Inicio  /  Especiales

8M: Todas las mujeres son trabajadoras

¿Por qué todas las mujeres somos trabajadoras? El Día de la Mujer es más que una felicitación o una imagen en Whatsapp.

Para muchas de nosotras, el 8 de marzo es ese día en que salimos de la oficina con una rosa o recibimos decenas de imágenes en Whatsapp celebrando que somos “la creación más hermosa en el universo” :

Imagen tomada de Internet.

Sin embargo, como repetimos cada año hasta el cansancio, el 8M no es una celebración sino la conmemoración de una tragedia, además de un recordatorio de que estamos lejos de alcanzar las condiciones de igualdad laboral que muchas personas dan por hechas.

18 de enero de 2001.- Maquiladoras de microchips en Zacatecas.
FOTO: Pedro Valtierra/CUARTOSCURO.COM

En 1911, el incendio de la fábrica de camisas Triangle cobró la vida de 123 mujeres y 20 hombres, lo que puso en el ojo público las condiciones de explotación en las que muchas mujeres eran forzadas a trabajar. Desde ese año se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y, desde 1975, el Día Internacional de la Mujer.

Intentos de apagar el incendio en the Triangle Shirtwaist Company en las calles Washington y Greene Streets en Nueva York. 25 de Marzo de 1911. (Photo by Keystone/Getty Images)

Hoy en día, aunque se han ganado luchas para que múltiples tratados internacionales reconozcan los derechos de las personas trabajadoras, muchas mujeres continúan trabajando en condiciones precarias: desde las costureras que murieron en el edificio Rana Plaza de Bangladesh en 2013, hasta las trabajadoras del hogar mexicanas, sin contrato ni seguridad social, que cubren jornadas de más de ocho horas diarias.

Las mujeres trabajadoras no somos solo las que ocupamos espacios históricamente masculinos y recibimos remuneración por eso. A todas las mujeres, sin excepción, nos es endilgado en mayor o menor medida el trabajo emocional, de cuidados o de reproducción.

Sí, las mujeres nos hemos incorporado al espacio laboral público. Tenemos mucho que agradecerle a aquellas que lucharon por que las mujeres de nuestros días pudiéramos estudiar, trabajar y administrar nuestro propio dinero, y una prueba es que yo misma estoy escribiendo esta columna: algo impensable si hubiera nacido en el siglo XIX.

14 de abril de 2015.- Empleadas domesticas organizadas acuden a la Secretaria de Gobernación para entregar una carta a la Secretaría de Gobernación exigiendo una ratificación al convenio 189, en el que se establecen derechos para las trabajadoras del hogar, como seguro médico, vacaciones, etc. Este convenio es internacional, la OIT (Organización Internacional del Trabajo) ha enviado al Senado de la República una lista de recomendaciones para llevar a cabo dicho convenio.
FOTO: ISABEL MATEOS /CUARTOSCURO.COM

No obstante, como señala Silvia Federici, es una trampa que el trabajo remunerado sea la clave de la emancipación de las mujeres. No solo seguimos percibiendo menos salario por el mismo empleo, sino también llevamos una doble jornada: del espacio de trabajo al trabajo del hogar.

No importa que aún haya quien se resista a considerar las actividades que se realizan en el espacio privado como un empleo. Mientras éstas sigan recayendo desproporcionadamente en nosotras, todas las mujeres somos y seremos trabajadoras.

Más especiales