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Elena Poniatowska: La Princesa Roja que contó la historia de México

A través de la voz de Elena Poniatowska, se escuchan las voces que marcaron a México. Su historia es la historia de nuestro país.

A principio del siglo XX París vivió las transformaciones más importantes de la época, llegaron las corrientes más innovadoras, era la cuna del arte, se desafió el pensamiento académico y todos querían ser parte de ese movimiento; las familias mas renombradas de México vivían allá, eran muchas pero de entre todas ellas destacaban los Amor, familia que pertenecía a un elite económica, social y cultural, tenían la posibilidad de mantener sus casas en México y vivir en País, lugar en el que nació el 4 de junio de 1908  María de los Dolores: Paulette Amor.

Los Amor continuaron su vida en París, ya que fueron exiliados de México tras la Revolución Mexicana. Paulette pasó 17 años viviendo en Francia y luego conocería México. Tuvo varios amores en diferentes lugares del mundo pero fue en 1930 cuando contrajo matrimonio con el príncipe Jean Poniatowski, descendiente de una de las familias más ilustres de Europa, formó parte de la Grande Armée que acompañó a Napoleón hasta Moscú y era sobrino del último rey de Polonia. Se enamoraron en Francia, lugar en el que tuvieron a sus dos hijas: Sofía y Elena Poniatowska , la princesa Roja.

Paulette se dedicó a trabajar para Schiaparelli, una de las casas de moda más famosas de su tiempo, junto con Chanel. Así transcurrió para ella la década de los treinta, menos dichosa que la de los veinte. En el invierno de 1939, al estallar la guerra, ingresó con otras amigas a un cuerpo de ambulancias organizado por la Cruz Roja.

Por su parte, Sofia y Elena Poniatowska tenían todas las comodidades que se pueden tener viviendo con una familia de la nobleza; pasaban mucho tiempo con Magdalena Castillo, su niñera quien les enseñó no solo a hablar español sino todas las tradiciones mexicanas.

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En plena Segunda Guerra Mundial la familia decidió abandonar Europa y migrar a México, Elena y Sofia estuvieron unos años aquí pero decidieron mandarlas a estudiar en un internado católico en Estados Unidos. Al volver a México se comenzaban a notar las diferencias entre las hermanas, Elena fue la primera en romper con el esquema impuesto a las mujeres de esa época de tener un matrimonio arreglado, ella al ser la primera hija era heredera del título de Princesa, sin embargo nunca lo aceptó aunque su familia europea la llamó “La Princesa Roja”

En 1953 Elena inició su carrera como periodista, profesión que ejerció siempre y le sirvió de punto de partida para varias de sus obras testimoniales:

Yo quería ser médica, pero era muy difícil revalidar mis estudios de convento de monjas. Entonces pensé que tal vez podía ser periodista

A lo largo de su trayectoria cultivó variados géneros: novela, ensayo, testimonio, crónica, entrevista y poesía. Todos sus libros guardan una constante temática y configuran un entramado que da cuenta del presente mexicano: se centran en la sociedad, las relaciones entre hombres y mujeres, el trabajo y el desempleo, el prevaleciente racismo, las costumbres y tradiciones del país, las tragedias nacionales (como el terremoto de 1985) o el papel de la mujer.

Lilus Kikus (1954) fue su obra inaugural, escrita bajo la tutela de J. J. Arreola. En 1963, con ilustraciones de Alberto Beltrán, publicó Todo empezó el domingo, reunión de relatos-crónicas acerca de la vida dominical de los habitantes de la ciudad.

Elena se comenzaba a acercar a las causas sociales, movimientos de izquierda, de las mujeres y las minorías; fue testigo de los sucesos más importantes del país, los siguió de cerca y en sus libros creó grandes testimonios. También aquí fue conocida como la Princesa Roja, al venir de una familia de la nobleza y apoyar los movimientos sociales de la izquierda del país.

La noche de Tlatelolco

1968 es un año clave el mundo, se encontraba regido por movimientos sociales y, en el caso de México, por uno de estudiantes que buscaban la la democratización de un Estado al que se le caracterizaba por su autoritarismo. Sin embargo el gobierno mexicano reprimió el movimiento de la peor manera en la matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.

Lo que sucedió ese día se intentó esconder, sin embargo hay testimonios que han ido rescatando las historias de las víctimas de la cruenta matanza, uno de los trabajos esenciales de recolección fue la crónica de la Princesa Roja, Elena Poniatowska.

Elena recopiló una serie de testimonios que recogen el pensamiento y sentimiento de personas a favor y contra del movimiento estudiantil. Fue testigo de las atrocidades que se vivieron y tuvo el valor de escribirlas y publicar un libro sobre la noche de la masacre y las historias de los estudiantes, víctimas y familia. Los testimonios empezaron a recogerse en octubre y noviembre de 1968 y continuaron hasta 2 años después. El libro se publicó en 1971. Este poderoso testimonio sigue siendo el libro más vendido sobre el tema.

En 1971, el entonces presidente Luis Echeverría le concedió el premio literario Xavier Villaurrutia por su novela La noche de Tlatelolco, sin embargo, la escritora lo rechazó y le dijo al expresidente:

“ ¿Quién va a premiar a los muertos?”

Otro de los sucesos más terribles del siglo XX y que logró capturar a Elena fue el terremoto del 1985, de 7.3 grados, que destruyó 250 edificios, 50 quedaron en riesgo de desplomarse, mil construcciones inutilizables, 5 mil heridos, mil o más bajo los escombros. Entonces Elena se preguntó: ¿Qué pasa con nuestro gobierno? ¿Quién cuida a los mexicanos? ¿Qué diablos es un asentamiento humano? ¿Dónde están los que mandan y dirigen? Aquel 19 de septiembre de 1985, en medio de una nube de polvo que raspaba la garganta no apareció el gobierno, aparecieron los mexicanos más pobres, vaciaron las tlapalerías de picos y palas y empezaron a escarbar para ayudar.

En México siempre tiembla. Las voces del temblor es el recuento de voces, vivas y desaparecidas, conocidas y anónimas, es la constancia del valor de una ciudad que cayó y volvió a levantarse.

En Querido Diego, te abraza Quiela (1978), recrea la relación entre los pintores Diego Rivera y Angelina Beloff. De noche vienes (1979) es una amena fábula sobre una mujer polígama. Con Tinísima (1992) rindió homenaje a la fotógrafa  Tina Modotti. También dedicó ensayos a Gabriel Figueroa, Juan Soriano y Octavio Paz.

Su obra trasciende, incita al cambio e invita a una toma de conciencia sobre los desposeídos, los niños de la calle y las mujeres, entre múltiples y significativos grupos humanos de la realidad contemporánea mexicana.

Con La piel del cielo (2001) obtuvo en España el premio Alfaguara de Novela. En 2005 se publicó El tren pasa primero; con esta novela, que tiene como protagonista a un líder sindical ferroviario, Elena Poniatowska se hizo merecedora del XV Premio Internacional Rómulo Gallegos (2007). En 2011, la escritora obtuvo el premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral por su novela Leonora, sobre la vida de la pintora Leonora Carrington.

A través de la voz de Elena Poniatowska, se escuchan las voces que han marcado la historia de México. La historia de esta escritora es la historia de nuestro país.

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