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16 momentos en la presidencia de Donald Trump que pasaron a la historia

Un repaso de los momentos más importantes en el primer y único término del mandato de Donald Trump.

La imagen de arriba no es Photoshop. Fue tomada por Alex Brandon, un fotógrafo de la agencia AP, cuando el presidente visitó el Monumento Nacional Monte Rushmore el 3 de julio de 2020. Es difícil confirmar si Donald Trump posó para la prensa con la intención de que su rostro se alineara con las esculturas gigantes de Washington, Jefferson, Roosevelt y Lincoln al fondo, cuatro de los presidentes más importantes en la historia de Estados Unidos.

Trump, por supuesto, es un hombre al que le importa la historia; no aprender de ella, eso es evidente por todas las veces que ha dicho que su presidencia ha sido “la más exitosa de todos los tiempos”. El interés de Trump por la historia más bien se limita al número de veces que puede ver su nombre impreso en las páginas de libros de texto. Por esto, no sería ninguna sorpresa que la imagen de arriba refleja la imagen que Trump tiene de sí mismo.

Con la conclusión de su mandato el 20 de enero, cumplido un solo término en el poder, es menester hacer un repaso de los últimos años, desde el 20 de enero de 2017, cuando Donald Trump asumió funciones como titular del Poder Ejecutivo. En efecto, su gestión estuvo marcada por numerosos momentos que, para bien o para mal, probablemente pasarán a la historia. Enseguida hago un recuento de los sucesos de mayor peso histórico que estén directamente vinculados a las acciones del presidente Trump en estos cuatro años.

1. La prohibición de viaje a musulmanes

27 de enero de 2017 – La primera semana de Donald Trump en la Casa Blanca fue un acto de surrealismo histórico tras otro. Protestas en las calles, intercambios acalorados con la prensa y la firma de órdenes ejecutivas de enormes repercusiones políticas y sociales, como la orden ejecutiva 13769. Con la firma de esta polémica orden, Trump le cerró las puertas de Estados Unidos a viajeros de siete países de mayoría musulmana, dejó varadas a cientos de personas en los aeropuertos y suspendió un programa de refugiados que huyen de la guerra civil en Siria, entre otras restricciones migratorias, todo esto con el supuesto fin de prevenir el ingreso de terroristas extranjeros. Aunque una jueza federal dio marcha atrás a los preceptos más discriminatorios de la orden ejecutiva, aquellos días dejaron ver que Trump tenía todas las intenciones de cumplir sus promesas de campaña, incluso las que parecían estar más desapegadas de la decencia civil.

2. El despido de James Comey

9 de mayo de 2017 – Trump tuvo que aprender por las malas que la Casa Blanca no es una empresa privada y su personal no son empleados que puede despedir cuando estos le resulten incómodos. El primer gran escándalo de su presidencia explotó cuando el mandatario despidió a James Comey, quien fuera director del FBI, por indagar demasiado en los presuntos vínculos del equipo de campaña de Trump con agentes del gobierno ruso. La salida de Comey puso en marcha una investigación especial encabezada por Robert Mueller para determinar si una potencia extranjera interfirió en el proceso electoral a petición de un candidato. La investigación fue un dolor de cabeza para Donald Trump durante la mayor parte de su gestión, hasta que por fin se dio a conocer el contenido del llamado ‘Reporte Mueller’ en marzo de 2019, prácticamente absolviendo al presidente de los señalamientos en su contra.

James Comey, exdirector del FBI (Chip Somodevilla/Getty Images)

3. La reacción a la manifestación de Charlottesville

12 de agosto de 2017 – En Charlottesville, Virginia, la nación tuvo su primera dosis de violencia política durante la era Trump como consecuencia de la creciente polarización de la sociedad. El choque tuvo su origen como una manifestación que aglutinaba a diversos grupos de la extrema derecha que protestaban el derribo de estatuas que honraban la memoria de héroes de la Confederación. Cuando los opositores empezaron a formar una contra-protesta en las mismas calles, la tensión derivó en tragedia al momento en que un vehículo atropelló a varios manifestantes de izquierda, dejando un saldo de una mujer muerta y decenas de heridos. En lugar de condenar las acciones de los neo-nazis y los supremacistas blancos en la manifestación, Trump se limitó a decir que “había gente muy buena, en ambos lados” y que la culpa se podía repartir de manera equitativa.

4. El huracán María destruye Puerto Rico

3 de octubre de 2017 – Los primeros cuatro años de Donald Trump en la Casa Blanca no han estado exentos de desastres naturales (incendios forestales, huracanes, terremotos, tornados y demás), y aunque nadie puede culpar al presidente del impacto inicial de estos fenómenos, hay mucho que decir sobre la respuesta del gobierno federal a la hora de brindar ayuda a los damnificados. Quizás el peor manejo de la repartición de apoyos ocurrió en Puerto Rico, cuando el Caribe fue arrasado a finales de septiembre por el huracán ‘María’. Esta tormenta de categoría 5 dejó más de 3 mil muertos (la mayor parte en PR) y cerca de 100 mil millones de dólares en daños. Cuando Donald Trump y su esposa Melania visitaron la isla en octubre, el presidente exhibió su nulo conocimiento en materia de huracanes, las condiciones geopolíticas de Puerto Rico y la crisis humanitaria que tenía en sus manos. Críticos como la alcaldesa de San Juan señalaron que Trump no veía a los puertorriqueños como ciudadanos estadounidenses, a la vez que los medios mostraban al presidente arrojando paquetes de papel de baño a los damnificados como si fueran balones de basquetbol. Para junio de 2018, miles de hogares y negocios en toda la isla seguían sin electricidad, aunque para Trump, los problemas en Puerto Rico se resolvieron hace mucho.

Puerto Rico después del huracán María (Mario Tama/Getty Images)

5. La separación de familias migrantes

6 de abril de 2018 – Poner un freno al flujo migratorio en la frontera sur fue una de las principales promesas de campaña de Trump en 2016. La base del Partido Republicano votó por Trump con la esperanza de un presidente que pudiera bloquear la migración de latinos (sean refugiados o “ilegales”, no importaba), y el presidente puso manos a la obra. Trump, sin embargo, encontró que construir un muro fronterizo de más de 3 mil kilómetros de largo iba a ser más difícil de lo que tenía en mente. Por otro lado, su gabinete implementó una política de “cero-tolerancia” que tenía como objetivo disuadir el cruce ilegal en la frontera y reducir las peticiones de asilo. Aterrado por las imágenes de caravanas migrantes que partían de Centroamérica, Trump ordenó que se aplicara mano dura en la frontera, lo que dio luz verde a la separación de familias en los cruceros fronterizos. Los niños eran separados de sus padres y puestos en guarderías improvisadas por varias semanas mientras los adultos eran retenidos en centros de detención, a la espera de ser deportados. Cuando se desató la indignación en redes sociales por lo que eran llamados “campos de concentración” para niños, la Casa Blanca dio marca atrás a la política de cero-tolerancia, no sin antes separar a miles de familias y dejar a cientos de niños atrapados en un laberinto burocrático, sin saber a dónde fueron a parar sus padres.

Reunión de una refugiada mexicana con su familia después de seis meses detenida (Photo by Mario Tama/Getty Images)

6. El primer encuentro con Kim Jong-un

12 de junio de 2018 – A lo largo del 2017, la relación entre Estados Unidos y Corea del Norte fue tan tensa que Donald Trump prácticamente garantizó la destrucción de aquel país en su discurso ante la Asamblea General de la ONU. Pero todas las hostilidades se disiparon al año siguiente con un giro de 180 grados en las relaciones diplomáticas entre estos dos países. En junio de 2018 se llevó a cabo una insólita cumbre en Singapur en la cual se documentó por primera vez el encuentro de un presidente de Estados Unidos con el líder de Corea del Norte, en esta caso, el excéntrico Kim Jong-un. La cumbre fue posible gracias a la repentina apertura del régimen de Kim con tal de normalizar relaciones con su vecino del sur, la República de Corea. Dos años después de aquel increíble apretón de manos, las relaciones del régimen norcoreano con Estados Unidos y Corea del Sur son tan malas como siempre han sido, pero nadie le puede quitar a Donald Trump este importante momento en política exterior.

7. La confirmación de Brett Kavanaugh a la Suprema Corte

6 de octubre de 2018 – Aunque la confirmación de Neil Gorsuch a la Suprema Corte pasó sin mayor preámbulo en 2017, Donald Trump se vio en mayores dificultades a la hora de ofrecer su segunda propuesta al máximo órgano del Poder Judicial. Cuando Brett Kavanaugh compareció ante el Senado previo al voto de confirmación, salió a la luz que el juez había violado a una compañera de clases cuando estaba en la preparatoria. Dos mujeres más presentaron denuncias de acoso sexual contra Kavanaugh, el juez elegido por Trump para ocupar la silla del jubilado Anthony Kennedy. Los medios no pasaron desapercibido el detalle de un presidente acusado de abuso sexual que nomina a un juez acusado de abuso sexual. No obstante el clima social en pleno movimiento #MeToo y el conmovedor testimonio de Christine Blasey Ford, la víctima de abuso que acusó al magistrado, Trump le otorgó el respaldo necesario a Kavanaugh para que la designación fuera aprobada por el Senado por un voto de 50 contra 48.

El juez Brett Kavanaugh ante el Senado (Andrew Harnik – Pool/Getty Images)

8. La firma del T-MEC

30 de noviembre de 2018 – Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, el nuevo presidente cumplió su palabra de cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de salirse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. A su juicio, Trump veía estos tratados multilaterales como un intento de aprovecharse de la fuerza económica de Estados Unidos, así que se comprometió a renegociar nuevos acuerdos que le ofrecieran mayores beneficios a su país. Temerosos de tener que lidiar con un gobierno populista que amenazara a sus socios comerciales con aranceles por motivos políticos, México y Canadá se apresuraron a renegociar un nuevo acuerdo que pudiera ofrecer las mismas garantías que el TLCAN. El nuevo tratado (llamado T-MEC en español o USMCA en inglés) fue firmado en la cumbre del G-20 de 2018 por Trump, Enrique Peña Nieto y Justin Trudeau, y luego de varias modificaciones y ratificaciones, entró en vigor el 1 de julio de 2020.

9. Estalla el escándalo de Ucrania

23 de septiembre de 2019 – A la vez que Trump podía jactarse de los resultados positivos de la economía, el presidente ya tenía en la cabeza sus posibilidades de reelegirse (juzgando por sus tuits de aquello época). El presidente seguía de cerca las precampañas del Partido Demócrata, y desde su punto de vista (muy acertado, hay que admitirlo) la principal amenaza era Joe Biden, vicepresidente durante el mandato de Barack Obama. Así que Trump puso la orden de investigar a Biden y a su familia, y en una de sus pesquisas se topó con que el hijo de su rival político había estado presuntamente involucrado en unos turbios negocios en Ucrania. El presidente estuvo en comunicación con su homólogo ucraniano, presionando a Volodymyr Zelensky para que investigara a Hunter Biden a cambio de favores políticos. Los contenidos de la llamada prendieron las alarmas de los servicios de inteligencia, y una vez más Trump se vio en medio de un escándalo que involucraba a una potencia extranjera y un proceso electoral. “Fue una llamada perfecta”, así fue como se justificó Trump a los medios. Una llamada tan perfecta que plantó las semillas de su juicio de destitución.

Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania (Drew Angerer/Getty Images)

10. El Congreso aprueba los artículos de ‘impeachment’

18 de diciembre de 2019 – En esta fecha pasó lo que parecía inevitable para casi todos los analistas políticos, quizás desde el principio de la administración de Trump: impeachment. Luego de varias semanas de interrogatorios y averiguaciones en los comités congresionales de investigación en torno al escándalo de Ucrania, el asunto fue llevado al pleno de la Cámara de Representantes. El 18 de diciembre, la cámara baja -controlada por la mayoría demócrata- aprobó dos artículo de impeachment, abuso de poder y obstrucción del Congreso, de tal manera que se dictaminó proceder con el juicio de destitución en el Senado. Para sorpresa de nadie, el Senado -controlado por la mayoría republicana- se apresuró en absolver al mandatario de los dos cargos y darle carpetazo al asunto. De cualquier forma, Donald Trump estará obligado a ver su nombre en los libros de historia como el tercer presidente de Estados Unidos en tener que enfrentar un juicio de destitución.

Hasta ese punto, parecía que el impeachment iba a ser la peor crisis de su mandato. ¿Qué podría superar un juicio político?

Entonces llegó el 2020…

11. El asesinato del general iraní Qasem Soleimani

3 de enero de 2020 – Es difícil imaginar que fue este año que el mundo se salvó de otra guerra en Medio Oriente, cuando Donald Trump puso a su país a dos pasos de un conflicto armado con la República Islámica de Irán. El 3 de enero, las fuerzas armadas de Estados Unidos lanzaron un ataque en Bagdad que terminó con la vida de Qasem Soleimani, quien fuera uno de los líderes militares más importantes de la Guardia Revolucionaria y hombre cercano al ayatolá Alí Jamenei. El general Soleimani era considerado un terrorista por el gobierno estadounidense, por ser el vínculo entre el gobierno iraní con el régimen sirio y con grupos terroristas como Hezbolá. Luego del asesinato del general, Irán respondió con un bombardeo de bases militares estadounidenses en Irak. Aunque el presidente Trump mantuvo una retórica agresiva en Twitter, tanto Irán como Estados Unidos optaron por no seguir escalando el conflicto, lo que permitió al resto del mundo soltar un respiro de alivio.

Protesta tras muerte de Qassem Soleimani (AP Photo/Ebrahim Noroozi)

12. Las protestas raciales por el asesinato de George Floyd

4 de junio de 2020 – A finales de mayo, en Minneapolis, ocurrió lo que parecía ser algo muy ordinario en el país, un caso de exceso de fuerza de parte de la policía contra una persona afroamericana. Sin embargo, esta vez el abuso de la fuerza fue captado en video, y esta vez, el uso excesivo de la fuerza terminó en la muerte del detenido, un hombre identificado como George Floyd. Las imágenes se viralizaron en redes sociales y desataron una ola de protestas por todo el país, protestas que se transformaron en disturbios, y disturbios que desataron todavía más violencia con la policía. En Washington DC, en las cercanías de la Casa Blanca, se registraron algunos de los momentos más intensos de las protestas raciales, encabezadas por el movimiento Black Lives Matter. Aferrado a su postura de respaldo a la policía, Donald Trump dio la orden de desalojar a los manifestantes afuera de la residencia presidencial, para poder salir a la calle y tomarse un foto frente a una iglesia afectada en los disturbios, sosteniendo una Biblia. Trump quería presentarle a su base una imagen de “ley y orden”, pero el resto del país nunca le perdonó lo que leyó como un intento de provocación.

13. Los primeros 100 mil muertos de covid

18 de junio de 2020 – Fue este día cuando las cifras oficiales de los CDC indicaban que 100 mil estadounidenses habían muerto a causa de complicaciones de COVID-19, y ya para entonces era más que evidente (salvo para su base) que el manejo de la pandemia había sido un desastre. Desde el inicio de la crisis sanitaria, cuando apenas se registraban los primeros casos en febrero, el gobierno de Trump menospreció los riesgos de contagio, promovió pocas medidas sanitarias para evitar la propagación de la enfermedad, y ya para marzo y abril, el coronavirus estaba en todo el país, sobre todo en Nueva York, donde la suma de muertos se disparaba a la vez que se compartían imágenes inauditas de fosas masivas. A menudo contradiciendo a sus propios expertos en materia de salud, Donald Trump tomó las riendas de la respuesta federal al virus al declarar que la enfermedad iba a “desaparecer, como si fuera un milagro”, promovió el uso de tratamientos sin ser aprobados por las autoridades competentes (como la hidroxicloroquina), e incluso alentó a sus seguidores a manifestarse en contra de las órdenes de confinamiento en varios estados gobernados por demócratas. A mediados de septiembre, Estados Unidos alcanzó la cifra de 200 mil muertes, por mucho el país más afectado por la pandemia, y curiosamente, su nivel de aprobación se ha mantenido estable, por encima del 40 por ciento.

Trump se deja ver por primera vez con un cubrebocas el 11 de julio (AP Photo/Patrick Semansky)

14. Trump se contagia de COVID-19

2 de octubre de 2020 – Tuvo lo que tenía que pasar. La noche del 2 de octubre, el presidente dio a conocer que él y su esposa dieron positivo a la prueba de coronavirus. Desde el inicio de la pandemia, la retórica del mandatario había menospreciado los efectos del virus, en numerosas ocasiones dijo que era como la influenza y que iba a desaparecer “como un milagro”, y rara vez se dejaba ver en público con un cubrebocas. Ya por esas fechas estaba haciendo mítines y reuniones con simpatizantes. Pocos días antes participó en el caótico primer debate presidencial con Joe Biden, pero muchos expertos estimaron que el presidente contrajo el virus el día en que celebró la designación de Amy Coney Barrett como la nueva magistrada en la Suprema Corte de Justica. Haya sido como haya sido, la situación era muy preocupante y sobra decir que el perfil físico de Trump lo colocaba sin problemas entre las poblaciones de riesgo del covid. Así que su equipo lo sacó de la Casa Blanca y lo trasladó en helicóptero al hospital Walter Reed, le recetaron un coctél experimental de drogas, y como acto de magia, Trump pudo recuperarse en tiempo récord. En menos de dos meses, el presidente ya estaba haciendo mítines de nuevo y debatiendo con Biden en televisión.

15. Trump se niega a reconocer su derrota

7 de noviembre de 2020 – Cuatro días después del día oficial que marca la jornada electoral, los medios de comunicación declararon a Joe Biden como el ganador de la elección presidencial. Fue un proceso muy fuera de lo común, ya que la pandemia obligó a mucha gente a votar de manera anticipada o por correo, lo que dificultó el conteo de los votos en varios estados, sobre todo en las entidades donde estaba más cerrada la contienda. A final de cuentas, cuatro estados decidieron al ganador: Georgia, Arizona, Nevada y Pennsylvania. Este último fue el que le dio la victoria definitiva al candidato demócrata, pero para sorpresa de nadie, Trump rechazó la idea de reconocer su derrota. La campaña del presidente interpuso decenas de demandas, recabó testimonios, presionó a funcionarios estatales, bombardeó a los medios con alegatos y diatribas, pero nunca demostró evidencia de que hubo fraude electoral. No obstante este detalle, Trump quedó obsesionado con la etiqueta de “perdedor”, a tal grado de que no podía expresar otra idea en sus redes sociales, en sus reuniones con asesores, en sus discursos. Por supuesto, este desapego con la realidad trajo consecuencias fatales…

(AP Photo/Carlos Osorio)

16. Fracasa la insurrección

6 de enero de 2021 – Es difícil racionalizar qué es lo que Trump tenía en mente cuando aquella mañana le dijo a sus miles de seguidores que tenían que “pelear” porque su gobierno no iba a capitular sin una pelea. Porque en efecto, eso fue lo que hicieron miles de simpatizantes luego del discurso de Trump en la Casa Blanca. Marcharon al Capitolio, tumbaron las vallas de seguridad y buscaron ingresar al sitio donde se realizaba el conteo de los votos del Colegio Electoral, un mero acto protocolario para certificar al ganador de las elecciones. Por alguna razón, Trump tenía la idea de que este conteo podía ser anulado por el vicepresidente Mike Pence, y bajo la presión de sus seguidores afuera del Congreso, sus aliados en el Poder Legislativo tendrían el respaldo necesario para revertir los resultados. Era un “sueño guajiro”, producto de la incapacidad de no reconocer su derrota. Pero sus seguidores terminaron por tomar por asalto con violencia el Capitolio, escribiendo uno de los capítulos más vergonzosos en la historia moderna de Estados Unidos. A raíz de este desastre, la Cámara de Representantes aprobó el impeachment de Trump, marcando la primera vez en la historia que un presidente enfrentaba un juicio político.

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