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El demonio, las herencias y Camila Sodi: Rodrigo Fiallega habla de “El exorcismo de Carmen Farías”

En esta entrevista, el director Rodrigo Fiallega habla de El exorcismo de Carmen Farías, una nueva película de terror mexicano protagonizada por Camila Sodi.

Esta semana se estrenó en México la reciente incursión de Camila Sodi en el cine de horror con la cinta El exorcismo de Carmen Farías. Nos sentamos a hablar con su director, Rodrigo Fiallega, sobre lo que implicó hacer esta película, lo que significa personalmente y cómo impacta en el panorama del horror en México.

Hacer películas de género es difícil en cualquier parte del mundo. En México es más cercano a lo imposible. A pesar de que somos un país adepto al horror y a la ciencia ficción, es difícil encontrar ejemplos exitosos de películas de género, producidas en México, que sean aceptadas con los brazos abiertos por crítica y público.

Proyectos de antología como México Bárbaro encabezado por Lex Ortega, han permitido una explosión de nuevo talento en el cine de género. A partir de ahí y por todos los caminos posibles, las cintas de Isaac Ezban, Adrián García Bogliano, Lex Ortega, Jorge Michel Grau, Issa López, Sebastián Hoffman y Edgar Nito han tenido, en este sentido, buena fortuna.

(Videocine)

De cualquier manera, sigue siendo particularmente difícil levantar un proyecto de género en México. Y más aún verlo mantenerse en cartelera. Después de la exitosísima Juega Conmigo de Bogliano, sin embargo el 2021 ya tiene un nuevo estreno de horror de la mano de Rodrigo Fiallega. Se trata de El exorcismo de Carmen Farías, protagonizada por la popular actriz Camila Sodi.

Fiallega estrenó este mismo año, en distintos festivales del mundo, incluyendo FICUNAM en la Ciudad de México, la película Ricochet. Esta historia de venganza fantasmal en un pueblo del norte de México fue recibida con entusiasmo por la crítica nacional e internacional. Con El exorcismo de Carmen Farías, virando radicalmente hacia el género y con una corrida comercial mucho más importante, Fiallega se adentra en aguas desconocidas. Para que nos cuente esta experiencia renovadora, nos sentamos a platicar con él sobre cómo fue filmar esta película, qué significa para su carrera y, en general, qué repercusiones tiene en el cine de género en México.

(Cinépolis Distribución)

Tu anterior película, Ricochet tiene algunos elementos de género. Está el asunto de la venganza y están los mecanismos reconocibles de los cuentos de fantasmas alrededor de la historia de este hombre que surge de la nada para vengar un viejo agravio y regresar a la tumba. ¿Cómo fue pasar de una película que coqueteaba con el género a hacer, francamente, una película de terror?

Fue muy interesante, porque son películas diametralmente diferentes. Tal vez lo único que tienen en común es que son películas que giran alrededor de un solo personaje. Es un personaje el que lleva toda la carga de la película. Creo que es lo único que tienen en común. Son muy diferentes. Lo divertido y lo extraordinario del lenguaje cinematográfico es que tiene muchísimas posibilidades. Creo que limitarse a un solo género o a un solo tipo de película es limitarse como ser humano y como director. Para mí, el reto de encontrar diferentes proyectos es, justamente, ese.

Fotograma de Ricochet de Ricardo Fiallega (Tangram Films)

Hay dos mecanismos interesantes que destacan en esta película. El tema de los exorcismos, que es un tema esencial para el cine de género y para el cine en general; y el formato del found footage que se ha explorado mucho, en diferentes géneros, en los últimos 20 años. ¿Cómo llegaste a esta película y qué fue lo que más te interesó de estos juegos formales y genéricos?

Yo llegué al proyecto gracias a Javier González Rubio, que es el productor de la película. Él me comentó del proyecto, me dijo que estaban buscando director, me mostró el guión. El proyecto me interesó, por un lado, porque es una película de género. Este género tiene sus propias reglas, pero al mismo tiempo, te da la libertad de experimentar a nivel visual y sonoro. Como director, me interesaba eso. Por otra parte, era un guión que tenía una historia centrada en un solo personaje encerrado en una sola casa. Era un reto sostener una película de género, con un solo personaje, en una sola locación, y que la tensión del público no decayera, sino que fuera aumentando. Que los espectadores quisieran saber más de este personaje.

(Cinépolis Distribución)

Tienes bastante experiencia en trabajos de efectos visuales de películas. ¿Cómo te sirvió esa experiencia para esta película?

Me sirvió mucho, por supuesto. Creo que tener ese bagaje ayuda para realizar cualquier película. Pero, por supuesto, en una película de terror que, inevitablemente, tiene ciertas necesidades de efectos visuales, físicos o digitales, ese bagaje te ayuda a entender cómo funcionan a nivel técnico, para saber cómo hay que filmarlos; y a nivel visual, para saber cómo se tienen que ver para que todo funcione. Creo que eso es importante y creo que es algo que la película tiene. A nivel de manufactura, esta película no le pide nada a ninguna película de cualquier otra cinematografía en el mundo.

(Cinépolis Distribución)

En estas dos películas te enfrentaste a dos caminos de distribución muy distintos. Uno por festivales, y uno mucho más directo y planeado para corrida comercial. Entre estas dos experiencias, te quería preguntar, ¿cuál crees que sea el mayor reto para hacer cine de género en México?

Creo que el mayor reto para hacer cine de género en México y en cualquier lado es encontrar una historia que valga la pena contarse. Creo que a veces el problema con las películas de género o de acción es que se le da demasiada confianza a los efectos y no se piensa en la substancia del concepto de la película y lo que quieres decir con ella. Creo que eso es lo primero: encontrar un proyecto que sea interesante. No tiene que ser la película que revolucione el cine, pero sí que tenga algún sustento y, a partir de ahí, generar algo que vaya por el camino que te interese. Sea este el cine de género, el terror o cualquier otra cosa. Pero lo primero creo que tiene que ser esa parte, tener ese núcleo con sustento para desarrollar algo a partir de ahí.

(Cinépolis Distribución)

Algo que me parece interesante en el subgénero de los exorcismos es que no todas las películas que tratan este tema son necesariamente católicas. Quiero decir que la película más famosa sobre este tema, El exorcista de William Friedkin, es una película sobre un mal milenario y las herramientas endebles que tenemos para confrontarlo. Por otro lado, muchas películas de exorcismos están basadas en el pensamiento católico o en sus encarnaciones reales, en Centroamérica, en Europa, en todo el mundo. Entre todo esta historia, ¿Crees que al público mexicano, amante del horror y profundamente religioso, le atraen particularmente las películas de exorcismos como la tuya?

Como bien mencionas, tenemos esta carga católica cultural mexicana que, automáticamente, hace que nos genere morbo todo lo que tiene que ver con exorcismos, con el diablo, con el mal. Pero, por otro lado, es importante considerar que los exorcismos y el terror sobrenatural debe reflejar miedos y los demonios internos. Eso es lo importante. Ya si juegas, en el camino, con exorcismos, zombies o fantasmas, es una decisión más personal, de tu cultura, de lo que tú quieres explicar. En este caso, al ser nuestra cultura mexicana católica, creo que tenemos más a flor de piel todo lo que tiene que ver con los exorcismos. En todo caso, creo que eso es solamente una decisión particular. Lo importante sería entender que todo esto no es más que un pretexto para hablar de miedos y demonios internos.

(Cinépolis Distribución)

Por supuesto. Justamente hace poco se estrenó una película de terror que se llamó Relic. La película tiene una fuertísima carga personal. Es una película que parece ser una película de horror sobrenatural, pero en verdad está hablando sobre la responsabilidad afectiva en una familia, de cómo una mujer va a cuidar a su madre enferma y ve su degeneración. Cuando hablé con la directora, Natalie Erika James, me dijo que todo el asunto sobrenatural funcionaba como una excusa o una alegoría, más bien, para hablar de lo que le intrigaba, socialmente, sobre la construcción de la familia y sus cargas emocionales; y personalmente, sobre la muerte de su abuela. Ella hablaba de miedos mucho más humanos y palpables que cualquier cuestión sobrenatural. Te quería preguntar sobre esa misma idea del duelo, la muerte, la herencia en la familia mexicana, en tu película.

Un poco la reflexión de mi película está en la herencia. No tanto en la herencia física de la casa, sino del bagaje que trae. El personaje de Camila Sodi porta una carga familiar muy pesada, de su madre, de su abuela… Es algo muy mexicano portar con toda la familia y con todo el peso de este bagaje cultural. Por otra parte, el personaje se da cuenta de que sus propios medios no le han permitido acabar de desarrollar ciertos aspectos de su vida; sus miedos se proyectan, entonces, en todas estas expresiones sobrenaturales.

(Cinépolis Distribución)

En una cuestión más personal, ¿qué tal la pasaste haciendo esta película? ¿Disfrutaste haciendo esta película? ¿Te gustaría volver a hacer una película de terror?

Yo me la pasé muy divertido, la verdad. Es muy divertido filmar películas de terror. Como director fue muy interesante desarrollar algo tan libre a nivel audiovisual. La verdad es que la confianza que nos dieron para llevar esta visión tan libremente se agradece. Creo que influye mucho que todo el equipo, tanto crew, como elenco, hicimos muy buenas migas y eso aliviana todo. Hay tomas que son complicadas, que son laboriosas de hacer, que son cansadas y una buena relación en el set ayuda a que todo se relaje.

Contestando a la otra parte de tu pregunta, sí haría otra película de terror. Lo importante es que el proyecto me parezca interesante. Si el género es terror o comedia o lo que sea, para mí es secundario. Lo importante es que el proyecto me resulte personalmente interesante. Que tenga algo de inventiva visual, que tenga un cierto personaje, que desarrolle cierto concepto. Creo que eso es lo esencial. Lo demás, a nivel de forma, es secundario.

(Cinépolis Distribución)

Bueno, justamente hablando de esto te quería preguntar ¿qué fue lo que te interesó tanto de este proyecto, en la forma, en el guión, en el proceso de producción?

Creo que la posibilidad del género de experimentar y de inventar de forma visual y sonora. Eso me pareció muy atractivo. Sobre todo porque mis proyectos personales no van tanto en ese sentido, son un poco más minimalistas, diría yo. Por otro lado, el reto de esta película era que, más allá del género, tenía que lograr tejer una trama con un personaje en un solo espacio. Es algo muy complejo de lograr, sobre todo capturando la atención de la gente y buscando que la tensión no decaiga en toda la película.

(Cinépolis Distribución)

¿Crees que el cine puede cambiar al mundo?

No creo que el cine pueda cambiar al mundo. Creo que el cine, como todo arte, es un parámetro para medir al mundo. El cine y el arte en general, sirve para medir la temperatura del agua, sirven para saber qué es lo que estamos pensando como humanidad y qué es por lo que pasamos colectivamente. Es una cuestión, más bien, de entendernos a nosotros mismos y las circunstancias. Que cambie al mundo suena muy bien y ojalá así fuera. Pero si el cine y el arte cambiaran al mundo, creo que ya lo habrían cambiado hace mucho. En todo caso, creo que el cine nos ayuda a entendernos, a entender nuestras circunstancias y, en el mejor de los casos, si lo hacemos bien y lo entendemos bien, creo que nos puede ayudar a cambiar. Y, tal vez, al cambiar nosotros mismos, cambiemos un poco el mundo. No creo que por sí mismo el cine o el arte pueda cambiar la humanidad. Simplemente la explican y la muestran tal como es.

(Cinépolis Distribución)

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