CHICAGO, Estados Unidos, jul. 1, 2015.- El 70 por ciento de las organizaciones que trabajan con inmigrantes en Illinois reducirá drásticamente servicios o cerrará sus puertas ante la falta de recursos estatales, anunció hoy durante una protesta la Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados (ICIRR).
“Las comunidades inmigrantes están siendo abandonadas”, declaró el director de la coalición, Lawrence Benito, durante una ruidosa manifestación realizada por activistas frente a las oficinas de la Gobernación de Illinois, en el centro de Chicago.
Según informó, los inmigrantes son el 14 por ciento de la población de Illinois, el 18 por ciento de su fuerza laboral y el 27 por ciento de sus pequeños empresarios.
“Esta gente ha realizado grandes inversiones en Illinois, tanto económica como cultural, y el estado debería invertir en ellas como base del futuro”, agregó.
Al comenzar hoy un nuevo año fiscal, y sin posibilidades de que la Asamblea Legislativa dominada por los demócratas apruebe su presupuesto austero, el Gobernador republicano Bruce Rauner ordenó el cierre de servicios considerados esenciales para los inmigrantes.
En particular, se cortaron 6,6 millones de dólares que el estado dedicaba a consejería, interpretación y traducción para los inmigrantes atendidos por sus agencias.
También dejaron de funcionar los seis centros de bienvenida de la oficina Nuevos Americanos, que trabaja con los inmigrantes recién llegados y aquellos en condiciones de obtener la ciudadanía.
ICIRR estimó que el 70 por ciento de su red de 130 miembros tendrá que despedir personal, reducir la atención a los inmigrantes o cerrar sus puertas.
Según un comunicado, el estado no tiene planes para proveer los servicios que serán cortados o desaparecerán por la falta de fondos.
“Imploramos al gobernador que reconozca el daño que está infligiendo a la estabilidad futura de Illinois”, dijo la presidenta de ICIRR, María Pesqueira, que dirige Mujeres Latinas en Acción.
En su opinión, el estancamiento que se ha producido en la discusión del presupuesto en Springfield, la capital estatal, “destruirá la infraestructura de servicio a las comunidades inmigrantes que demandó una década de trabajo”.
El presupuesto que Rauner presentó a la Asamblea Legislativa en febrero tiene un déficit de 5.000 millones de dólares, que se suman a otros 1.500 millones de cuentas impagadas que heredó de su antecesor demócrata, Pat Quinn.
Además de los recortes de gastos en los servicios de inmigración, también redujo en unos 2.000 millones de dólares los fondos para educación universitaria y servicios de salud.