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La gorila que pudo hablar. Su nombre fue Koko

Una gorila cautivó a la comunidad científica por su supuesta capacidad para comunicarse; se decía que incluso podía hablar. Su nombre era Koko.

Nos cuesta trabajo aceptar que los animales desarrollan formas de comunicación o formas de asociación complejas. Sin embargo, los ejemplos excepcionales abundan. Hemos visto que los elefantes realizan un ritual tras la muerte de un miembro de su manada; o aquella ocasión en que un grupo de langures vieron que otro langur falso se cayó, pensaron que había muerto, y pasaron a hacer un acto de despedida.

El 4 de julio sería el cumpleaños de uno de los animales que más cautivó a audiencias en el mundo y a la comunidad científica. Se trata de Koko. Esta gorila pudo desarrollar un lenguaje compuesto de más de mil signos en el lenguaje americano de señas, e incluso fue capaz de crear palabras propias. Según la psicóloga Francine Patterson, quien fue su instructora, Koko mezcló las señas de “brazalete” y “dedo” para hacer referencia al anillo que ese día su instructora llevaba puesto.

¿Cómo se entrenó a Koko para lograr esto?

La gorila Koko no fue la primera de su especie en conseguir hacer uso de herramientas más complejas de comunicación. En el año 2000 murió un amigo de la gorila de Koko llamado Michael. Ese gorila había logrado expresarse con 600 señas y los especialistas con los que se comunicaba sospechan que buscaba expresarse sobre la muerte de su madre, quien murió en manos de cazadores furtivos. Los cuidadores de Koko y Michael habían querido que ellos se hicieran pareja para que tuvieran descendencia y les pudieran enseñar a comunicarse. Sin embargo, Michael y Koko crearon una relación de amistad, pero no de pareja.

Koko nació en el año de 1971 en el zoológico de San Francisco. Al año de su nacimiento, la Dra. Francine Patterson decidió usarla para realizar sus estudios de doctorado en la Universidad de Stanford, Estados Unidos.

Su entrenamiento inició con pocas expectativas. Los investigadores que la adoptaron no creían que fuera a desarrollar el lenguaje de señas. Sin embargo, la Dra. Francine Patterson estaba convencida de lo contrario. Ella observó que Koko no estaba repitiendo palabras sin entenderlas, sino que realmente las entendía cuando comenzó a formar sus propias palabras para referirse a cosas de las que no sabía el nombre. La Dra. Patterson sostiene que la gorila entendió alrededor de 2 mil palabras en inglés. Se adhiere a esto el hecho de que pudo expresar onomatopeyas deliberadamente.

Koko y Bolita

Este caso es una de las razones por las que Koko atrajo la mirada del ojo público. La historia de Koko y Bolita es sobre la relación que la gorila desarrolló con un pequeño gato. A Koko desde que era pequeña le gustaban los gatos. La Dra. Patterson le leía desde una temprana edad un libro sobre tres gatos y “El gato con botas”, el cuento favorito de la pequeña gorila.

Una día, los investigadores y cuidadores de Koko encontraron cerca del refugio a unos gatitos abandonados. Uno de ellos tenía un color grisáceo, grandes ojos y le faltaba la cola. A este lo llevaron a donde vivía Koko para que pudiera conocer al pequeño animal que había llegado al mundo abandonado. Koko se encariñó casi al instante de verlo. No tomó mucho esfuerzo para que ambos desarrollaran un cariño mutuo.

La Dra. Francine Patterson le preguntó a Koko: “¿Cómo se llama?” y Koko respondió con señas: “Bolita.” Se convirtieron en amigos inseparables. Koko siempre la cuidaba, vigilando que no se hiciera daño y procuraba ser cariñosa con Bolita.

Pero un día, tras 15 años de amistad inseparable, Bolita salió a pasear alrededor de donde vivía con Koko. Más tarde, la Dra. Patterson fue a darle una triste noticia a la gorila. Bolita había sido atropellada por un carro. Koko cambió su estado de ánimo inmediatamente, diciendo con señas “malo, triste”, mientras tocaba su cara y recorría el camino por donde las lágrimas se deslizarían. La noticia afectó a la gorila. Al monitorear la reacción de Koko, notaron que hizo sonidos que destacaron como una manifestación de duelo.

La gorila que se pudo comunicar con el ser humano

Después de años de entrenarse para ser probablemente la gorila más exitosa para comunicarse con los humanos, se vio a Koko enviar mensajes al mundo y hacer manifestaciones complejas de emociones. Gracias a esto, se creía en la posibilidad de que Koko en algún punto de su vida, pudiera hablar. Esto no es algo sencillo, pues requiere de algo más que el conocimiento. Algunos científicos, como el Dr. Marcus Perlman de la Universidad de Wisconsin, explicaron que

Koko ha desarrollado comportamientos vocales y de respiración relacionados con la habilidad del habla que previamente se creían inalcanzables para su especie.

Sin embargo, aún faltaba que superara la teoría que los primatólogos sostienen de que los primates tienen un repertorio de vocalizaciones limitado. Esto significa que cada especie de primate cuenta con un rango específico de sonidos que puede emitir. Gracias a ésta se puede explicar por qué los gorilas no han sido capaces de desarrollar el habla. Al mismo tiempo esto sugiere que la razón por la que los seres humanos somos capaces de hablar se debe a una cuestión fisiológica. Por ejemplo, los humanos somos capaces de controlar nuestro tracto vocal. Por suerte, Koko cuenta con un ambiente que ha permitido que desarrolle más herramientas comunicativas. El mismo Dr. Perlman dijo al Daily Mail:

Fui allí con la idea de estudiar los gestos de Koko, pero cuando comencé a ver videos de ella, la vi realizando todos estos sorprendentes comportamientos vocales

Y añadió

no es más dotada que otros gorilas… lo que la diferencia de otros miembros de su especie son las circunstancias ambientales a las que fue expuesta. Obviamente no ves cosas como ésta en poblaciones silvestres.

Ella [Koko] muestra el potencial bajo las condiciones ambientales adecuadas para que los simios desarrollen un poco de control flexible sobre su tracto vocal”, dice Perlman. “No es tan fino como el control de los seres humanos, pero ciertamente es control”.

Cabe aclarar que, a pesar de que fue capaz de comunicarse con un lenguaje de señas, no desarrolló oraciones con sintaxis ni gramática. Sin embargo, sí pudo formular frases y expresarse. Incluso manifestó tristeza cuando se enteró que Robin Williams, a quien se refería como su amigo y había conocido previamente, había muerto.

De ser capaz de poder hablar ¿podría comunicar este aprendizaje a otros simios? ¿significaría que otro ser vivo (además del humano) podría desarrollar un sistema de comunicación hablado? Bajo la suposición de que esto es posible, movimientos como Nonhuman Rights Project en Estados Unidos empujan la idea de que grandes simios como el gorila, chimpancé, orangután, etc. tengan un estatus de personas y que, por lo tanto, adquieran la protección de ciertas leyes.

Koko fue un fenómeno que provocó distintas reacciones entre quienes conocen su historia. Desde científicos escépticos sobre la capacidad del habla de un primate, hasta quienes creen que esto es una posibilidad. Sin embargo, lo que es un hecho es que demostró una comprensión fuerte de un proceso comunicativo.

Aún así queda la pregunta: ¿qué pasará si algún día un animal hablara?

(Nota del editor: Koko murió el 19 de junio de 2018; esta nota fue actualizada para reflejar este dato.)

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