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Estadio Azteca: La cancha donde se consagraron Pelé y Maradona

El Estadio Azteca tiene la particularidad de haber visto la consagración de Pelé y Maradona, los dos mejores futbolistas de la historia

El Estadio Azteca no sólo es uno de los estadios más emblemáticos de nuestro país. Su historia e importancia transcienden nuestras fronteras.  Y es que en su cancha se han disputado tres finales de Copa del Mundo (dos varoniles y una femenil) y vio cómo dos leyendas del fútbol, Pelé y Maradona, se consagraron como los mejores jugadores en la historia.

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Breve historia del  Estadio Azteca

En 1960, Emilio Azcarraga Milmo, dueño de Televisa y del Club América, fundó la Sociedad de Fútbol del Distrito Federal junto a los dueños de Atlante y Necaxa.  La Sociedad invitó al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez junto a sus socios Rafael Mijares, Enrique de la Mora y Félix Candela a presentar propuestas para su diseño. Sería el edificio más grande jamás planeado en la Ciudad de México.

La construcción empezó en 1962 en las —entonces— afueras del Distrito Federal, siendo construido en tierras que antes eran del antiguo pueblo de Santa Úrsula Coapa. Es por ello que el Estadio Azteca es coloquialmente conocido como el Coloso de Santa Úrsula.

El Coloso de Santa Úrsula durante su construcción (Imagen: Wikimedia Commons)

Los dueños  lanzaron un concurso para nombrar al estadio al comienzo de la construcción. Un hombre de la ciudad de León fue quien tuvo la idea ganadora y quien le dio el nombre por el que lo conocemos: Estadio Azteca.

El Estadio Azteca fue construido para la Copa del Mundo de 1970, pero abrió cuatro años antes, en 1966. El primer partido disputado fue el empate a 2 entre América y Torino. El primer gol fue anotado por el brasileño Arlindo dos Santos. También fue escenario de los Juegos Olímpicos de 1968 en México.

Sin embargo, fueron las Copas del Mundo las que le dieron a este estadio su estatus mítico. Tanto el Mundial de 1970 como el de 1986 llevaron al Coloso de Santa Úrsula a ser un referente del deporte mundial.

México 1970: El partido del siglo y Pelé

En 1964, México fue elegido para ser la sede de la novena edición de la Copa Mundial de fútbol.  Nueve partidos se realizaron en el Estadio Azteca en el Mundial de 1970, entre ellos el denominado “Partido del Siglo”.

La semifinal entre Italia y Alemania Occidental pasó a la historia como uno de los mejores encuentro de balompié que se hayan visto. Las imágenes de Franz Beckenbauer maltrecho, con el brazo sostenido en un cabestrillo improvisado han dado la vuelta al mundo en incontables ocasiones. El triunfo de los italianos por 4 a 3, en tiempos extra, es considerado como el mejor partido de fútbol del siglo XX, por las emociones y el nivel desplegado por ambas selecciones.

Pelé agrandó su leyenda en el Estadio Azteca (Imagen: Wikimedia Commons)

Italia se ganó así el boleto para la gran final, contra Brasil. El Scratch du Oro encabezado por Pelé. La verde amarela que enamoró a México y al mundo entero.

El 21 de junio de 1970, un Estadio Azteca repleto se volcó para apoyar a la selección de Brasil. Más de 100 mil personas vieron a Pelé anotar el primer gol de cabeza. Fueron testigos del empate de Roberto Boninsegna. Se sorprendieron por el huracán amarillo que  arrasó con l’Azurra en el segundo tiempo y se maravillaron con la obra de arte que fue el cuarto gol anotado por Carlos Alberto.

Pelé obtenía, junto con Brasil, la tercera Copa del Mundo de su historia. El primer país en lograrlo. Y lo hacía consolidando al número 10 como el mejor jugador que haya pisado una cancha de  fútbol. Era el final de su andar con la selección de su país en Mundiales. El broche de oro a una carrera dorada. 

1971: La selección femenil hace historia

En 1971, México fue la sede de la segunda Copa el Mundo de fútbol femenil. Si bien el torneo no fue organizado por la FIFA, atrajo la atención de los aficionados al fútbol de nuestro país. Sobre todo porque, por primera vez en la historia, el Estadio Azteca veía a una sección nacional disputar un título en su cancha. 

110 mil personas abarrotaron el Coloso de Santa Úrsula el 5 de septiembre de 1971. Un récord que sigue vigente cuando hablamos de fútbol femenil.

México llegó a la final, perdiendo con Dinamarca (Imagen: Wikimedia Commons)

El Tri perdió 3-0 ante Dinamarca, pero el público reconoció su esfuerzo de un grupo de jugadoras que luchó por sus derechos como futbolistas. Y si bien no consiguieron el reconocimiento que merecían, sentaron las bases para generaciones de mujeres que saben que la pelota es de ellas también.

La Mano de Dios, el gol del siglo y Maradona

En 1986, luego de que Colombia tuviera que dejar la organización, el Mundial regresó a México. En esta ocasión, fue un argentino el que se encumbró en el Olimpo del fútbol, el 10 de la albiceleste, Diego Armando Maradona.

El encuentro de cuartos de final entre Inglaterra y Argentina quedó grabado en la memoria de los espectadores para la posteridad. No tanto por el resultado, sino por la manufactura de los goles que anotó Maradona: “la mano de Dios” y “el gol del siglo”.

El primero, fue la treta que usó el llamado “Pelusa” para vencer a Peter Shilton, el portero de Inglaterra, en un salto. Usó la mano para tratar de alcanzar el balón y éste entró a la portería. Por eso es conocido como la Mano de Dios. Los ingleses reclamaron al árbitro, pero en esos años el VAR no era ni una quimera, y el 1-0 subió al marcador al minuto 51 del partido.

Maradona fue fundamental para que Argentina se coronara campeón del Mundo en el Estadio Azteca (Imagen: Getty)

Apenas cuatro minutos después, Maradona hizo el gol del siglo. El 10 de Argentina tomó el balón atrás del medio campo y fue desparramando ingleses a su paso. Con exquisita técnica mezclada con una increíble velocidad y tremenda precisión,  Diego Armando venció una vez más a Shilton.  Un gol que sigue sin ser igualado en un Mundial. Un gol que el Estadio Azteca atesora como propio.

Si bien Maradona no hizo gol en la final contra Alemania, dio un soberbio pase para que Jorge Burruchaga hiciera el gol del triunfo, el gol del campeonato. El Estadio Azteca vio como Argentina alzaba por segunda vez el trofeo y como Diego se sentaba en la mesa de Pelé. Otra leyenda consagrándose en el pasto del Coloso de Santa Úrsula.

El Estadio Azteca ha sido testigo silencioso de muchas hazañas a lo largo de su historia. Pero es el único estadio en el mundo que puede presumir haber tenido a los dos más grandes en su cancha, dejando su magia y atesorando sus más grandes triunfos para la posteridad.

Por eso el Estadio Azteca es único en el mundo y es nuestro.

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