciudadanos.

La ultraderecha alemana casi no había crecido en gran parte porque Alemania había sido un país próspero y también porque debido a la culpa histórica el tema del nazismo había sido sumamente delicado y penado, frenando el surgimiento de los neonazis. Sin embargo, desde el 2013, el partido Alternativa para Alemania ha sido explícito en su descontento por el islam y propone impulsar la asimilación de una cultura alemana “común” distinta a las políticas multiculturales. Mientras esto sucede en el parlamento, el año pasado circuló la noticia de un neonazi que orinó sobre dos niños refugiados que viajaban a las cercanías de Berlín.

¿Qué hay detrás de este terror a “mantener la identidad nacional”?

(AP Photo/Yorgos Karahalis)

Los populismos (de izquierda o derecha) ofrecen a los votantes soluciones a los problemas económicos que por lo general van acompañados de una retórica eficiente. Esto es aún más notorio cuando se trata de problemas ligados con la globalización (específicamente la migración). El catalizador de los problemas no necesariamente es la llegada masiva de extranjeros aunque así se ha pensado popularmente pues hay una concepción generalizada de que pierden control sobre su entorno tradicional. Se trata de propuestas sin fondo, porque ofrecen cambios cosméticos que poco tienen que ver con arreglar el problema de raíz.

El panorama actual en el cual se desarrollan estas campañas de odio es bastante complejo. Por un lado, tiene que ver el desgaste de los partidos mayoritarios, quienes han estado involucrados en escándalos políticos y a quienes se culpa por la situación económica que no han podido cambiar, los partidos nuevos más pequeños se muestran como alternativas a los problemas. Por otro lado, hay ciertos problemas coyunturales como el terrorismo o la crisis de refugiados que se perciben como factores del deterioro de las condiciones de vida de los europeos –condiciones que hasta hace unas décadas se antojaban perfectas e inalterables.

El miedo a perder el privilegio es muchas veces más grande que la empatía o la solidaridad.

La foto de Tessa Asplund es un mensaje poderoso para todos. Si bien el surgimiento de los discursos de odio no es espontáneo, esta tendencia mundial está bastante generalizada (y Tessa es ese mensaje de que las personas pueden enfrentarse a estas manifestaciones de odio). Europa siempre se imaginó como esa tierra prometida de las comodidades y los beneficios, pero la realidad, como siempre, es mucho más compleja que los estados asistenciales y las postales con paisajes nevados.

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