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Carnaval: porque, además de espíritu, también somos carne

Carnaval: Veracruz, Brasil, su origen, sus elementos y cuándo se lleva a cabo.

El Carnaval es una alegre celebración muy esperada en varias regiones del mundo, sobre todo en países predominantemente cristianos, ya que dicho evento está relacionado con la religión; sin embargo, sus antecedentes se remontan a épocas paganas. A continuación te platicamos su interesante historia.

¿Cuándo se celebra?

El Carnaval se conmemora el domingo previo a la primera luna llena que se observa desde el equinoccio de primavera en el hemisferio norte (de otoño en el sur). Dicho de otro modo, en el calendario cristiano no existe una fecha fija para el Carnaval, pero es alrededor del inicio de la Cuaresma, el tiempo litúrgico del calendario cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua, cuando los creyentes de las Iglesias Católica, Copta, Ortodoxa, Anglicana, y buena parte de las Protestantes se deben dedicar a la purificación e iluminación interna, es decir, el ejercicio del ayuno y la abstinencia de ingesta de carne.

Mientras que en los siglos XIV y XV, según el profesor de historia cristiana, Denis Janz, de la Universidad Loyola en Nueva Orleans, se pedía celibato (abstinencia sexual), pero este aspecto quedó en desuso.

El Carnaval. (Foto: Franco Origlia/Getty Images)

Es por eso que dentro de la tradición religiosa, en contraposición a la cuarentena de los placeres, existe el Carnaval, como una celebración al hecho de que también somos carne.

Una celebración religiosa de origen pagano

Las verdaderas raíces del Carnaval no están en el cristianismo, sino en la antigüedad pagana, aunque no se sabe específicamente cuándo o dónde. Algunos expertos lo relacionan con los Saturnales de Roma, una festividad en la que se celebraba al rey de los dioses, Saturno. Se creía que esta deidad pasaba el invierno en la Tierra y, por eso, se tenía que hacerle ofrendas para que llegara el calor que favorecería las cosechas.

Otra teoría ubica el antecedente del Carnaval en la Grecia antigua, donde se festejaba a Dionosio, el hijo irreverente de Zeus y dios del vino. En abono a esta versión cabe señalar que de ahí también salió el llamado “rey Momo”, coronado en algunos Carnavales actuales.

Carnaval: el mundo de cabeza

En su origen, el Carnaval implicaba un nuevo orden de las cosas, era una celebración en la que casi todo (salvo la violencia) estaba permitido. El crítico Mijaíl Bajtín identificó las características esenciales del Carnaval durante el feudalismo, a saber, la familiarización, es decir, la cercanía entre aquellos que participan, por un lado, y los participantes con los observadores, por el otro, dado que dicha división era difusa. Por lo que diversas voces se dejaban escuchar e interactuaban, se abolían las jerarquías y los cuerpos dejaban de ser los límites de los individuos.

Buena parte de sus símbolos hacen énfasis en el cuerpo, los sentidos que forman parte de él y la sensualidad a partir de estos. No solo se trataba de excesos sexuales, la abundancia, de comida, colores, música, en fin, todos los aspectos marcaba la fiesta.

El Carnaval. (Foto: Thomas Lohnes/Getty Images)

Asimismo, el yo no solo desaparece en términos de individualidad, sino también de identidad. Máscaras, disfraces y maquillaje se convierten en herramientas de la transformación transitoria. Y es que este mundo ideal, lúdico y, por lo tanto, más allá de toda concepción práctica, tiene una duración previamente establecida. La vida como fiesta tiene que llegar a su fin.

Poco queda del Carnaval feudal, originado en el siglo IV, con la imposición del catolicismo como única religión válida a raíz de la decadencia del Imperio Romano. Actualmente el Estado lo regula y el capitalismo, en buena medida, lo ha privatizado. No obstante, algunos vestigios persisten.

El actual carnaval combina elementos tales como disfraces, grupos que cantan coplas, desfiles y fiestas en la calle.

Veracruz, “el Carnaval más alegre del mundo”

En México, el Carnaval más famoso es el de Veracruz. Durante nueve días, los nueve anteriores al Miércoles de Ceniza, se realizan desfiles por las calles, acompañados de música. El primer evento es la quema del “Mal Humor”, representado por una escultura que se prende en llamas; dicha efigie alude a los aspectos negativos del país o el Estado, como la tristeza, la violencia, el crimen o algún desastre natural. Mientras que en el noveno día se realiza el entierro de Juan Carnaval.

Durante los festejos se organizan bailes y fiestas de máscaras, y se interpreta el danzón tradicional del folclore de Veracruz. Su música, hecha con instrumentos emblemáticos como arpas, marimbas y guitarras, alegra la festividad, así como la salsa y la samba, siendo la primera la más popular del lugar. En los desfiles de la alegría participan comparsas tradicionales, carros alegóricos, bastoneras, batucadas, grupos de baile y danza.

Brasil, tierra del Carnaval

En Brasil el Carnaval, influido por la cultura afrobrasileña, se celebra entre la tarde de viernes (cuarenta y siete días antes de Pascua) y el Miércoles de Ceniza al mediodía (cuarenta días antes de la Semana Santa), que marca el comienzo de la Cuaresma. Se trata del festejo más emblemático de la nación sudamericana.

El Carnaval en Brasil. (Foto: Getty Images)

Independientemente de la región, el festejo es musicalizado con distintos subgéneros de samba, además de axe y frevo. En las ciudades del sudeste de Río de Janeiro, São Paulo y Vitória, los grandes desfiles oficiales son dirigidos por escuelas de samba, mientras que los desfiles menores, llamados “blocos”, que permiten la participación del público, se llevan a cabo en otras ciudades como Belo Horizonte o en la región suroriental.

Con información de Clarín

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