Condenan a Jodi Arias a cadena perpetua

PHOENIX, Estados Unidos, abr. 13, 2015.- Jodi Arias tendrá que pasar el resto de sus días en prisión después de que una jueza la condenase a cadena perpetua por el asesinato de su novio, Travis Alexander, aunque evitó la pena capital en un mediático juicio marcado por las historias de sexo, engaño y mentiras.

La juez de la Suprema Corte de Justicia del Condado de Maricopa Sherry Stephens optó por el castigo más duro al que podía sentenciar a la acusada de ascendencia mexicana por parte de padre, después de que en marzo pasado un jurado fuese incapaz de lograr una decisión unánime sobre la pena de muerte.

Tras escuchar los últimos testimonios de ambas partes, la juez Stephens dijo haber considerado las pruebas presentadas durante el juicio y tomó en cuenta que Arias “utilizó dos armas para cometer su crimen, cometió un asesinato planificado y tomó múltiples medidas para evitar ser descubierta”.

Sin embargo, antes de ser sentenciada, Arias dio su último testimonio ante la juez y reiteró que aquel 4 de junio de 2008 “solo se defendió” de Alexander, cuyo cuerpo sin vida fue descubierto en su apartamento en Mesa (Arizona) cinco días después de haber sido acuchillado en una treintena de ocasiones, degollado y con un tiro en la cabeza.

La hispana de 34 años, que vistió un traje a rallas en color blanco y negro durante la vista judicial, aseguró que durante el juicio “protegió” todo lo que pudo la reputación de Alexander.

“Todo lo que dije en el juicio es verdad”, dijo mientras miraba de forma desafiante a las personas presentes en la corte en referencia a su alegación de que fue víctima de violencia doméstica y haber actuado en defensa propia.

Arias indicó que por tres años lo único que deseó era la muerte, ya que eso le “daría libertad”, pero después llegó a la conclusión de que eso era injusto para su familia, por lo que decidió a “luchar”, tal y como lo hizo el día que murió Alexander.

Arias dijo a la corte que lo primero que ocurrió ese día fue el disparo y que después solo trató de defenderse y escapar de Alexander.

Durante el primer juicio, la hispana aseguró que ese día se encontraban juntos en el baño tomando fotografías de él desnudo, cuando a ella se le cayó la cámara, lo que provocó la ira de Alexander, por lo que tomó un arma de fuego.

Aseguró que durante un forcejeo el arma se disparó y que desde ese momento apenas recordaba breves escenas, entre ellas, una de ella soltando un cuchillo que cayó al piso del baño.

La condenada se salvó de la pena de muerte después de que dos diferentes jurados no pudieran llegar a una decisión unánime sobre la sentencia que merecía.

En 2013, el jurado la declaró culpable de asesinato en primer grado durante un primer juicio que fue televisado en vivo por cadenas nacionales de noticias.

En marzo pasado un segundo jurado tampoco pudo llegar a una decisión sobre su sentencia, por lo que, de acuerdo a la ley de Arizona, la juez Stephens era quien debía decidir su castigo.

Cuatro miembros de la familia de Alexander, entre ellos su hermana Hillary Wilcox, dieron hoy también su testimonio ante la corte y pidieron la máxima sentencia posible para Arias.

Wilcox, quien no pudo contener las lágrimas durante su emotivo testimonio, habló sobre la relación que tuvo en vida con Alexander y cómo su hermano no pudo conocer a sus sobrinos ni tampoco tendrá la oportunidad de tener la familia que tanto anhelaba.

Samantha Alexander, otra de las hermanas de la víctima, habló sobre la vida exitosa de su hermano y aseguró que Travis “no tenía enemigos, solo esa novia acosadora”.

La familia de la víctima dijo estar “asqueada” de la forma en que Arias “manchó” el nombre de su hermano, a quien la defensa puso como un hombre manipulador que abusaba de ella e inclusive insinuó que le gustaba ver pornografía infantil.

Por su parte, el fiscal del caso, Juan Martínez, calificó a Arias como una hipócrita que nunca ha demostrado un arrepentimiento “sincero” por su cruel asesinato.

“Durante todo este proceso Arias continuó ‘apuñalándolo’ con sus declaraciones, tratando de quitarle lo único que le quedaba, su imagen y carácter moral”, aseguró Martínez.

Por parte de la defensa, solo Sandra Arias, madre de la condenada, pidió clemencia para su hija, a quien dijo considerar una “víctima”.