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¿Estados Unidos perdió la guerra de Afganistán?; los talibanes retoman el país

¿Qué está pasando en Afganistán?: el conflicto con los talibanes y el papel de Estados Unidos.

El ejército más poderoso del mundo, el de Estados Unidos, y sus aliados han perdido decenas de miles de vidas de sus soldados y han invertido una cantidad inmensa de recursos materiales en una guerra para liberar a Afganistán del control de los talibanes. Casi 20 años después estos últimos están a días de tomar el control del país.

Con el anuncio del presidente de EE. UU., Joe Biden, en mayo de 2021, de que su ejército concluirá la retirada de Afganistán entre finales de agosto y mediados de septiembre, se podría pensar que vendrían días de mayor estabilidad para esa región del mundo, sobre todo, si tomamos en cuenta que durante la administración de Donald Trump se habló de un acuerdo con los talibanes para iniciar pláticas de paz con el gobierno afgano y cortar sus nexos con organizaciones terroristas. Un pacto que, a la luz de los hechos recientes, se confirma como letra muerta.

Y si bien no se habló de una victoria contundente con la intervención de EE. UU. en la nación de Medio Oriente, los generales aseguraban haber armado y consolidado un estado afgano lo suficientemente sólido como para resistir los embates externos.

Sin embargo, todavía no concluye el retiro definitivo de las tropas estadounidenses y ya se deja ver que Afganistán está tanto o más lejos de lograr cierta estabilidad sociopolítica que cuando George W. Bush inició la intervención de EE. UU. en aquel país con el fin de ir tras Al Qaeda y su líder Osama Bin Laden (quien tenía nexos con los talibanes). Se trató de una iniciativa tomada como respuesta a los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

¿Por qué Estados Unidos se retira de Afganistán?

Como cualquier país, Estados Unidos toma sus decisiones de política exterior y militares según un calculo que siempre prioriza sus intereses. ¿Qué lleva a este país a retirar a su ejército de Afganistán? Para encontrar posibles respuestas a esta pregunta, platicamos con el experto internacionalista y colaborador de Noticieros Televisa, Mauricio Meschoulam, quien apunta tres posibles factores detrás de la decisión tomada, a primera vista, por el presidente Joe Biden.

El primer motivo podría obedecer a la opinión pública estadounidense, que mayoritariamente ya no seguía el día a día del conflicto en Afganistán y que, más bien, siente una especie de “fatiga” por una guerra que se originó en el año 2001.

Mientras que el segundo factor es de tipo estratégico. De acuerdo con el internacionalista, para Estados Unidos, la llamada guerra contra el terrorismo ya no es una prioridad. Ahora lo principal en su agenda exterior es atender la rivalidad con Rusia y China. En este contexto, postergar la intervención en Medio Oriente resulta un sinsentido.

Asimismo, Meschoulam recuerda que la tesis del presidente Biden desde tiempo atrás es que “nunca habrá un momento adecuado para salir de Medio Oriente”. Y explica que el retiro de tropas de Afganistán es algo en lo que ya se estaba trabajando desde la administración de Barack Obama y se prosiguió con Donald Trump.

El internacionalista señala también que de parte de Estados Unidos hubo “una mala estimación del ejército afgano” y de sus capacidades frente a los talibanes.

Durante la incursión militar estadounidense, la más larga y costosa para Estados Unidos, Bin Laden fue asesinado y los talibanes dejaron el poder pero no quedaron desarticulados.

Y es que, como señala la BBC, en días recientes, nueve de las capitales regionales (entre las que se encuentran Herat y Ghazni) cayeron “como fichas de dominó” frente a los talibanes.

Afganistán está en una situación particularmente frágil y no parece haber poder que frene el paso de los talibanes. El noticiero Despierta cita un informe de la inteligencia estadounidense en el que se anticipa que este grupo pronto tomará Kabul, la capital afgana, y dentro de prácticamente 90 días se habrá apoderado del país.

De hecho, el gobierno de EE. UU. está consciente de los alcances del Emirato Islámico de Afganistán, como también se les conoce a los talibanes, sin embargo Biden dijo no estar dispuesto a sacrificar a otra generación de soldados en Afganistán. En casi 20 años, han muerto aproximadamente 2,500 soldados del ejército estadounidense.

Además de la enorme cantidad de vidas perdidas por parte de todos los bandos involucrados en esta larga guerra, otra tragedia humanitaria surge como consecuencia del conflicto militar: los desplazados. Los talibanes tienen el control del 65% del territorio afgano, lo que ha provocado que casi 400 mil ya hayan abandonado su país. Mientras tanto, Estados Unidos se muestra conforme con la situación.

“Bin Laden está muerto y Al Qaeda está degradada en Iraq y en Afganistán. Es tiempo de poner fin a esta guerra eterna”, dice Joe Biden. Mientras tanto, los afganos padecen una situación bélica que, en su momento, involucró a EE. UU.

… Pero habrá consecuencias

De acuerdo con Meschoulam, en entrevista para el programa Agenda Pública, la situación en Afganistán tendrá tres consecuencias importantes a nivel geopolítico.

1) Migración masiva: evidentemente los desplazados buscan otro país para vivir, lo que repercute en una nueva ola migratoria que ya inició y que podría afectar a los países vecinos y a Europa, vía Turquía. Dos datos para dimensionar la magnitud de la situación: 3 millones de afganos son refugiados en otras naciones actualmente; y 30 mil personas abandonan Afganistán cada semana.

2) Los aliados de los talibanes: no estaríamos hablando hoy del Emirato Islámico de Afganistán si no fuera por sus nexos con grupos terroristas, como el ya mencionado Al Qaeda. Y ahora, con la posible consolidación de los talibanes en Afganistán, se puede esperar un fortalecimiento de estos grupos paramilitares, que tendría como consecuencia más atentados en la región.

3) Un vacío de poder: por donde se le vea, la incursión de EE. UU. en Afganistán es reprobable. Sin embargo, Meschoulam señala que su salida puede tener consecuencias devastadoras para el estado afgano, pues otros países, por su cercanía geográfica, tiene intereses en la región. Tal es el caso de Rusia, que ha realizado ejercicios militares en Tayikistán y Uzbekistán, dos países que pertenecieron a la Unión Soviética y que están al norte de Afganistán.

Un mapa de Afganistán y los países vecinos. (Imagen: De User:Sommerkom – SRTM30 V2.1, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=11437314)

Mauricio Meschoulam nos explica que la única salvación para Afganistán en este momento es que Estados Unidos reconsidere su decisión y mantenga suficiente presencia militar en el país. Y de hecho, apunta el internacionalista, existe un poderoso incentivo para que Joe Biden opte por esta opción: el súbito avance de los talibanes en Afganistán ha hecho que la nación vuelva aparecer en el radar de la opinión pública, y la tragedia humanitaria resultante podría ser costosa políticamente para el gobierno de Biden.

Mientras el estado afgano concentra sus fuerzas en conservar el control de un puñado de grandes ciudades, los talibanes ganan terreno con una estrategia que, hasta ahora, pinta como exitosa. La ironía será que mientras Estados Unidos conmemora 20 años de las tragedias a consecuencia de los atentados terroristas del 11 de septiembre, los talibanes podría consolidar su poder en Afganistán.

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